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Diez años sin Jesús del Calvario en Almansa (VII)

«…, la Semana Santa de Almansa en la primera década del nuevo milenio va a experimentar una explosión de pasiones y emociones que abundaran en su enriquecimiento, tanto participativo como relevante. Serán años en los que las distintas hermandades aumentaran su presencia en las calles, años en los que se verán sometidas a la necesidad de regular esa participación junto al resto de entidades religiosas y años en los que se intentaran proyectos, que en toda lógica, unos llegaran a buen término y otros quedaran enterrados en el silencio de los justos, incluso bajo la presión de la polémica, la discrepancia y la alternativa, como por otra parte es normal en la conciencia democrática que ya inundaba por derecho la sociedad española, y también la almanseña…»

Javier MACIÁ.

La Semana Santa de Almansa en la primera década del nuevo milenio va a experimentar una explosión de pasiones y emociones que abundaran en su enriquecimiento, tanto participativo como relevante. Serán años en los que las distintas hermandades aumentaran su presencia en las calles, años en los que se verán sometidas a la necesidad de regular esa participación junto al resto de entidades religiosas y años en los que se intentaran proyectos, que en toda lógica, unos llegaran a buen término y otros quedaran enterrados en el silencio de los justos, incluso bajo la presión de la polémica, la discrepancia y la alternativa, como por otra parte es normal en la conciencia democrática que ya inundaba por derecho la sociedad española, y también la almanseña.

La transición de las carrozas a los costaleros

Lo que personalmente puedo decir de las procesiones de Semana Santa que a principios de la década del nuevo siglo había en Almansa es que, a excepción de la salida del Encuentro, en la que nuestra Patrona es portada por sus pastores y se da oportunidad a otros fieles, y la imagen del Sagrado Corazón lo hace de igual manera, ambas imágenes eran transportadas en andas/parihuelas. Y también, Jesús del Calvario y María Santísima de la Esperanza, procesionaban en trono llevados por costaleros.

En el resto de procesiones, es decir, el Domingo de Ramos (en la que no había presencia de imaginería alguna), la procesión del Santo Entierro (que gozaba de poder procesionar con una imagen de Cristo Yacente) y la procesión de Medinaceli (en la que se podían ver las dos imágenes, Jesús y la Dolorosa), la presencia de las carrozas prevalecía sobre el uso de anderos o costaleros.

Así pues, el momento en que el Cristo de la Buena Muerte hace su aparición en la escena confesional almanseña, resulta clave, al igual que lo fuera diez años antes la Hermandad del Calvario, cuando se fundaba y su titular salía a procesionar con costaleros.

Debe estar registrado en diversos medios, desde luego mi memoria no consigue ubicar el año exacto en que el Cristo de la Buena Muerte, sacado a brazo salió a las calles de Almansa, y tampoco los años que así lo hizo, pero fueron pocos. ¿A qué me refiero? ¿tan poca aceptación tuvo la iniciativa, que tras un par de años todo se vino abajo? Para nada.

Muy al contrario, este proyecto fue la catapulta para que, la Junta de Gobierno de Medinaceli, viendo y atendiendo la llegada de interesados hombres en participar en la procesión del miércoles, vislumbrase la oportunidad de adquirir un trono de envergadura suficiente para acoger a todos los costaleros y abandonar en un primer intento la carroza que hasta esa fecha era el medio de portar a su Sagrado Titular.

Y el intento culminó en realidad. La Junta presentó un trono, adquirido en Hellín, con capacidad para albergar hasta 40 hombres en sus varas, con un peso que excedía la tonelada y que puso bajo la tutela del capataz Ricardo Milán (RIP) y al que se le encomendó la tarea de afiliar simpatizantes para llevar a buen puerto el proyecto de cambio.

El recuerdo de un buen Capataz

Merece un relato concreto la figura de Ricardo Milán. Buena persona, participativo, y comprometido con la realidad almanseña, tanto festiva como cristiana, digno de mención y consideración, ya que de su buen hacer es fruto el éxito del proyecto que supuso llevar a Jesús de Medinaceli en hombros y como quizás nunca se había visto en Almansa, estableciendo un nivel que presumo no se podrá alcanzar en años futuros.

La importancia del trabajo de Milán como capataz, no radica tanto en la sapiencia adquirida para dirigir el trono, que también, sino en la prestancia que desempeñó en que los hombres de Almansa participaran en la labor. Supo combinar desde su puesto en Medinaceli la administración de los hombres que le seguían e incrementar su número, debido a su buena relación con amigos de las fiestas patronales (escuadras de beduinos) y a la par desde su puesto de andero en la Hermandad del Calvario, también consiguió adscripciones para el nuevo trono de Medinaceli.

Con estos mimbres, es decir un capataz audaz y una junta de gobierno decidida, el año que Medinaceli salió a la calle en su Estación Penitencial portado por 40 hombres y en un trono restaurado y engalanado al efecto, fue más que memorable. Resulto un cambio de modelo en la forma de procesionar.

A consecuencia de ello, en años posteriores, la Dolorosa, imagen que acompaña a Jesús durante el Miércoles Santo, también abandonaría la carroza y las ruedas para ser portada a hombros de cofrades femeninas.

Esto supuso un cambio tan radical que derivó en una consecuencia directa, y es que el Cristo de la Buena Muerte dejara de procesionar los miércoles, pero abrió expectativas en la Junta de Gobierno para, como explicare más adelante, abordar otras iniciativas que no serían menos importantes.

 

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EL SÁBADO…, todos a Plaza de Santa María

«…, es de dominio público que cada vez que la derecha almanseña habla o se refiere al Hospital General, lo haga en la dirección que lo haga, el zurderío almanseño se escandaliza y se dispara cual resorte, pone tiesas las orejas y con afán de desacreditar y de no ceder el más mínimo espacio, esgrime a boca llena la manida frase aquella de “…, esta gente, la fachosfera, no puede hablar de Sanidad en Almansa porque hubo un tiempo que quisieron privatizar el Hospital”. Prueba de lo que afirmo es que esta frase, literal, cual bala de plata contra el hombre-lobo, salió del revólver bucal de María del Carmen Valmorisco en sede plenaria, en el turno de intervención de la concurrencia. La frase «una mentira repetida mil veces se convierte en verdad» se atribuye a menudo a Joseph Goebbels, el infausto y funesto ministro de propaganda nazi. Aunque no está claro si realmente pronunció esas palabras, el concepto refleja una estrategia de manipulación de la información: si una mentira se repite con suficiente frecuencia y consistencia, la gente puede empezar a aceptarla como verdad…»

Luis BONETE. Periodista

Copyright-2024

Es de dominio público que cada vez que la derecha almanseña habla o se refiere al Hospital General, lo haga en la dirección que lo haga, el zurderío almanseño se escandaliza y se dispara cual resorte, pone tiesas las orejas y con afán de desacreditar y de no ceder el más mínimo espacio, esgrime a boca llena la manida frase aquella de “…, esta gente, la fachosfera, no puede hablar de Sanidad en Almansa porque hubo un tiempo que quisieron privatizar el Hospital”. Prueba de lo que afirmo es que esta frase, literal, cual bala de plata contra el hombre-lobo, salió del revólver bucal de María del Carmen Valmorisco en sede plenaria, en el turno de intervención de la concurrencia. La frase «una mentira repetida mil veces se convierte en verdad» se atribuye a menudo a Joseph Goebbels, el infausto y funesto ministro de propaganda nazi. Aunque no está claro si realmente pronunció esas palabras, el concepto refleja una estrategia de manipulación de la información: si una mentira se repite con suficiente frecuencia y consistencia, la gente puede empezar a aceptarla como verdad.

Antes que nada quisiera decir que, cuando escribo estas líneas, me desdigo a mí mismo y a mis ruegos de reserva a Carmen, me uno al club de Bertín Osborne, rectifico y públicamente informo que me encuentro “encerrado” en casa con un enorme trancazo como consecuencia de mi segunda e inoportuna (siempre lo es, ¿o no?) infección causada por el SARS-CoV-2; espero que esta circunstancia que tantos han conocido y superado,  no afecte a mi contrastada lucidez (jajajajajajjjjjjj) y pasito a pasito sea capaz de hacer un buen trabajo, y si no es así, por lo menos que quien lo comience lo termine de leer.

Pasado mañana sábado, día 15 de junio,  a las 11 de la mañana y en la plaza de Santa María la recién creada Coordinadora por la Defensa del Hospital, integrada por un cúmulo variopinto de vecinos y esto es muy importante, sin el amparo de ninguna sigla política ni sindical, ha convocado una concentración ciudadana con el fin de exigir a la administración regional, concretamente al SESCAM que, de una puñetera vez, deje de mirar hacia otro lado, regrese a la senda correcta, abandone las excusas y retorne a facilitar los servicios sanitarios de calidad que los pacientes del GAI de Almansa nos merecemos y que pagamos con nuestros impuestos. De paso, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, en un genuino y lícito derecho de opinión y pensamiento, la Coordinadora se hace eco de un clamor vecinal y reclama al responsable del SESCAM que cese al actual Director Gerente del Hospital, Antonio Sánchez, y ponga al frente del Hospital a una persona con experiencia de gestión, pero sobre todo a un profesional que sea cercano, empático con el personal médico y los pacientes, en definitiva, un experto de puertas abiertas.

Avezado como estoy de espantos y quebrantos, imagino que la zurdería almanseña, ante el llamamiento a concentrarse por parte de lo que ellos consideran la fachosfera, es más que posible que actúen como si oyesen llover y no hagan acto de presencia en la plaza de Santa María, por lo menos a nivel institucional, no sea que si alguien sale en la foto (que en Toledo mirarán con lupa, advierto) posteriormente le tiren de las orejas en forma de anular prebendas, salarios, y o puestos de confianza, o vete tú a saber qué cosas.

Me pregunto: ¿quién politiza la concentración del sábado?. ¿Quienes la convocan solicitando al SESCAM que el Hospital de Almansa proporcione una sanidad de primera?. ¿O más bien  la politizan aquellos que denigran y adjetivan de forma vergonzosa a un grupo de almanseños a los que les une el hartazgo de, entre otras cuestiones, notables bajas de servicios, ausencia de especialistas y listas de espera interminables, todo ello bajo la supervisión de un gestor que más que una persona que debería de ser amable, cordial y cortés, se acerca al perfil de un funcionario resabiado con el mundo?. Da la impresión que el zurderío local no puede caer en la enfermedad, que son inmunes a los achaques y los padecimientos, pero esa no es la realidad, saben que las dolencias pueden llegarles en cualquier momento como a cualquiera, la objetividad de su pasotismo ante la convocatoria de la concentración obedece pura y llanamente a la política. Ellos, la izquierda zurda almanseña sí que politizan la concentración. Si no vas, piensan, apoyas a los nuestros y de paso pones un nuevo clavo en el ataúd de la fachosfera, pero si haces acto de presencia, cavilan, te alineas con quienes usan la sanidad como arma política. Usted lector tiene la última palabra.

Es más que evidente que cada cual asiste donde quiere, y se deja notar en aquellos lugares y actos que le parecen más oportunos, pero no quiero dejar pasar la ocasión para denunciar la hipocresía que ante la concentración del sábado exhiben los sindicatos UGT, CC.OO también la CNT. Las denominadas fuerzas sociales, hasta el momento, son tal para cual, igualitas que el equipo de Gobierno social-comunista. ¿Dónde se ha visto semejante servilismo con el poder?. Los sindicatos de clase, ¿no apoyan una sanidad de calidad en Almansa?. Ningún representante sindical ha comparecido públicamente apoyando la concentración y exhortando a los vecinos a la asistencia a la manifestación. No se puede ser más pesebrista y estómagos agradecidos, tampoco me extraña que anden de capa caída y la clase trabajadora los ponga a caer de un burro en el momento se presenta la mínima ocasión. Los dirigentes sindicales locales, en vez de alinearse con las necesidades sanitarias de los ciudadanos, que solicitan algo que es más que justo, lejos de eso, no piensan más que en sus lentejas, en sus nóminas, se miran el ombligo y ponen, como nadie en práctica la suerte de don Tancredo.

Pero yo no formo parte del equipo de Gobierno social-comunista de Almansa, y tampoco tengo carnet sindical, soy un jubilado en estos momentos enfermo de SARS-CoV-2, periodista en activo y libre pensador. A mí nadie me coarta mi libertad de expresión, y por estas razones solicito, ruego, suplico, requiero, insto y pido, a todo aquel que lea estas líneas que el próximo sábado a las 11 de la mañana, recuerde que los almanseños tenemos una cita en plaza de Santa María; no una cita política, no, sí un legal encuentro ciudadano para reclamar y recordar a la administración regional, al SESCAM, que tiene la obligación de prestarnos servicios sanitarios de calidad. Política aparte.

Nos vemos el sábado, si la salud me lo permite.

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A propósito del fango

El pasado domingo día nueve, jornada electoral europea para aquellos desinformados, pasotas y abstraídos tecnológicos, fui plenamente consciente de lo que es el fango. Mi lugar de recreo preferido, desde hace más de cuarenta años, es una pequeña parcela situada en la sierra, a la que se termina accediendo tras cruzar una pequeña cañada y posteriormente una rambla, que en su día fue acondicionada con el puente de paso necesario para cruzarla, la rambla.

Javier MACIÁ

El pasado domingo día nueve, jornada electoral europea para aquellos desinformados, pasotas y abstraídos tecnológicos, fui plenamente consciente de lo que es el fango. Mi lugar de recreo preferido, desde hace más de cuarenta años, es una pequeña parcela situada en la sierra, a la que se termina accediendo tras cruzar una pequeña cañada y posteriormente una rambla, que en su día fue acondicionada con el puente de paso necesario para cruzarla, la rambla.

Pues se da el caso de que las lluvias torrenciales del sábado, víspera de la votación al parlamento europeo, sembraron la incertidumbre sobre como habría afectado semejante descarga diluviana a los caminos de acceso a tan recóndito lugar.

Por esa causa, y tras haber ejercido mi derecho al voto, me dispuse a trasladarme al terreno para comprobar de primera mano los efectos de la Dana.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define el vocablo “fango”, como el aglutinamiento de sedimentos térreos, que se transforman en lodo cuando el agua se estanca.

Ello de por si no es problemático. La experiencia de años me ha enseñado que toda vez que se ha formado esta capa lodosa, si la dejas secar, se endurece y posteriormente puedes transitar por encima de ella, con la normalidad más absoluta. Y si bien es cierto que no conviene ir dejando que las sucesivas capas de barro se vengan amontonando, para perjuicio del trazado y seguridad del camino a transitar, no lo es menos, que intentar enfrascarse en una pelea directa con el barro fresco, resulta tedioso, asqueroso y peligroso.

Pero la impulsividad, tozudez, y muchas veces la inconsciencia, del ser humano lo traspone en situaciones farragosas, iracundas y casi delirantes.

Hallado en el lugar y ante la presencia de abundante lodo en la cañada, el camino y previo a llegar a la rambla, dejo el coche en el altiplano del pozo y me dispongo a caminar dirección a la parcela. Vestido de verano, con calzado que descubren mis pies, salvo los dedos y talones (alpargata valenciana), me dispongo a la aventura. Puede imaginar el lector que no tarde en verme sumergido en el lodazal, arengado de barro hasta los tobillos e intentando escapar de tamaña podredumbre circunstancial.

Estaba yo con el légamo hasta las rodillas, cuando de repente recordé en que día me encontraba. Jornada electoral, políticos en disputa, ofreciéndose a prometer soluciones para el pueblo llano, mintiéndole a la cara y aludiendo a una metafórica maquinaria de embarrar todo el contubernio político de España y de Europa.

El fango es el mismo en su significado más literario. La corrupción política, los desmanes administrativos , los abusos de poder, la falta de democracia en las decisiones políticas, el empesebramiento de los poderes de opinión y económicos, la dependencia de las subvenciones, en definitiva, unos sedimentos fruto de la organización social del sistema, que se atascan cuando nadie limpia esa capa, para que se vayan acumulando casos y cosas de todos los órdenes ideológicos, cual escorrentías de arena son arrastradas por el agua hasta su lugar de descanso, y vayan cubriendo a la clase media que intenta salir del atasco.

Da igual el origen de la tormenta, puede ser el PSOE, o el PP, incluso VOX o los independentistas hijos del Pujolismo. El barro es tan inmisericorde y cuantioso que hasta el revolchevique Iglesias ha sucumbido al sistema. Y ahora llega Alvise Pérez, prometiendo que la fiesta se acaba. Esperemos que las ganas de limpiar el barro sean mucho mas fuerte que toda la amalgama de poderes que prefieren ir acumulando mierda, mientras se llenan los bolsillos fruto de los impuestos y la mala administración.

Particularmente cuando el fango se desborda y estropea mi viejo camino a la paz, la gloria y el descanso en mi parcela, contrato los servicios de un especialista, que, provisto de potente maquinaria, retira el lodo, alisa el firme y reconstruye la senda del buen camino, como si de una resurrección se tratara, como un parto lleno de dolor y sangre que ofrece vida nueva y limpia. Eso es lo que se necesita, y no zarandajas y algarabías por haber podido celebrar la democracia mal entendida.

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DIEZ AÑOS SIN JESÚS DEL CALVARIO EN ALMANSA (VI)

«…, entrar a participar en la Estación Penitencial del Miércoles Santo que desempeñaba la Archicofradía de Medinaceli, he de confesar que simplemente fue fruto del deseo cargado de añoranza, por revivir la pasión legionaria en la manifestación de mi fe. Hasta ese momento, la imagen de Jesús y de María de los Dolores venían procesionando sobre una carroza que empujaban hermanos, y voluntarios feligreses. Pero se hace inevitable la comparación, ya que mi experiencia en el Calvario me capacitaba para ello…»

Javier MACIÁ. Copyright-2024

Entrar a participar en la Estación Penitencial del Miércoles Santo que desempeñaba la Archicofradía de Medinaceli, he de confesar que simplemente fue fruto del deseo cargado de añoranza, por revivir la pasión legionaria en la manifestación de mi fe. Hasta ese momento, la imagen de Jesús y de María de los Dolores venían procesionando sobre una carroza que empujaban hermanos, y voluntarios feligreses. Pero se hace inevitable la comparación, ya que mi experiencia en el Calvario me capacitaba para ello.

También desde la austeridad y seriedad que una ocasión así merece, pero con cierta efusividad más acuciada, la Archicofradía de Medinaceli se presentaba a los fieles algo más viva en la fe o con signos más representativos del momento. Es decir, si bien el Calvario se adentra en el silencio y la introspección del feligrés, ahondado en la reflexión y la pasión real, como es el camino hacia la muerte de Cristo, por lo que evita los matices excesivos de exposición en la celebración,  Medinaceli reluce por su muestra de aclamación en los ritos previos a la procesión, en detalles como;  la oración colectiva, la preparación eucarística, los rezos y laudes, aderezado todo ello por el inconfundible aroma del incienso y la tenue luz de la cera, y posteriormente en el recorrido real, con la presencia de bandas de cornetas y tambores e incluso banda musical como veremos en años venideros.

Esto tiene toda su lógica, ya que son momentos litúrgicos distintos. Medinaceli representa a Cristo apresado tras la denominada última cena, durante los días de celebración de la Pascua libertadora del pueblo hebreo. El Calvario recibe su nombre del propio tránsito al emplazamiento de la crucifixión, con Jesús malogrado, castigado y martirizado.

Como lógica tiene también, que un Hermano Mayor, en este caso Luis Bonete, en su condición de caballero legionario, quisiera incentivar la participación de fieles impulsando la salida del Cristo de la Buena Muerte, en la mencionada Estación Penitencial.

La imagen, que es obra del gran escultor Enrique Casterá Masiá, está fechada en 1940 y es una de las más de 200 tallas y obras con las que el artista valenciano quiso obsequiar a la España católica de entonces. El realismo de la talla tiene su fundamento en el momento de crucifixión, en donde Jesús toda vez que es lanceado por el romano Longinos, aún mantiene los ojos abiertos, al tiempo que denota el agotamiento y transcurso doloroso hacia el éxitus de la vida.

En procesión, Cristo recorre las calles apoyado en los hombros de cuatro hombres que se colocan en los extremos de la cruz, y que de forma aleatoria y a requerimiento del llamador del capataz, lo alzan extendiendo el brazo, simulando el estilo militar y disciplinado, que hacer coincidir así la pasión cristiana con el espíritu legionario.

Como ya mencioné en el capítulo anterior, conocí de esta iniciativa de la mano de mi hermana Belén, y se me convocó a los ensayos previos. Llegado el día, me hallé imbuido en una cuadrilla de hombres, dirigidos por Ricardo Milán (RIP), dispuestos al sacrificio y la penitencia de llevar la imagen de Cristo crucificado, levantada a brazo, durante la procesión del Miércoles Santo. Citar a cada uno de ellos o tan siquiera a uno, podría llevarme a errores o a la omisión, de forma que se pudiera mal entender, por tal razón, simplemente hare alusión a las descripciones generales que todos hacían del momento.

Los adjetivos pueden ir desde brutal hasta inconmensurable, desde precioso hasta emblemático, desde único hasta supremo. Pero para mí, unión, esfuerzo, y verdadero sacrifico, son sin duda los sustantivos que mejor definen esta manifestación de fe. Hoy me siento realmente orgulloso de haber sido parte, junto a aquellos compañeros y su Capataz, de un hito dentro de la historia de la Semana Santa almanseña, que respondió a la pasión e imaginación de mi hermano en Medinaceli y de armas, Luis Bonete Piqueras ofs.

Un éxito que provocaría admiración en los viandantes, público y asistentes a la procesión, y que se traduciría para años venideros, en caldo de cultivo para aumentar las cuadrillas de costaleros en las dos hermandades, que ya formaban parte de la semana cristiana por excelencia.

En fechas consiguientes, el afianzamiento de las cofradías, el aumento de participantes y la expectación creada en la ciudadanía, provocaría la necesidad de crear el organismo regidor o regulador del colectivo, la Asociación Inter parroquial. No en vano, ya que la Semana Santa, que durante muchos años se limitaba a la celebración del Domingo de Ramos, el Santo Entierro y el Encuentro, se ampliaba con dos eventos relevantes más, desde la llegada de las hermandades, para cubrir el Miércoles y el Jueves Santo.

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UN COMPROMISO CON LA HISTORIA

«…, es muy probable que estas líneas que hoy escribo no lleguen al destino que a mí más me gustaría: los despachos madridistas de la calle Concha Espina en Madrid, aunque no descarto que de alguna forma u modo, finalmente, sí aparezcan encima de alguna de las mesas de tan noble dirección postal. A pesar de ello, si con esta misiva remuevo alguna conciencia o consigo que quien debe hacerlo reflexione sobre la displicencia e indiferencia con la que desde el Real Madrid C.F. se actúa, año tras año, en la fecha en la que la Peña Madridista rinde homenaje a la  figura de Santiago Bernabéu en el aniversario de su fallecimiento, si eso es así, me daré por satisfecho…»

Luis BONETE. Periodista. Copyright-2024

Socio del Real Madrid C.F. número 43.946, desde septiembre del año 2.000

Es muy probable que estas líneas que hoy escribo no lleguen al destino que a mí más me gustaría: los despachos madridistas de la calle Concha Espina en Madrid, aunque no descarto que de alguna forma u modo, finalmente, sí aparezcan encima de alguna de las mesas de tan noble dirección postal. A pesar de ello, si con esta misiva remuevo alguna conciencia o consigo que quien debe hacerlo reflexione sobre la displicencia e indiferencia con la que desde el Real Madrid C.F. se actúa, año tras año, en la fecha en la que la Peña Madridista rinde homenaje a la  figura de Santiago Bernabéu en el aniversario de su fallecimiento, si eso es así, me daré por satisfecho.

Mis respetos y admiración para dos honrosas y veteranas personas: Juan Ignacio Rodríguez, “Juanito”(ex-jugador del Real Madrid y ganador de la liga 66-67) y Francisco Bonet Serrano “Bonet” (ex-jugador del Real Madrid,  campeón de Liga 85-86 y de la Copa de la UEFA 84-85 y 85-86), que de forma caballerosa, habitual y honrosa, con su ya habitual presencia en Almansa, salvan la cara del Real Madrid en un acto institucional que el club madrileño manifiestamente desdeña e incluso me atrevería a decir, da la impresión que le molesta.

Vaya por delante que llevo a gala y que para mí es un orgullo y honor ser socio del Real Madrid C.F. desde el año 2.000, pero esta circunstancia de la que solamente pueden presumir unas cuantas decenas de miles de personas, hace más dolorosa, si cabe, la inexplicable actitud del presidente Florentino Pérez y su gabinete de protocolo de obviar, año tras año, hasta la lo increíble y asombroso, la participación directa e indiscutible del club en la jornada anual en la que la Peña Madridista de Almansa rinde homenaje a Santiago Bernabéu en el aniversario de su fallecimiento.

Si hacemos memoria, observamos que no siempre las cosas han sido como ocurren ahora. Por Almansa, y frente a la tumba de Santiago Bernabéu han rendido homenaje, recuerdo y lágrimas (alguno olvidaré) jugadores inolvidables “leyendas madridistas”, personajes ilustres y directivos, entre ellos: Jacinto Quincoces, Ignacio Zoco, Amancio Amaro, Francisco Gento, José Antonio Camacho, José Luis Pérez Payá, José Santamaría, José Luis Peinado, José Antonio Grande, José Martínez “Pirri”, Francisco Bonet “Bonet”, Juan Simón, Juan Rodríguez “Juanito”, Emilio Butragueño, Manuel Velázquez, Alfredo Di Stéfano, Lorenzo Sanz, Luis de Carlos, Vicente Boluda, Fernando Martín, Ramón Mendoza, Florentino Pérez, numerosos presidentes de peñas madridistas y alcaldes como Antonio Callado, Antonio López, Fermín Cerdán, Francisco Núñez, Javier Sánchez y Pilar Callado ….., incluso un año, el de la “séptima”, Lorenzo Sanz trajo a Almansa una réplica de la orejona para delirio y alegría de la gran afición madridista de Almansa que, recordemos, se autodenomina, y no le falta razón, “cuna del madridismo”.

Según mi opinión, en el señalado día del homenaje al recordado presidente Bernabéu, la presencia en Almansa de toda esta magnífica pléyade de “personas de calidad”, comienza a languidecer tras la muerte de Alfredo Di Estéfano en el año 2014. Es más que evidente que hay un antes y un después en las visitas a Almansa una vez que la “saeta rubia” deja este mundo y, seguro, de influir y recordar en los despachos del club que el dos de junio el Real Madrid CF tiene una cita con su historia en Almansa.

Llegados a este punto, es importante subrayar que el actual presidente del Real Madrid C.F., Florentino Pérez, ha hecho público en múltiples ocasiones su profunda admiración por Santiago Bernabéu, resaltando su papel fundamental en la construcción de la identidad y grandeza del Real Madrid. Pérez califica a Bernabéu como un pionero y visionario que entendió que la combinación de un gran estadio y los mejores jugadores era la fórmula para convertir al Real Madrid en un icono mundial​. Incluso ha señalado que, a pesar de rumores y algún que otro movimiento social en esa dirección, nunca se cambiará el nombre del estadio Santiago Bernabéu. Pérez rechaza la idea enfáticamente, y se muestra convencido de  respetar la importancia del legado de Bernabéu para el club.

Es por todo lo anteriormente dicho por lo que los vecinos y la afición madridista almanseña puede comprender la razón por la que el Real Madrid. C.F. no se implica como debiera y, en los aniversarios de la muerte de Bernabéu, ensalce su figura como todos creemos que debería de hacerlo: colaborando estrechamente y sin cortapisa alguna con la Peña Madridista de Almansa en un acto anual de admiración y honra hacia una persona, Bernabéu, que lo es y ha sido todo en el Real Madrid.

A una entidad como es el Real Madrid C.F., dotado de una infraestructura de medios y protocolo gigantesca, experimentada y  sin medida, el movilizar y desplazar a Almansa, una vez al año, alguien de la extensa Junta Directiva que posee, a quien podría acompañar algún jugador, solamente le cuesta la voluntad de querer hacerlo. Sería como reverdecer laureles. Almansa esa jornada, con una programación adecuada y bien organizada, se convertiría en foco mediático, no solo regional, sino nacional incluso internacional, y hasta aquí llegarían aficionados, peñistas y socios dispuestos a participar de un episodio que, no solo el Real Madrid C.F. debería de dejar de ningunear, sino que embargado e inspirado por la grandeza de la persona que lo motiva, evidenciaría que el cariño, el recuerdo, la devoción y predilección que se vocea desde Madrid por D. Santiago, efectivamente es auténtica y no palabras bien dichas en un momento dado y que luego se las lleva el viento.

Si estas líneas son leídas por el presidente y/o algún responsable del club de mis amores, del que a pesar del mal rato anual que me hace pasar no reniego, solicito sean entendidas como crítica constructiva. Escritas con un limpio afán de modificar la actual tendencia de una presencia deportiva nula, de muy bajo perfil institucional y que no genera otra cosa más que desaliento e incredulidad en una afición, la almanseña, que no merece que, hace unos años pudiera ir con la cabeza bien alta y orgullosa por la presencia de prestigiosos y acreditados jugadores y directivos, y hoy cuando aún resuenan los ecos de la consecución de la  decimoquinta champions, se sientan abandonados y huérfanos de un club cuyos colores defienden contra viento y marea.

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, y si se quiere, solamente si se quiere, desde Madrid, quien puede hacerlo, debería de volver a ilusionar a los miles de niños madridistas que en Almansa adoran al equipo merengue. Venir a Almansa, de forma anual, a rendir homenaje a la memoria de D. Santiago no debe de entenderse como un desplazamiento molesto o un mero o simple acto “in memoriam”, sino como un auténtico compromiso con la historia del Real Madrid C.F. y la figura universal que fue, es y será Santiago Bernabéu de Yeste.

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