De lo acontecido durante el verano de 2010
«La decisión de asumir el mando de los hombres de trono de la cofradía de Medinaceli, fue estrictamente personal. Sim embargo, y es condición humana, las decisiones que tomamos en la vida, así lo creo, están sujetas a las vicisitudes y coyunturas que rodean el momento, no solo personal, sino colectivo. Es decir, ¿qué circunstancias rodeaban el ambiente cofrade y en especial a los hombres de trono, para decidir sobre la propuesta de Luis Bonete y decir “si quiero”...?
Javier MACIÁ. Copyright-2025
La decisión de asumir el mando de los hombres de trono de la cofradía de Medinaceli, fue estrictamente personal. Sim embargo, y es condición humana, las decisiones que tomamos en la vida, así lo creo, están sujetas a las vicisitudes y coyunturas que rodean el momento, no solo personal, sino colectivo. Es decir, ¿qué circunstancias rodeaban el ambiente cofrade y en especial a los hombres de trono, para decidir sobre la propuesta de Luis Bonete y decir “si quiero”?
La cuadrilla de costaleros de Medinaceli, tenía la costumbre de reunirse para almorzar, tras el esfuerzo de la estación penitencial del Viernes Santo. Los incidentes acaecidos durante la procesión de este año 2010, y que suscitaron la polémica en las tripas de la Junta de Gobierno, se trasladó de forma inmediata al almuerzo de hermanos y costaleros. Así que pocas horas después de celebrar la procesión, ya el aire rezumaba olores de dimisión del capataz Ricardo o de cese, por parte de la Junta. Como esto era un anticipo de las consecuencias, se decretó oficiosamente esperar la resolución del problema. Fue en este almuerzo, tras aparcar la polémica principal y disfrutando del vino y la comida, cuando surge oficialmente por primera vez, intentar realizar un homenaje al Cristo de la Buena Muerte de Belén, pero queda en eso, en una idea.
Corriendo en la mitad del verano – no recuerdo exactamente las fechas – habiendo comunicado ya por mi parte a la Hermandad del Calvario de la situación, habiendo disfrutado de la experiencia gaditana y habiendo tenido la entrevista con el hermano Mayor de Medinaceli, me convocan a una reunión de urgencia con todos mis hermanos costaleros, en la sede de la comparsa Zegríes, y en la que como intervinientes principales actúan, tanto Ricardo, capataz de la primera y Jesús Yáñez, capataz del Calvario.
En toda lógica, esto me situaba como opositor fáctico, pero no oficial, a cualquier propuesta que ambos capataces hubieran preparado, por lo que en la brisa controvertida, se podía adivinar que yo, Javier Maciá, sería nombrado capataz y que claramente los tintes de la traición me cubrían despiadadamente.
Como así ocurrió, y disfrazado en la polémica de los costes de las famosas papeletas de sitio – los motivos del cese de Ricardo Milán eran otros, que no conviene recordar – la situación tras haberse tensionado se dilucida, en una confrontación dispar de pareceres, que terminan con el anuncio directo por mi parte a los dos capataces de que confirmaría a Luis Bonete mi decisión de aceptar el cargo.
Esta posición incómoda, me da impulso, me revitaliza y allí mismo solicito a los hombres de trono que decidan si me apoyan, y obtengo la mayoría suficiente para afrontar el reto, no sin perder hombres y de calidad, más afines a Ricardo Milán.
Termina la reunión, me subo al coche e inicio mi viaje a Minglanilla, ciudad en la que residía por motivos laborales. No han transcurrido ni treinta minutos y recibo la llamada de Luis Bonete para felicitarme. ¿Cómo? ¿Qué? Pero si no he tenido tiempo de asumir la decisión que he tomado. Alea jacta est.
Semanas después, y quizás, esta oficiosidad de los acontecimientos, fue la causa de que la Junta se viera aliviada, y que Bonete refrendó con su anticipado anuncio en la prensa escrita.
Primero la Junta de Gobierno, aprueba mi candidatura, y después se somete en asamblea general para su ratificación. Todo un éxito. Todo un reto, Todo un problema, y que como bien saben las mentes despiertas, nunca vienen solos.
Comenzaba así una carrera casi contrarreloj. Había que afianzar la posición de los costaleros que me habían refrendado en la reunión de Zegríes. Pero apenas eran una veintena, por lo que era necesario buscar hombres de trono incluso debajo de las piedras, en lo más recóndito, no ya de la fe, sino de la amistad y el favor que otorga.
Es en este momento cuando los lazos con Manolo López Cuenca se fortalecen y lo propongo para segundo capataz, a mis ordenes, del paso de Medinaceli y el Cristo de la Buena Muerte.
Manuel, impetuoso, decidido, voluntarioso, apuesta por mis ideas y por las suyas. De él partió la iniciativa durante el almuerzo del Viernes Santo de fomentar el culto a la imagen de Belén, y quizás vio en mi pasado legionario, mi capacidad y mi implicación en el orden jerárquico de la Interparroquial y las cofradías, una razón para potenciar su presencia y actuación.
Era más que necesario encontrar hombres para cargar el trono de Medinaceli. Necesitaba al menos treinta y seis costaleros. Su peso y envergadura, requerían ese recuento de hombros y pies, no menos. El listón de Ricardo Milán estaba muy alto, en lo máximo. Con decisión, y tras ser ya oficialmente el nuevo encargado de las imágenes para procesionar, solicito a la Junta de Gobierno, listados, números de teléfono, contactos. Me apoyo en mi condición de costalero del Calvario y solicito igualmente su colaboración. Algunos hombres buenos, responden afirmativamente. En definitiva, emprendemos una tarea de publicidad y captación en busca de los cuarenta magníficos.
Quizás ya entrado el otoño y encarando la llegada del invierno, fue cuando empiezo a anticipar que, si bien podíamos conseguir piernas de sobra para la procesión del Miércoles Santo del año 2011, no estaba nada claro que se pudiera obtener el apoyo de costaleros para la del Viernes Santo. Es en estos momentos cuando la Junta de Gobierno, y en especial Luis Bonete, me encargan la tarea de solucionar el problema, a toda costa. No se podía permitir que una procesión recién implantada, se dirigiese al fracaso más estrepitoso por falta de almas cristinas dispuestas a cargar, en sacrifico, con la imagen del Cristo de la Buena Muerte.
Y es aquí también cuando todo mi esfuerzo se centraría en un proyecto que marcaría la diferencia con el resto de procesiones. Diseñar fabricar y poner en acción, el nuevo paso que albergaria la imagen y saldría a las calles almanseñas para gloria y alabanza del Cristo de la Buena Muerte.
“…, ya vienen los Reyes por las Fuentecicas, y le traen al Niño higos y pasicas, ya vienen los Reyes por el Montizón, y le traen al Niño higos y turrón…” (villancico costumbrista almanseño).
Antes de entrar en materia y en el objetivo de este trabajo, debo de recordar a quien esto lea que al referirnos a la Cabalgata de los Reyes Magos lo hacemos a una tradición que trasciende lo meramente festivo, que fusiona elementos espirituales, culturales y filosóficos, y que han perdurado a lo largo de los siglos. Su relevancia no solo radica en su capacidad para encantar a niños y adultos con su espectáculo de luces, alegría y música, sino en la profundidad simbólica que encierra y su potencial para transmitir valores universales en un mundo en constante transformación, y que en el caso que nos ocupa, en la ciudad de Almansa, el equipo social-comunista que ostenta el poder municipal, se ha empeñado en desnaturalizar a la vez que ponen lo mejor de ellos en facilitar el olvido de la tradición y de paso dogmatizar y secularizar, no solamente a los niños, sino al pueblo en general, una tarea que, a mi juicio, por mucho empeño que pongan no podrán conseguir.
Luis BONETE. Periodista Copyright-2024
Antes de entrar en materia y en el objetivo de este trabajo, debo de recordar a quien esto lea que al referirnos a la Cabalgata de los Reyes Magos lo hacemos a una tradición que trasciende lo meramente festivo, que fusiona elementos espirituales, culturales y filosóficos, y que han perdurado a lo largo de los siglos. Su relevancia no solo radica en su capacidad para encantar a niños y adultos con su espectáculo de luces, alegría y música, sino en la profundidad simbólica que encierra y su potencial para transmitir valores universales en un mundo en constante transformación, y que en el caso que nos ocupa, en la ciudad de Almansa, el equipo social-comunista que ostenta el poder municipal, se ha empeñado en desnaturalizar a la vez que ponen lo mejor de ellos en facilitar el olvido de la tradición y de paso dogmatizar y secularizar, no solamente a los niños, sino al pueblo en general, una tarea que, a mi juicio, por mucho empeño que pongan no podrán conseguir.
Quienes ya peinamos alguna que otra cana (o muchas) hemos comprobado que la Cabalgata de Reyes Magos 2025, organizada por el equipo de Gobierno que lidera la socialista Pilar Callado, decidió apostar por convertir un acto (la Cabalgata) que bebe en las fuentes bíblicas del evangelista Mateo, y que a día de hoy se interpreta como una alegoría de la búsqueda humana de sentido, una peregrinación hacia la verdad, y la belleza y el amor, en un magno y espectacular desfile festivo, lúdico, laico y podado de cualquier sentido religioso, promoviendo exclusivamente valores lícitos como la generosidad y la solidaridad, encarnados en la entrega de caramelos y regalos.
Llegados a este punto es relevante destacar, y por ello quiero recordar al gobierno social-comunista que rige los destinos de Almansa, algunos aspectos que bien han olvidado o han obviado adrede: la Cabalgata de los Reyes Magos es un acto rico en simbolismos que de forma clamorosa brillaron por su ausencia en la Cabalgata de Almansa celebrada en la tarde-noche del cinco de enero de 2025:
- La Estrella representa la búsqueda de un propósito superior y la guía espiritual que orienta a la humanidad en momentos de incertidumbre.
- Los Reyes Magos, provenientes de distintas tierras, simbolizan la universalidad del mensaje cristiano, mostrando que el bien supremo trasciende fronteras, culturas y creencias.
- La entrega al Niño Jesús de los presentes (oro, incienso y mirra) tienen, a mi juicio y al de la mayoría, un significado metafórico: el oro como símbolo de realeza, el incienso como señal de divinidad y la mirra como premonición del sacrificio humano.
- Aunque enmarcada en un contexto cristiano, el mensaje de la Cabalgata trasciende religiones (algo que este equipo de Gobierno no sabe discernir o no quiere, o no le interesa), y que invita a cada persona a reflexionar sobre su propósito y su lugar en el mundo.
En un planeta globalizado y marcado por divisiones, la Cabalgata mantiene su vigencia al recordar la necesidad de la unión y el entendimiento entre culturas. Los Reyes Magos, al proceder de diferentes regiones del mundo, simbolizan la riqueza de la diversidad y la capacidad humana de colaborar en la búsqueda de un bien común, por esta razón el equipo de Gobierno social-comunista almanseño tiene la obligación fundamental de garantizar que esta tradición sea representativa de todas las personas, de todos los almanseños sin distinción, evitando estereotipos y exclusiones culturales y religiosas, tal y como ha sucedido en la Cabalgata de 2025.
Es evidente que la Cabalgata de los Reyes Magos tiene un potencial transformador en el siglo XXI. Quienes ostentan la responsabilidad de su organización deben de convertirla no en un vehículo de exclusión de creencias religiosas (tal y como sucedió en Almansa), sino en una herramienta para la educación, manteniendo firmemente la tradición heredada de nuestros antepasados y poner todo su empeño en enseñar a las nuevas generaciones la importancia de los valores humanos. También puede ser aprovechado como instrumento de cohesión, con el fin de recordar a todos que, a pesar de nuestras diferencias, compartimos una misma búsqueda de significado y trascendencia.
En la Cabalgata del día cinco de 2025, se hizo patente, a mi juicio, la animadversión y ojeriza con la que el actual equipo de Gobierno social-comunista entiende la visita de los Reyes Magos a Almansa, y obvian sin pudor alguno que este acto conmemora la visita de los Reyes Magos a Jesús-Niño, y que su adoración simboliza la revelación de la divinidad de Jesucristo a todas las naciones, no solo a los judíos, ya que parce ser que soslayan que los Magos eran considerados representantes incluso de los pueblos paganos. Este evento más conocido como la Epifanía, significa la manifestación de Dios a la humanidad, y por esa razón y no otra, de forma descarada fulminaron, sin motivo alguno más que su dogmática y absurda ideología laica, todo el sentido auténtico que posee la Cabalgata de los Reyes Magos.
Finalizo mi pregón, haciendo un llamamiento a la cordura y la reflexión de nuestros gobernantes actuales de cara a la organización de próximas ediciones (y ello a pesar de que no soy para nada optimista). Señores socialistas, señores comunistas, la historia de los Reyes Magos nos invita, a todos, incluso a ustedes, a reflexionar sobre la importancia de reconocer y honrar a Jesucristo como el Rey de reyes y Señor de señores, cuyo nacimiento marcó el inicio de la redención para la humanidad.
ITE, MISSA EST
«A simple vista, cientos de bolsas de larvas de la oruga de la especie Thaumetopoea pityocampa, la conocida como procesionaria del pino (serán ya miles en el conjunto de la extensión de la serranía local) han infectado el monte pinar almanseño desde el pasado mes de octubre y hasta el momento actual. En España está considerado como el insecto defoliador (que provoca la caída artificial de las hojas de los árboles) más importante de los pinares. Si el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Almansa no hace nada, o no adopta medidas, es más que previsible que la plaga avance sin control y nos encontremos con un problema de envergadura. La Guardia Civil avisó ya en su momento con un mensaje a nivel nacional: «Ya está apareciendo la procesionaria del pino. En los seres humanos pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta. Y si un perro lame una oruga o sufre una picadura tendrá graves heridas o incluso puede morir». Las consecuencias en los pinos pueden ser peores: la total desfoliación, e incluso la muerte del árbol…».
Luis BONETE. Copyright-2024
A simple vista, cientos de bolsas de larvas de la oruga de la especie Thaumetopoea pityocampa, la conocida como procesionaria del pino (serán ya miles en el conjunto de la extensión de la serranía local) han infectado el monte pinar almanseño desde el pasado mes de octubre y hasta el momento actual. En España está considerado como el insecto defoliador (que provoca la caída artificial de las hojas de los árboles) más importante de los pinares. Si el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Almansa no hace nada, o no adopta medidas, es más que previsible que la plaga avance sin control y nos encontremos con un problema de envergadura. La Guardia Civil avisó ya en su momento con un mensaje a nivel nacional: «Ya está apareciendo la procesionaria del pino. En los seres humanos pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta. Y si un perro lame una oruga o sufre una picadura tendrá graves heridas o incluso puede morir«. Las consecuencias en los pinos pueden ser peores: la total desfoliación, e incluso la muerte del árbol.
Según datos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), la plataforma Alerta Forestal recoge cientos de fotografías de bosques afectados por la procesionaria en nuestro país. Esto permite que los ecólogos del equipo puedan sacar las primeras conclusiones sobre la gran afectación de la procesionaria en nuestros los bosques durante los últimos años.
El coordinador científico de Alerta Forestal en el CREAF, Jordi Vayreda, compartía su preocupación por el hecho de que “la procesionaria no suele afectar a los mismos pinares un año tras otro. En estas condiciones los árboles fuertemente afectados no tienen tiempo de recuperarse, se van debilitando y pueden acabar muriendo”.
La procesionaria del pino es un lepidóptero perteneciente a la familia Thaumetopoeidae, un insecto que abunda en bosques de pinos de Europa, Asia y el norte de África, aunque también ha sido introducida en algunas zonas de América del Sur. En España está considerada como el insecto defoliador (que provoca la caída artificial de las hojas de los árboles) más importante de los pinares, y aunque puede alimentarse de todas las especies de los géneros Pinus, Cedrus y Abies, prefieren los pinos como el pino laricio (Pinu nigra).
Plaga forestal o riesgo para la salud pública
Las orugas (larvas) están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos, así como intensas reacciones alérgicas. La sustancia que le confiere esta capacidad urticante es una toxina termolábil denominada Thaumatopina.
Aun cuando las poblaciones de Thaumetopoea pityocampa alcanzan niveles muy elevados y son capaces de defoliar los árboles de forma intensa, sus riesgos como plaga forestal suelen reducirse a aminorar el crecimiento de los pinos. En aquellos lugares con un fuerte estrés hídrico, estas defoliaciones pueden ser muy poco relevantes, teniendo en cuenta el nivel de crecimiento impuesto por el clima. En los años en los que las poblaciones son elevadas, las defoliaciones pueden afectar a la totalidad de la masa foliar, aunque el árbol no llega a morir. Sin embargo, sí constituyen un peligro si la procesionaria afecta año tras año a los mismos árboles.
Además de su impacto en los bosques, la procesionaria suele ser tenida en cuenta como un problema de salud pública porque representa un peligro para niños y animales que se encuentren en zonas donde habitan las orugas.
Para los niños, el riesgo de entrar en contacto con las esporas de la oruga puede traducirse en sufrir una urticaria, pero en los perros puede llegar a ser algo mortal en caso de inflamar las vías respiratorias.
¿Cómo se controla la procesionaria?
Para controlar de forma artificial las poblaciones de esta especie se utilizan medios físicos, químicos y biológicos, como las trampas de feromonas para capturar a los machos adultos, que reducen las posibilidades de reproducción y por tanto las poblaciones. Los medios físicos pasan por la eliminación de los bolsones: cuando las orugas están dentro, estos se cortan, apilan e incineran.
A día de hoy, el método que siguen muchos Ayuntamientos (esperemos que el de Almansa tome nota) consiste en una inyección que se aplica directamente en el tronco del pino y que permite la administración de dicha solución por vía intravascular, consiguiendo así que la plaga que está intentando alimentarse del pino se vea afectada por ese producto.
La lucha química consiste en la fumigación con insecticidas que durante los primeros estadios de desarrollo de las larvas. Hasta el año 2012, se utilizaban también medios aéreos hasta que fueron prohibidos por la Unión Europea en el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios.
Sin embargo, el mejor método de control para la procesionaria del pino sería el propio equilibrio de la naturaleza, si esta no se viera alterada, ya que cuenta con numerosos depredadores como pájaros, hormigas rojas, avispas o murciélagos. También destaca la eficacia de unos hongos del suelo, que rompen el ciclo biológico de esta especie: se trata de los hongos Cordyceps, cuyas esporas quedan atrapadas entre los pelos de las orugas en su descenso a tierra en primavera.
El soterramiento de estas y la humedad de la tierra favorecen la germinación de los hongos sobre la crisálida, matando a la mariposa que se desarrolla en su interior. Según indica el CREAF, es también recomendable como parte del plan de reforestación, no repoblar con especies de pinos sensibles a esta plaga, como son el pino laricio o los pinos exóticos.
«La alcaldesa de Almansa, Pilar Callado, ha comparecido hoy en rueda de prensa para confirmar a los vecinos de Almansa que, de resultas del estudio de restauración que se llevan a cabo desde hace un tiempo en la Casa Grande, se ha detectado un avanzado caso de mal de la piedra en la fachada manierista del edificio que alberga el Ayuntamiento. Según los informes preliminares, la erosión causada por agentes naturales y ciertos microbios ha debilitado la estructura, y los técnicos aseguran que, de no actuar con rapidez, la fachada podría comenzar a desmoronarse a muy corto plazo…»
Luis BONETE. Copyright-2024
La alcaldesa de Almansa, Pilar Callado, ha comparecido hoy en rueda de prensa para confirmar a los vecinos de Almansa que, de resultas del estudio de restauración que se llevan a cabo desde hace un tiempo en la Casa Grande, se ha detectado un avanzado caso de mal de la piedra en la fachada manierista del edificio que alberga el Ayuntamiento. Según los informes preliminares, la erosión causada por agentes naturales y ciertos microbios ha debilitado la estructura, y los técnicos aseguran que, de no actuar con rapidez, la fachada podría comenzar a desmoronarse a muy corto plazo.
Según indicó Callado, “este es un grave problema que bien conocía el Partido Popular y sobre el que no ha hecho nada”. De cara a resolver esta sobrevenida situación, el el equipo de Gobierno PSOE-IU ha anunciado un plan de emergencia, que será sufragado por el departamento de Patrimonio de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Indicó la alcaldesa Callado que, “hemos recibido una aportación urgente en forma de subvención de 100.000 euros que los técnicos de Patrimonio invertirán en cubrir el la fachada de la Casa Grande con un vinilo gigante inspirado en el modernismo de Gaudí, con colores vibrantes, formas onduladas y mosaicos brillantes”. Será, según Callado, “una solución temporal que además aportará un toque artístico a la Plaza de Santa María, mientras que se estudia la forma de afrontar de forma contundente el problema que sufre la fachada del Ayuntamiento”.
Entre las ideas que manejan los técnicos antes de empezar las obras de restauración, se valora el diseñar una fachada digital con pantallas LED en la que se proyectaran imágenes de eventos locales, fiestas y un reloj virtual que indique la hora en formato manchego (¡cuatro cuartos, para no perder la tradición!).
Finalizada la rueda de prensa, la polémica no se ha hecho esperar. Algunos vecinos han sugerido que el vinilo debería llevar impreso un diseño tradicional con viñedos y castillos para “mantener la esencia de Almansa”, mientras que otros han pedido que se incluya un mural gigante de Don Quijote luchando contra molinos de viento, e incluso imágenes de la Recreación de la Batalla de Almansa.
Mientras tanto, expertos en patrimonio han aclarado que la restauración definitiva podría tardar años, ya que la inversión se prevé muy abultada, eso sí, aseguran que el mal de la piedra podría ser “parcialmente reversible”, y manifiestan preocupación por no poder no descartar que también afecte al Castillo de Almansa en el futuro, lo que tendría implicaciones catastróficas.
«…, éramos muy niños, muy críos e inocentes…, pero teníamos conciencia que una de las cosas que más nos gustaba de las fechas Navideñas era el denominado aguinaldo, un regalo simbólico que recibíamos en época navideña como muestra de afecto y gratitud, que descansaba fundamentalmente en una donación monetaria que, en mi caso en particular, iba íntegra a parar a una hucha con asa, propiedad del Banco Central, que disponía de dos ranuras: una por donde podían introducirse las monedas y que, dotada de una lengüeta móvil, estaba diseñada para impedir que por mucho que movieras y/o agitaras la hucha pudieras obtener el dinero una vez introducido. La hucha en cuestión, que la conseguía en calidad de préstamo en el Banco Central que dirigía por aquellos años mi tío Manuel Piqueras, disponía de una segunda entrada de efectivo, esta vez a través de un pequeño agujero por donde, una vez encanutados los billetes, se introducían en la misma, y como consecuencia se desliaban en el interior y allí permanecían hasta que con una llave especial, se procedía a abrir la parte inferior para acceder a su contenido…»
Luis BONETE. Periodista. Copyright 2024
Éramos muy niños, muy críos e inocentes…, pero teníamos conciencia que una de las cosas que más nos gustaba de las fechas Navideñas era el denominado aguinaldo, un regalo simbólico que recibíamos en época navideña como muestra de afecto y gratitud, que descansaba fundamentalmente en una donación monetaria que, en mi caso en particular, iba íntegra a parar a una hucha con asa, propiedad del Banco Central, que disponía de dos ranuras: una por donde podían introducirse las monedas y que, dotada de una lengüeta móvil, estaba diseñada para impedir que por mucho que movieras y/o agitaras la hucha pudieras obtener el dinero una vez introducido. La hucha en cuestión, que la conseguía en calidad de préstamo en el Banco Central que dirigía por aquellos años mi tío Manuel Piqueras, disponía de una segunda entrada de efectivo, esta vez a través de un pequeño agujero por donde, una vez encanutados los billetes, se introducían en la misma, y como consecuencia se desliaban en el interior y allí permanecían hasta que con una llave especial, se procedía a abrir la parte inferior para acceder a su contenido.
Una vez recogidos los aguinaldos familiares, sobrevenía un momento de nervios en las dependencias del banco cuando en el sobrio y espectacular despacho de mi tío Manolo, dotado de una escribanía de madera de roble, se abría la hucha y procedíamos al recuento de la recaudación que, dependiendo de lo que hubiese acordado con mi padre, lo empleaba en un regalo por Reyes Magos, o bien desaparecían físicamente para reflejarse en las páginas de una libreta de ahorro con DEBE y HABER en la que yo figuraba de titular y mi padre de persona autorizada, y sin cuya firma no podía disponer de peseta alguna.
Hoy en día, para desgracia de los más pequeños (a pesar de que lo que no se conoce no se puede echar de menos) y como muchas otras cosas prácticamente, se ha perdido la costumbre de dar aguinaldo, algo que, desde mi punto de vista puede atribuirse a distintos factores culturales, sociales y económicos.
Hay que resaltar que, entre otros motivos, debemos de referirnos a que en años anteriores y épocas pasadas, las familias solían ser más cercanas y unidas. Todos conocían a sus primos, tío, parientes…, y derivado de ello se practicaba una muy íntima relación de confianza mutua. Con el tiempo, las ciudades han crecido, los núcleos familiares mudaron de localidad, y la vida se volvió, poco a poco y sin posibilidad alguna de freno, más y más individualista. Esa cercanía familiar que sustentaba cercanía y tradiciones como el aguinaldo se ha debilitado por completo.
Es más que notorio que la vida actual está marcada por un ritmo acelerado. Las festividades, en lugar de ser un tiempo para la convivencia, se han llenado de compromisos, viajes, trabajo a destajo, y consumismo. La gente tiene menos tiempo y energía para mantener vivas tradiciones que requieren interacción y esfuerzo comunitario.
De la noche a la mañana, el cambio de vida, el stress, y por qué no decirlo, el individualismo galopante que nos invade, ha herido de muerte al aguinaldo, que no era otra cosa que un gesto sencillo de gratitud familiar. El aguinaldo ha sido reemplazado en la mayoría de los casos por regalos más costosos y transacciones monetarias. La tradición no puede, no tiene con qué frenar el avance global y pierde más y más relevancia frente a la influencia de la mercadotecnia, que de forma bochornosa e imparable, transforma las festividades navideñas en oportunidades comerciales.
La reflexión anterior nos conduce irremediablemente a un axioma irrefutable: las nuevas generaciones, los jóvenes de hoy, inmersos en la tecnología y expuestos a influencias de corte tecnológico, tienen muy complicado el heredar el mismo apego por las costumbres locales que tenían sus antecesores. Si no existe un esfuerzo consciente de los mayores por transmitir estas tradiciones, terminan desvaneciéndose, que es lo que está aconteciendo.
No debemos de olvidar nunca que a la sociedad actual no le tiembla el pulso a la hora de priorizar lo práctico y lo inmediato. Los jóvenes desdeñan sin pudor lo que consideran antiguo y/o pasado de moda. Las tradiciones como el aguinaldo, nacidas al calor de la lumbre de la familia requieren tiempo, dedicación, y valores comunitarios, y para los mancebos de las generaciones baby boomers, X, millennials, influencers y demás fauna que habita en las redes sociales, pueden parecer anticuadas o irrelevantes…, y llegado el caso incluso ridículas.
Opino que el aguinaldo no es simplemente un regalo; es un evidente gesto o símbolo de gratitud y unión familiar. Sin embargo, si no se enseña el significado existente detrás de esta práctica, es muy fácil que se perciba como algo trivial o innecesario.
Ojo al cojo!!!!. La más que evidente pérdida de la costumbre de dar aguinaldo nos conduce a explorar un cambio más amplio en cómo las personas se relacionan con sus tradiciones y con quienes las rodean. Sin embargo, y siendo positivo (aunque no estoy convencido de ello), no todo está perdido. Con un poco de esfuerzo y voluntad, es posible renovar esta práctica, el aguinaldo adaptándolo a los tiempos actuales sin perder su esencia.
Posssunt quia posse videntur
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