ENTRE LA ESPADA Y LA PARED
«…, las conclusiones positivas del balance que la Interparroquial realizó tras la celebración de la Semana Santa del 2010, no podían evitar la crisis que los hechos acaecidos en la estación penitencial del Viernes Santo habían propiciado…»
Javier MACIÁ. Copyright
Las conclusiones positivas del balance que la Interparroquial realizó tras la celebración de la Semana Santa del 2010, no podían evitar la crisis que los hechos acaecidos en la estación penitencial del Viernes Santo habían propiciado.
Con el cese de Ricardo Milán como capataz del paso de Medinaceli y el Cristo de la Buena Muerte, a la Junta de Gobierno de esta cofradía se le presenta un problema que ha de solucionar cuanto antes. No tarda Luis Bonete, cabeza visible, en ponerse manos a la obra, y previamente a las vacaciones veraniegas, se dirige a mi, para comunicarme que me va a proponer como nuevo capataz de los pasos de la entidad religiosa.
Por entonces, andaba yo trabajando fuera de Almansa como vigilante de seguridad para Prosegur, en una subestación del AVE (Madrid-Cuenca-Valencia, en construcción) y mi calendario laboral me permitía disfrutar de días de descanso seguidos, de manera que podía dedicarle tiempo a la entrevista con el Hermano Mayor y tomar una decisión. El día de la cita, y tras escuchar su propuesta y agradecer su confianza, lo primero que hice fue advertirle de la posible contraindicación de la invitación, dado que en esos momentos colaboraba con la Hermandad del Calvario, como Teniente de Hermano Mayor y representante en la Agrupación Interparroquial de la misma, junto a mi hermano costalero Juan Carlos Matea (RIP). Así que mis palabras, que hoy las recuerdo y literalmente las transcribo, fueron que me dejara primero comunicar esta iniciativa a la junta de gobierno del Calvario y que me diera tiempo para asimilar tan alto honor y poder decidir en consecuencia.
Me pidió por favor premura, y que utilizase las vacaciones para consignar mi postura, no sin antes recordarme que el calendario debía ajustarse previo a la Asamblea que se celebraría a primeros del otoño como la Cofradía tenía costumbre, tras la celebración del día del patrón de Almansa, San Francisco de Asís. Y así quedamos en acuerdo.
Sabido esto, mi primera decisión fue comunicarme con Ángel Infantes, Hermano Mayor del Calvario y con Jesús Yáñez, mi capataz. Tres fueron los capítulos y acontecimientos que surtieron de esta pequeña polémica, disyuntiva o diatriba, como quiera el lector entenderlo.
Un primer escenario se desarrolló en un almuerzo de la junta de gobierno, en la que expuse los motivos que habían forzado a Luis Bonete a proponerme como capataz de Medinaceli. A mi saber y entender: primero, Luis Bonete sabia de mi pasado legionario, lo que nos encuadraba como hermanos de armas; segundo, también conocía mi posición en la junta del Calvario y mi alta participación con el proyecto del certamen de pintura infantil; tercero, conocía mi veteranía en cuanto a las procesiones y cuarto, apoyó la creación de la fallida Asociación de Costaleros y pensaba que las dos Cofradías podían colaborar y apoyarse mutuamente para asegurar la celebración de las estaciones penitenciales.
Al margen quedan las investigaciones particulares e impresiones personales que recabara para obtener información sobre mi persona. Las desconozco y poco me importan. Voy a obviar en este momento el resultado de aquella primera reunión en la que sin lugar a dudas se me pidió, en última instancia, que no conjugara mi colaboración a dos bandas y permaneciera fiel a la hermandad del Calvario
El segundo acto de este teatro jerárquico tiene lugar a primeros del mes de mayo. Ángel Infantes me llama y me invita a viajar hasta Cádiz, para participar de un día de convivencia con la Hermandad encargada de procesionar a la Virgen de Trille “La pastora”. Acepto encantadísimo y acudo a la cita. No voy a relatar en estos momentos aquel ilusionante viaje, ya lo hice en su día y así lo publiqué en “semanasantadealmansa.blogspot.com” como también está narrado en mi libro “Vida, amor y muerte (poemario)”.
A pesar de la locura del viaje, del regocijo, de la experiencia religiosa que supuso poder participar como costalero en un paso andaluz, el balance emocional y personal del envite, se saldó con la tristeza de quien pierde un trozo del corazón. De nuevo, en las conversaciones mantenidas a lo largo del día con los convivientes, surgió la exigencia del compromiso, atestándome de forma metafórica una espada en el pecho que me aplastaba contra la pared. Como si hubiera que elegir entre ser del Barcelona o Real Madrid, en lugar de tener en todo momento a Cristo, como único ejecutor de esta liga.
El tercer y último encuentro con la vicisitud en cuestión, tiene si cabe más malabarismo que un acróbata en álgida escenificación. Rebosa astucia, ardiles y roza la conspiración. Para mi sorpresa, Luis Bonete a la sazón delegado en Almansa de La Tribuna de Albacete, publica en fechas previas a la Asamblea Ordinaria de la Cofradía de Medinaceli, mi candidatura como capataz. ¿Legalmente? Si, ya que es una decisión de la Junta de Gobierno y derecho tenían de publicar tal coyuntura y noticia, con lo que se daba por zanjado a todas luces frente a los hermanos cofrades, el problema de la vacante de capataz para la Semana Santa del año 2011.
Sin lugar a dudas esta gota terminó de colmar el vaso que se había ido llenando durante el periodo estival, y provocó una nueva reunión en las entrañas del Calvario, que desembocó en mi renuncia como Teniente Hermano Mayor y representante en la Interparroquial. Constancia escrita de este proceso mediante cartas, existe y mantengo copias de ello.
Practicada esta diligencia, el siguiente paso era confirmar a Luis Bonete que aceptaba la candidatura. Lo hice a gusto y decidido, no sin antes denunciar ante su persona, mi disconformidad por los actos públicos de anunciación que habían emprendido desde la Junta de Medinaceli, al empoderarme de manera fáctica en el puesto de capataz desde la prensa escrita, que el mismo manejaba.
Aceptar la candidatura no hacía otra cosa que reafírmame en la necesidad de colaborar con las dos hermandades, algo que, recordará el lector estaba en el ADN de la Asociación de Costaleros que el escribiente predicaba y demandaba, años antes.
En lo personal, me resta expresar que no había sentido la sensación de ser subastado, desde los tiempos en que fui miembro y festero, dentro del organigrama jerárquico de las fiestas patronales almanseñas. Pero no con un matiz literal y despectivo, subastado a cambio de dinero. Mas cierta era, una sensación de disponibilidad, de actitud abnegada, dedicación al trabajo colaborativo por sacar adelante proyectos y conseguir realizarlos, en definitiva, una entrega desinteresada por la fe en Jesucristo y su palabra.
«…, hace seis años, la demora media era de 93 días. Ahora, alcanza los 121. Las listas de espera diagnósticas y quirúrgicas se han convertido en una auténtica vergüenza nacional. Desde que Pedro Sánchez llegó al poder tras prosperar su moción de censura contra Mariano Rajoy, el número de pacientes pendientes de una operación en España ha crecido en 264.322. En junio de 2018 se contabilizaban 584.018 enfermos en esta situación. En junio de este año, la cifra ascendía ya a 848.340…»
Redacción. 2024
Las listas de espera diagnósticas y quirúrgicas se han convertido en una auténtica vergüenza nacional. Desde que Pedro Sánchez llegó al poder tras prosperar su moción de censura contra Mariano Rajoy, el número de pacientes pendientes de una operación en España ha crecido en 264.322. En junio de 2018 se contabilizaban 584.018 enfermos en esta situación. En junio de este año, la cifra ascendía ya a 848.340. Pero más grave aún que el frío dígito, es el tiempo que han de aguardar los enfermos para someterse a una cirugía. Hace seis años, la demora media era de 93 días. Ahora, alcanza los 121. Este pésimo cuadro –tras el que hay rostros concretos y verdaderos dramas–, da una dimensión exacta del peligroso rumbo que han tomado los servicios públicos en nuestro país desde que gobierna el socialcomunismo.
Las razones son múltiples: por un lado, existe una clara infrafinanciación pública. Por otro, una inhibición inexplicable del Ejecutivo ante lo que ocurre. Y, por último, una pésima gestión que no es únicamente imputable al Gobierno o a las autonomías, sino a todas las administraciones, aunque hay que efectuar aquí la precisión de que durante tres cuartas partes de ese tiempo que lleva Sánchez en el poder la mayor parte de las comunidades ha estado en manos de gobiernos de izquierdas.
Señalar que, un manido recurso de la izquierda y la ultraizquierda es achacar a los recortes de Mariano Rajoy toda la culpa de los males que aquejan hoy a la Sanidad. La ministra Mónica García apela a ello constantemente, no se sabe si porque se lo cree de verdad o porque trata con ello de crear una cortina de humo con la que difuminar la responsabilidad atribuible al Gobierno de «progreso», del que ella forma parte. Lo cierto y verdad es que dicho argumento, posiblemente válido en 2018 o 2019, apenas se sostiene transcurridos ya seis años desde la llegada de Pedro Sánchez al poder.
Si tan infrafinanciada estaba la Sanidad cuando alcanzó la presidencia del Gobierno tras la moción de censura de mediados de 2018, ¿por qué no le ha inyectado año a año los fondos suficientes para recuperarla, detrayendo para ello recursos en áreas menos sociales como, por ejemplo, Defensa? ¿Cómo es posible que el gasto sanitario público total no supere todavía el 7% del PIB, según los planes de estabilidad enviados por el propio Ejecutivo a la Comisión Europea, pese a los supuestos destrozos que causaron esos recortes y, desde luego, la pandemia de covid?
«…, el culebrón que protagoniza Íñigo Errejón cuenta con varios capítulos por escribir en un guión que se perfila nada plácido para muchos más actores y la izquierda en general. Queda, por supuesto, conocer si las conductas privadas del exportavoz de Sumar tendrán un recorrido penal, siempre bajo la presunción de inocencia propia de un estado garantista, la misma precaución que los Errejón y compañía no guardaron ni respetaron para sus adversarios políticos. Nunca hemos sido adalides de los juicios paralelos, de la pena del telediario ni de la autoridad del uso alternativo del Derecho con los que tanto disfruta la izquierda sectaria…»
La Razón-2024
Además del frente en los tribunales, que se sustanciará o no, el terremoto político, con su epicentro y onda expansiva correspondientes, amenaza con remover y alterar los desmadejados equilibrios de poder a la siniestra del sanchismo sin que la estabilidad del Gobierno esté ni mucho menos a salvo. Hemos abordado en estas páginas que todos los focos dejarán pronto a Errejón, personaje ya amortizado y cuyas peripecias personales se escaparán en breve de la órbita del interés general, para centrarse en todos aquellos superiores que lo encubrieron y priorizaron blindar el partido y al sujeto en cuestión a la atención y el socorro de las víctimas. Así que la vicepresidenta Yolanda Díaz y algunos ministros más, además de la nomenclatura de Sumar, se encuentran bajo sospecha y enfangados con una pésima perspectiva.
Que sean una rémora para un gobierno ya seriamente desacreditado por los escándalos de corrupción agrava su porvenir y de paso abre oportunidades para otros, especialmente Pablo Iglesias y Podemos, al que incluso alguna corriente de opinión señala como la mano negra que ha movido los hilos del «caso Errejón» y la implosión de la criatura política de Yolanda Díaz. Que el ex vicepresidente y líder de Podemos parezca haber recuperado el aliento y el ánimo para volver a la primera línea pública es un hecho. Tampoco es descabellado pensar que ha celebrado como pocos la caída de su más íntimo enemigo como era Errejón y que espera con entusiasmo que Yolanda Díaz, de la que tiene la peor consideración, corra una suerte parecida. En la teoría de los vasos comunicantes que suele funcionar en la ultra izquierda, Podemos se apresta a cubrir el vacío que dejará la caída de Sumar y de paso a ajustar cuentas. El comunismo nunca se ha caracterizado por la clemencia con los enemigos y Pablo Iglesias lo sabe bien. Pedro Sánchez parece cómodo y convencido de que heredará los votos desencantados como hiciera con los de Podemos en esa estrategia de vampirización que le ha servido para conservar un suelo electoral notable pese a sus escándalos. El exlíder del partido de los círculos, sin embargo, crecido, y con ansias de revancha contra el mismo Sánchez que orquestó su aniquilación, es otro frente para Moncloa que oscurece su porvenir. Para la nación, esta agonía debería conducir a elecciones si hubiera algo de dignidad y sentido de estado. No los hay en esta izquierda mezquina.
El loable intento de evitar una guerra total en la región y la cercanía de las elecciones han hecho que la presión de EEUU haya sido intensa y muy eficaz
Gustavo DE ARISTEGUI. Diplomático
En la madrugada del sábado 26 de octubre se produjo la respuesta israelí al ataque iraní del 1 de octubre en el que lanzó cerca de 200 misiles balísticos contra Israel. Las conversaciones entre Estados Unidos e Israel han sido intensas y por lo que ha trascendido, no siempre exentas de tensión. El presidente Joe Biden y su secretario de Estado Antony Blinken insistieron incluso en declaraciones públicas que no deseaban una escalada en la región provocada por ataques israelíes a instalaciones nucleares o petrolíferas. Además de la loable intención de evitar una guerra generalizada de imprevisibles consecuencias, la cercanía a las elecciones presidenciales ha jugado un papel esencial en la presión de EE UU a Israel para limitar la respuesta a objetivos militares. En un cambio de escenario en estos últimos días, el contacto fue constante y la coordinación absoluta. Fuentes muy fiables me señalan incluso que el comunicado estadounidense mostrado su apoyo y satisfacción por la respuesta «contenida» de Israel, hubiese podido ser redactado antes del ataque, y que Biden, Blinken y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, estaban al corriente de todos los detalles antes y durante el ataque. El influyente columnista del periódico Haaretz Gideon Levy, quien fuera portavoz de Shimon Peres y habitualmente muy crítico con el primer ministro Benjamin Netanyahu, ha declarado a la CNN que haber aceptado las condiciones y limitaciones demandadas por EE UU había sido muy acertado e inteligente.
En estas semanas hemos tenido que leer en los medios de toda nacionalidad y color especulaciones y escenarios en ocasiones faltos de todo rigor y perspectiva. En Oriente Medios se superponen una enorme variedad de conflictos y crisis, que tienen décadas de existencia unos, y siglos otros. Esta realidad, unida a las tensiones y odios ancestrales que ya hemos analizado en estas páginas, constituyen ese cóctel incendiario y explosivo que es la geopolítica de esa parte del mundo.
El ataque en sí es un éxito militar que no conviene dejar fuera del análisis, pues supone en sí mismo un mensaje directo al régimen Iraní: «podemos golpear donde queramos y cuando queramos, no hay defensa posible contra nuestra aviación». Los analistas más reputados hacen votos porque el éxito de la operación suponga el reforzamiento de la disuasión como elemento central de mantener la paz. En este sentido es de subrayar las declaraciones de Abas Aslani, investigador principal del think tank Iraní Centro de Estudios Estratégicos de Oriente Medio. Llegó a afirmar que la respuesta había mucho menos intensa de lo que se esperaba y que Irán estaba decidiendo si respondía de manera directa, es decir con un ataque contra Israel como el del 1 de octubre o indirecto. Irán no tiene capacidad real de embarcarse en una guerra total contra Israel, de ser así, EE UU se implicarían en los ataques aéreos sobre instalaciones estratégicas iraníes (petrolíferas, nucleares, energéticas) lo que acabaría de descarrilar la ya de por sí desastrosa economía iraní.
Pero analicemos qué significa una respuesta «indirecta». Además de los proxies más conocidos, Hamás (el único aliado suní de los iraníes) los hutíes de Yemen que han lanzado misiles contra Israel y atacado mercantes y petroleros en el mar Rojo y la joya de la corona del terror Hizbulá. Sin embargo, Irán cuenta con otros aliados igual de fanáticos y que fueron determinantes en la supervivencia del régimen sirio de Bashar Al Asad. El régimen iraní ha bautizado a sus aliados como «El Eje de la Resistencia», que es en realidad una alianza del terror diseñada y financiada por su padrino, el régimen de los ayatolás. Hizbulá tiene más de 1000 millones de dólares de presupuesto «militar», esto no incluye ni su departamento de inteligencia ni su fuerza de «policía». Casi 800 millones son contribución directa del régimen iraní, sin contar los misiles, carros de combate, artillería, drones, munición o adiestramiento y asesoramiento que el régimen les proporciona. Hizbulá es, además, una poderosísima organización mafiosa, que obtiene pingües beneficios con la producción y tráfico de estupefacientes, armas, y las lucrativas industrias criminales de la extorsión, el contrabando y el secuestro. Irán creó un Hizbulá sirio, que, siendo formalmente aliado del régimen sirio, solo responde a su amo iraní. Forman parte de este terrorífico «Eje de la Resistencia»: Huseynçiler, la milicia terrorista chií de Azerbaiyán; Liwa Fatemiyoun, la milicia chií afgana; la División Zainabiyoun, milicia chií pakistaní; y los más bestias de todos los actores secundarios de este terrorífico drama: el Harakat Hezbollah al-Nujaba (HHN), la milicia chií iraquí. Todos estos grupos son brutales organizaciones terroristas, en total, solo en Siria, son más de 60.000 milicianos terroristas. Tengamos en cuenta que es un país fronterizo con Israel, Líbano y Turquía (aliado de la OTAN a pesar de las veleidades del presidente turco Recep Tayyip Erdogan) y a 30 minutos de vuelo de helicóptero de Chipre estado miembro de la Unión Europea. Tienen incluso una organización terrorista activa en Bahréin, las Brigadas Al-Ashtar. La capacidad desestabilizadora de todas estas organizaciones terroristas es extraordinariamente peligrosa.
Me parece especialmente sorprendente que profesionales competentes y prestigiosos como el exfiscal de la Corte Penal Internacional declarase en una espléndida entrevista de Carlos Herrera en la Cadena COPE, que no se podía combatir el terrorismo con medios militares, solo con la justicia. Aunque entiendo su postura, me pregunto: ¿cómo se puede combatir a organizaciones subestatales más poderosas que los estados en los que se arraigan y que tienen verdaderos ejércitos y sistemas de armas extraordinariamente sofisticados y letales? ¿Con policías, y fiscales? Una vez derrotados y que los líderes hayan podido ser capturados que sean sometidos a la justicia y que caiga sobre ellos todo su implacable peso. Pero hasta que eso ocurra, las fuerzas armadas, aviación y fuerzas especiales son indispensables en esta lucha.
En la operación participaron 100 aviones cazabombarderos, nada menos que un tercio del total de la aviación de combate de Israel, por lo que se puede deducir que un ataque con su capacidad completa hubiese podido ser devastador. Los objetivos han sido instalaciones militares, en tres provincias iraníes, Teherán, Ilam y Juzestán, principalmente bases de lanzamiento de misiles y drones, radares, defensas antiaéreas y sobre todo los centros de producción de misiles y drones, destruyendo, sobre todo, los que producen los misiles y drones de largo alcance. La operación ha afectado de manera decisiva la capacidad ofensiva de Irán, sin duda otra razón para que se piensen muy mucho una escalada a una guerra generalizada en la región, que Irán no puede ganar.
«…, el éxito de la Semana Santa del año 2009, servía un escenario prometedor para el inicio de la segunda década. La completa representación litúrgica en las calles almanseñas era una realidad y los hitos consumados por parte de las Hermandades y la Interparroquial, proveían de la ilusión necesaria para pensar positivamente en la continuidad de estas manifestaciones cristianas…»
Javier MACIÁ. Copyright. 2024
El éxito de la Semana Santa del año 2009, servía un escenario prometedor para el inicio de la segunda década. La completa representación litúrgica en las calles almanseñas era una realidad y los hitos consumados por parte de las Hermandades y la Interparroquial, proveían de la ilusión necesaria para pensar positivamente en la continuidad de estas manifestaciones cristianas.
Se había instaurado una nueva forma de procesionar las imágenes en tronos más grandes, especialmente en la cofradía de Medinaceli. Una nueva procesión (Viernes Santo), una nueva cofradía (La Borriquita), una revista oficial renovada y participativa, la celebración del primer certamen infantil de pintura, eran proyectos y elementos que daban pie a la esperanza y el crecimiento.
Los niños almanseños pintan la Pasión de Cristo
Es en estos momentos cuando mi posición en el organigrama sufre los cambios oportunos para tener consciencia de los hechos, de los problemas, de las dificultades económicas que organizar estos eventos conlleva, y de la polémica y controversia, que se derivan de tales responsabilidades.
Quiero pensar, que principalmente fue mi compromiso con la Hermandad del Calvario desde el año 1993, cuando decidí formar parte de la cuadrilla de costaleros, mi habilidad y afición para escribir, así lo demuestran mis colaboraciones en la revista oficial, lo que suscito en Ángel Infantes, que era hermano Mayor desde el año 2008, la necesidad de pedir mi colaboración en la Junta de gobierno del Calvario desde el puesto de teniente Hermano Mayor. Y también porque no decirlo, mi capacidad de oratoria, de expresión y buenas relaciones con las distintas entidades, directivos y colaboradores. Recuerdo aquí, que, hasta este instante, participaba como portador de imágenes en todas las procesiones de la Semana Santa almanseña.
Mi primera intervención desde la Junta de gobierno del Calvario fue representativa, en la Interparroquial. Es en ese momento cuando lanzo a la Junta de gobierno la idea de promocionar la Semana Santa, desde el Certámen Infantil de Dibujo y Pintura. Con el beneplácito de la Junta, traslado el proyecto a la Interparroquial y se aprueba. Me hago entonces responsable de llevar a cabo la organización del certámen, con la colaboración directa de José Luis Martínez del Fresno, María Belén Macia Sánchez y resto de componentes de la directiva interparroquial.
Especial atención hay que prestar a la estrecha relación que mantenía con José Ramón Delicado, miembro de la hermandad del Calvario como costalero y profesor de religión de Educación Infantil, gracias al cual, pudimos entablar conversaciones con los Consejos Escolares y los profesores encargados de la asignatura, para la promoción y organización del certamen. Desde aquí mi eterna gratitud a todos, porque sin su abnegada colaboración hubiera sido imposible.
Así que, durante las fechas previas a la celebración religiosa, y enmarcado en el Pregón del año 2010, se celebraría el fallo del I Certámen Infantil de Dibujo y Pintura de Semana Santa.
El regreso a Almansa, de un buen sacerdote
La ciudad de Almansa ha gozado de la labor pastoral de excelentes sacerdotes, también otros menos admirados, pero sin duda, la autenticidad de todos los oficiantes que han tenido la titularidad de las tres parroquias almanseñas, desde mi experiencia y trato con ellos, ha sido real y ejemplar. Sim embargo, en el año 2010, pude reencontrarme con uno de estos predicadores, quizás, de los más influyentes en mi confesionalidad.
Dios, la vida y la suerte, pusieron de nuevo en mi camino a Francisco San José Palomar. Si, fue un momento jubilar reencontrarme con este sacerdote que, designado como pregonero para este año, y que casi diez años antes, me impartió los cursos prematrimoniales y celebró el santo sacramento del matrimonio, que me otorgó la condición de casado por la Iglesia, allá por el mes de octubre del año 1993, justamente la fecha en que adquirí también mi condición de costalero del Calvario.
Cuando solo los pies, no son suficientes
Tras muchos años de colaboración por parte de los hombres de trono, el año 2010 pasaría a la historia también, debido a que, durante la Estación Penitencial del Viernes Santo, se produjeron unos hechos que denotarían, cansancio, fortaleza y controversia al mismo tiempo.
Cierto es que, de forma voluntaria, decidí participar en esta procesión concreta, portando el estandarte de la Cofradía de Medinaceli. Así pues, no siendo testigo directo de los acontecimientos he de basar mi relato en las comunicaciones y manifestaciones posteriores al momento, y habiendo recabado información de todas las partes.
Los hechos acontecen cuando habiendo salido la imagen del Cristo de la Buena Muerte desde el Convento de los PP Franciscanos, portada por los hombres disponibles (a todas luces y escasamente una veintena), transcurridos los primeros doscientos metros y en la c/ Nueva, en los portones traseros del emblemático Teatro Regio, el Capataz Ricardo, alertó a la organización (hermano Mayor Luis Bonete) de la necesidad de regresar o acortar el recorrido.
Tras el estudio de la situación, la decisión se corrobora y se acorta el trayecto para aliviar de carga y sufrimiento a aquellos aguerridos y voluntarios hombres, que habían procesionado seguidamente, el Miércoles y Jueves Santos, y se resentían del esfuerzo en esta tercera intervención.
Ya entré a reflexionar sobre esta cuestión en su momento, publicando en el blog “semanasantadealmansa.blogspot.com” mi opinión sincera en un artículo titulado” El peso del orgullo” y que no voy a reproducir ahora. No obstante, si debo resumir el argumento para hacer constar la importancia del momento ya que supone un punto de inflexión para acontecimientos posteriores.
En resumen, nunca se debió salir por la falta de costaleros para transportar el paso o se debieron tomar preventivamente soluciones anticipadas para acortar el recorrido o cambiar las andas. Sin embargo, mirado todo con perspectiva, la organización pensaba que habría suficientes apoyos para hacerlo y sorpresivamente, en la mañana del viernes, no los había. Tras la procesión, como digo, fue mas el peso del orgullo, en las discusiones y deliberaciones que abordaron el análisis del momento, lo que derivó en el cese del Capataz y la renuncia de muchos hombres para fechas futuras.
Un primer tropiezo, que serviría para afrontar desafíos importantes dentro de la Archicofradía de Medinaceli y que prestaría el escenario para novedades significativas.
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