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Diez años sin Jesús del Calvario en Almansa (X)

«…, la Asociación de Costaleros “Miguel Cuenca”, lamentablemente, pasó a la historia antes de nacer.  Fue una iniciativa que quien suscribe presentó en toda regla, a los costaleros almanseños y a los dos hermanos mayores de las hermandades, y cuya finalidad era agrupar a los voluntarios para perpetuar la tradición de portar las imágenes de Semana Santa a hombros, independientemente de la devoción que cada uno de ellos profesara. En definitiva, sentar una colaboración fraternal por el bien de la organización de estas manifestaciones religiosas..

Javier MACIÁ. Copyright-2024

La Asociación de Costaleros “Miguel Cuenca”, lamentablemente, pasó a la historia antes de nacer.  Fue una iniciativa que quien suscribe presentó en toda regla, a los costaleros almanseños y a los dos hermanos mayores de las hermandades, y cuya finalidad era agrupar a los voluntarios para perpetuar la tradición de portar las imágenes de Semana Santa a hombros, independientemente de la devoción que cada uno de ellos profesara. En definitiva, sentar una colaboración fraternal por el bien de la organización de estas manifestaciones religiosas.

El nombre se debe a un intento de homenajear a Miguel Cuenca, que formó parte desde el principio de la cuadrilla de costaleros, que allá por el año 1993 se iniciaron en la tarea de portar a Jesús del Calvario, y que no recuerdo bien la fecha, falleció en esos años (2006-07), casi convulsos para la Hermandad del Calvario, pues afrontaba una nueva ejecutiva y una reducción de hermanos.

El que firma estas letras y resto de postulantes en favor de esta asociación, llegaron a realizar dos reuniones en el año 2007. En una primera, que tiene fecha 16 de junio, se presentó la declaración de intenciones y se propuso la Junta Gestora, que aprobaría la denominación. La segunda convocatoria se trasladó al mes de septiembre, dejando pasar el verano para afrontar el nuevo curso desde el día 21, en que se reunirían para presentar nuevos candidatos a socios, redactar estatutos y reglamento, y tramitar el alta legal de la asociación.

Después de aquellas dos asambleas ilusionantes, especialmente para mí, nada más se supo, quizás faltó perseverancia o disposición, o los acontecimientos que se sucederían a posteriori restaron iniciativa en algunos de nosotros. Como quiera que fuese, lo que me parece vital es intentar explicar el fundamento de esta propuesta de asociación, y para ello hay que analizar la coyuntura en cuanto a la organización y realización de las estaciones penitenciales del momento.

Primero hay que recordar el establishment o jerarquía de poder que la Semana Santa presentaba: En primer orden la nueva Agrupación Interparroquial tenía como presidente a Pedro García Cano, a la sazón, Vice Hermano Mayor de la Archicofradía de Medinaceli y se atesoraba así la predisposición de intenciones de voto. En segundo término, Ángel Infantes, se estrenaba en estos menesteres como Hermano Mayor del Calvario, y a pesar de sus reticencias por el nuevo organismo regulador y condescendencia con el devenir del momento, siempre se prestó a la buena colaboración por el bien de la Semana Santa almanseña. En tercer lugar y con un protagonismo ascendente, Luis Bonete Piqueras, Hermano Mayor de la Archicofradía de Medinaceli, puesto que mostraba inquietudes, ganas de trabajar y apostaba por el constante evolucionismo de ampliación de las manifestaciones cristianas en las calles. En último término, y no con menos importancia, ya que, hasta el resurgimiento de las procesiones, habían sido los verdaderos protagonistas de esta celebración popular, debemos citar a: Horacio Valiente, que delegaba su representatividad de la Sociedad de Pastores, pero se mantenía en la presidencia y Pascual Ruano, que había sucedido a Isabel Ferrero en el cargo de presidencia de la Sociedad de la Virgen, y hacía lo propio por esta entidad.

Con esto sobre el tapete del análisis, ahora voy a desmembrar las estaciones penitenciales: El Jueves Santo (Calvario) mantenía sus propuestas. Sin embargo, desde la cofradía de Medinaceli, y aprovechando la inclusión del nuevo trono para cuarenta hombres (nuca se pudo salir con ese numerario, pero si con 36) y de la mano de Luis Bonete como máximo representante, se apuesta por retirar la salida del Cristo de la Buena Muerte durante el Miércoles Santo, para instaurar una nueva salida procesional, en la que esta imagen seria protagonista durante la mañana del viernes, en el amanecer.

Así que, cuando Medinaceli consigue aprobar reglamentariamente su nueva procesión, nace la necesidad de aportar costaleros para que el Cristo de la Buena Muerte salga a las calles de Almansa en procesión, durante la mañana del Viernes Santo entronado en las nuevas andas y a hombros de 36 portadores.

Esta necesidad es la que la Asociación de Costaleros “Miguel Cuenca” debía cubrir, ya que, estaría formada por voluntarios hombres de ambas cofradías y demás colectivos cristianos de la ciudad y público en general. Tal era su fundamento, y así quedó reflejado en la declaración de intenciones y las reuniones fundacionales mencionadas, y de las que conservo manuscritos y actas del momento, pero que como dije al principio, lamentablemente nunca vieron la luz.

Nunca llevé la propuesta a la Agrupación Interparroquial, pues era preventivo tener constancia de que sería posible constituirla. Pero si quise implicar a las dos cofradías protagonistas. La respuesta de Ángel Infantes, fue abstencionista, rehusando participar de la iniciativa, no así de su capataz Jesús Yáñez. Por el contrario, Luis Bonete se mostró interesado y Ricardo Esteban Milán, capataz de Medinaceli también.

Mientras todo esto sucedía, nuevas ideas surgían entre los colaboradores. La idea una revista oficial iba tomando forma, la alternancia en la elección del pregonero era efectiva. Se oían ya rumores de la creación de una nueva Hermandad dedicada a la captación infantil desde la procesión del Domingo de Ramos, en la que, la presencia de niños/as sacramentados en la primera comunión era más que relevante y se vislumbró por vez primera, la intención de homenajear al Cristo de la Buena Muerte de Belén. Pero eso son relatos venideros.

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VIRGEN DE BELÉN. Almansa, seis de mayo 2024

VIRGEN DE BELÉN

«…, un año más, nos damos cita en este templo parroquial de Almansa para celebrar esta solemnidad eucarística de las fiestas en honor a la Virgen de Belén, recordando una batalla histórica en la cual, Ella, la Virgen de Belén, tuvo un papel muy importante y que a través de la historia y las tradiciones volvéis a recordar y rememorar…»

Almansa, seis de mayo 2024

Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción

Homilía predicada en el día de la festividad de la Virgen de Belén, Patrona de Almansa

Mons. Ángel FERNÁNDEZ COLLADO. Obispo Emérito Diócesis de Albacete

Un año más, nos damos cita en este templo parroquial de Almansa para celebrar esta solemnidad eucarística de las fiestas en honor a la Virgen de Belén, recordando una batalla histórica en la cual, Ella, la Virgen de Belén, tuvo un papel muy importante y que a través de la historia y las tradiciones volvéis a recordar y rememorar.

Os saludo con afecto y estima a todos los que estáis aquí presentes: sacerdotes, diácono y acólitos; al coro, a la Sra. alcaldesa y Corporación Municipal, a los festeros y festeras, al presidente de la Asociación de la Virgen de Belén, a los miembros de la gestora de la Asociación de Pastores de la Virgen de Belén, al jefe de la Policía Local, al cuerpo de la Guardia Civil, y a todas las demás autoridades presentes. A todos, en general, mi saludo colmado de afecto y estima.

Cuando celebramos una fiesta mariana, podemos preguntarnos: ¿porqué nosotros católicos, tenemos tan grande devoción por María?. La respuesta es, porque la Iglesia Católica quiere proclamar la plenitud del evangelio sobre la salvación.

En la primera carta de San Pablo a los Corintios, leemos: “…, como todos mueren por Adán, todos recobrarán la vida por Cristo…” (ICor.15,22). Si, a causa del pecado de Adán  llegó la muerte, gracias a Cristo y su cruz llegó la salvación. Por esta razón le llamamos el nuevo Adán. Pero la historia del primer pecado no es solo la historia de Adán, es también de Eva.

Si Jesús es el nuevo Adán, ¿Quién es la nueva Eva?. La Virgen María, madre de Jesús, ella es la nueva Eva. Si la historia completa del pecado incluye a Adán y Eva, así la historia de la redención incluye al nuevo Adán y a la nueva Eva. No se puede proclamar la historia completa de la redención sin la nueva Eva: María.

Podemos encontrar en la Sagrada Escritura muchos paralelos entre el viejo Adán y Eva, por una parte y por otra parte, entre Jesús y María. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, Eva salió de la costilla de Adán. En el libro del Génesis leemos: “…, Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y (….) le sacó una costilla y llenó de carne el sitio vacío…” (Gen 2,21), pero en el Nuevo Testamento, Jesús nació de la Virgen María, Jesús tomó carne de una mujer, su Madre. En el Antiguo Testamento, fue la primera en desobedecer e introducir a Adán en el pecado; en el Nuevo Testamento, fue la Mujer, María, la primera en obedecer. Ella ha dicho “sí” al Arcángel Gabriel.

En el momento de la pasión de Cristo todos lo abandonan, pero Ella no lo abandonó. María se quedó con su hijo. Una mujer que ama, pero también una mujer fuerte. “…, Junto a la cruz de Jesús estaban su madre…,” podemos leer en el Evangelio.

Puede ser que en el momento de la pasión de su hijo, recordara las palabras del ángel sobre su hijo en la Anunciación: “…, será grande, llevará el título de Hijo del Altísimo; el señor Dios le dará el trono de David, su padre, para que reine sobre la casa de Jacob por siempre, y su reino no tenga fin…” (Luc 1, 32-33). María vio a su hijo en agonía en la madera de la cruz; su hijo está en la cruz, un trono para los esclavos. La muerte de la cruz, en realidad, fue reservada sobre todo a los esclavos.

También nos dice el Evangelio: “…, Jesús viendo a su madre y al lado al discípulo amado, dice a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo…”. Después dice al discípulo: “…, ahí tienes a tu madre…”. A primera vista, parece que Jesús está simplemente cumpliendo con el deber filial del cuarto mandamiento, es decir, hallar acomodo y seguridad para una madre viuda que va a quedarse sola. Pero, más allá de esta lectura, hay un dato que nos inclina a otra interpretación. Por ejemplo, si Cristo solo hubiera querido dejar a su madre en el cuidado de san Juan, lo natural sería primeramente dirigirse a él, y no a Ella, como consta en el texto. Además, ¿Por qué comienza llamándola “mujer” y no “madre”?. Sin duda porque la vocación maternal de María no se refiere aquí a Jesús, sino que se hace extensiva a todos a quienes en el discípulo amado estamos representados.

Todo indica que aquí se proclama la maternidad espiritual de María sobre los cristianos. Ella es nuestra madre; madre de todos los discípulos de su Hijo. María tiene muchos títulos; es suficiente recordar las letanías lauretanas, llenas de bellas advocaciones, pero más bella y más importante es ser la Madre de Dios, y nuestra Madre.

Amar a María como nuestra madre, supone sentirnos unidos en la gran familia que es la Iglesia. Llamar madre a María nos remite necesariamente al gran momento en que Cristo entregó la vida por nosotros en la madera de la cruz. Invocar a María como madre nuestra es más que un puro recurso sentimental, supone sentirse unidos como hermanos en la cruz de Cristo; supone ayudarnos a llevar mutuamente las cargas y las cruces; supone tener las fuerzas de liberarnos de nuestras esclavitudes.

Es Ella la que nos repite siempre: “…, haced lo que Él os diga…,” (Jn 2-5). Ella no solo dice sino que también fue la primera discípula de su hijo, y nos muestra como ser buena cristiana o buen cristiano.

Si queremos renovar nuestra fe y nuestro compromiso con Jesucristo, María puede ayudarnos, no solamente a través de su intercesión, sino a través de su ejemplo.

Hoy queremos encontrarnos con María, Virgen de Belén; con nuestra Madre. Si recurrimos confiados a Ella, nos va a decir qué debemos de hacer y sentiremos su amor por nosotros. Pidamos a la Virgen de Belén que nos ayude a liberarnos de todo aquello, que no nos permite sentir el amor de Dios en nuestras vidas cada día.

A Ella le decimos con versos del poeta: “…, Virgen y Madre, consuelo nuestro, haznos encontrar el buen camino. Yo soy hombre, soy hijo vuestro. Tu eres la estrella, yo el peregrino. Tú iluminarás siempre mi camino…”.

Que así sea.

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Diez años sin Jesús del Calvario en Almansa (IX)

«…, la influencia reguladora de la Agrupación Interparroquial para la Semana Santa de Almansa, se hizo relevante desde el mismo instante de su creación hasta nuestros días…»

Javier MACIÁ. Copyright

La influencia reguladora de la Agrupación Interparroquial para la Semana Santa de Almansa, se hizo relevante desde el mismo instante de su creación hasta nuestros días.

Era evidente que la llegada de Medinaceli al escenario procesional suscitaba controversia en el Calvario. Afirmo esto porque los comentarios de algunos miembros y compañeros de carga de la Hermandad del Jueves Santo, resultaban agoreros y premonitorios. Frases como; “esto va a liquidar la Semana Santa…”, o indicaciones como “entre unos y otros la casa sin barrer” e incluso adjetivos peyorativos, que aludían al afán simplista de protagonismo, mencionando orondas partes del vientre, inundaban las tertulias tras las reuniones, asambleas y ensayos. En definitiva, y a mi postrero juicio, la necesidad de regular estos debates quedo escrita con la acción decisoria de la Interparroquial.

¿Qué debates? ¿Qué decisiones? La Semana Santa almanseña adquiere velocidad de crucero desde el momento en que Medinaceli se refunda. Aparecen nuevas ideas, intenciones de promoción, actividad plausible y dinámica, conceptos estos que redundaron sin duda en la proliferación de encuentros polémicos, no por ello desagradables, pero también otros, más controvertidos y ásperos.

Uno de los eventos que ya había quedado instaurado años antes de la refundación de Medinaceli era el Pregón de Semana Santa. Hasta esa fecha, la Hermandad del Calvario fue la encargada de proponer la figura del pregonero, buscando siempre por el interés del acto, la mejor opción entre personajes públicos relevantes, para cautivar al público en general y a los fieles en particular.

Así que, cuando las hermandades y demás entidades religiosas se sientan por primera vez, en la mesa de la Interparroquial para atacar la organización de este insigne acto, en toda lógica, Medinaceli lanza sus propuestas

La elección del pregonero seria uno de estos debates amigables en los que la paz y la concordia harían acto de presencia, pero indudablemente restaban protagonismo -y esto ya es opinión- a la Hermandad del Calvario y sus dirigentes del momento.

Esto se acentuaba cuando la Archicofradía de Medinaceli decide abordar la promoción de su Estación Penitencial con la elaboración de ilustraciones en folletos trípticos, o el anuncio de “su pregonero”, sembrando así el germen de lo que poco tiempo después, sería la revista oficial de la Semana Santa almanseña.

No menos importante en esas fechas es la decisión de Medinaceli respecto de la forma de portar al Titular de la Cofradía, durante la procesión. La pretensión de la Junta de Gobierno, capitaneada por Luis Bonete, era conseguir un trono para 40 hombres, elegir un capataz y procesionar al más puro estilo castellano. Por entonces yo procesionaba, como narre anteriormente, con el Cristo de la Buena Muerte, al estilo legionario y dirigidos por Ricardo Milán.

En una convocatoria especial, que recuerdo se celebró en la tradicional cafetería La Teja, el capataz nos comunica que dejamos de procesionar cual legionarios, para intentar el proyecto que la Junta de Gobierno tenía en ciernes.

¡¡¡¡Cuarenta hombres!!!! ¿de dónde sacara el capataz tal colaboración? Ricardo, al que hice mención en narrativas anteriores, tenía buenísimas relaciones como festero de pro (Templario) y era costalero en la Hermandad del Calvario, a la sazón de quien escribe. Por otra parte -supongo- que Luis Bonete expondría en la mesa de debate de la Interparroquial sus intenciones, y pediría colaboración al resto de entidades. Así que en la lógica más aplastante la polémica estaba servida.

Si los fieles eran pocos- desgraciadamente en la actualidad somos menos- en mi opinión, que Ricardo Milán pidiera colaboración a sus compañeros costaleros para el trono de Medinaceli no debió sentar nada bien, ni a Francisco Arques, por entonces hermano Mayor del Calvario, ni a su Junta de Gobierno.

Corresponde a los protagonistas, si llegan a leer este escrito y alguno de los anteriores de esta crónica, rebatir, argumentar, o contraponer hechos al respecto de mi narración que está realizada desde la experiencia y desde las informaciones recibidas. Pero al margen de esta aclaración, lo cierto es que cuando Medinaceli trasladó el nuevo trono desde Hellín, hasta su sede en el Convento de la PP Franciscanos, los hombres de trono estaban dispuestos y eran provenientes de las fiestas de Almansa, de los costaleros del Calvario y algún que otro voluntario y devoto de la propia cofradía.

En este escenario, que se desarrolla en la primera mitad de la recién estrenada década del nuevo milenio, quedaba patente que, sentadas todas las entidades religiosas en la mesa de la Interparrroquial, Medinaceli parecía tomar el testigo de la Hermandad del Calvario, para ser la “voz cantante” dentro de la organización religiosa.

Esto en mi opinión es lo que provoca una crisis en la Junta de Gobierno de la Hermandad del Calvario y que redundara en la renuncia de varios miembros, que, tras debates y elecciones, designaran a Ángel Infantes, hasta ese momento Capataz del Paso de Cristo, como Hermano Mayor y a Jesús Yáñez, como Capataz. En ese momento mi participación e implicación se ve reforzada, pues tras doce años como costalero en esta hermandad, se me nombra segundo capataz del paso de Jesús del Calvario.

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GORRINERÍA ABSOLUTA

«…, la libertad de expresión es un derecho fundamental de las sociedades democráticas, sin embargo, no todas sus formas pueden ni deben de ser aceptadas, como es el caso que hoy nos ocupa: la utilización vandálica del espacio público a través de una desviación social y crítica respecto a lo que es considerado una absoluta falta de respeto para con el comportamiento que se espera de una sociedad local que presume a boca llena de progresismo y visión de futuro…»

Luis BONETE. Periodista. Copyright-2024

La libertad de expresión es un derecho fundamental de las sociedades democráticas, sin embargo, no todas sus formas pueden ni deben de ser aceptadas, como es el caso que hoy nos ocupa: la utilización vandálica del espacio público a través de una desviación social y crítica respecto a lo que es considerado una absoluta falta de respeto para con el comportamiento que se espera de una sociedad local que presume a boca llena de progresismo y visión de futuro.

El autor/es de la guarra  e insolidaria pintada que se observa en las paredes de los soportales del recién restaurado antiguo Ayuntamiento, parece querer reclamar, usando el vandalismo, una propuesta de Estado donde uno de los derechos colectivos, en este caso el de la vivienda, sea reconocido y desaparezca la marginalidad; todo ello bajo el paraguas protector y el marchamo de calidad de las ideas anarquistas. Chúpate esa, Manolo!!!!.

Desde que el mundo es mundo, la intención y/o filosofía de plasmar mensajes políticos y sociales en paredes y espacios públicos, parece inclinarse a pretender crear un diálogo directo con la sociedad, incitando a la reflexión y generando una conciencia crítica sobre temas que podrían ser pasados por alto o subestimados. Además, contribuye a empoderar a la sociedad al despertar la necesidad de obtener respuestas y fomentar el cuestionamiento del sistema político y social vigente.

Lo que se puede ver estos días en el edificio del pasaje del Coronel Arteaga determina y demuestra bien a las claras que no ser artista, para algunos, es una desgracia llevadera. Pero,  querer serlo a toda costa, sin talento y engorrinando sin pudor alguno…,  puede ser un verdadero desastre. Sobre todo, si pensamos en las consecuencias de este nuevo mal sin remedio que ha dejado con la boca abierta y avergonzados a los miles de almanseños que estos días de comienzo del verano pasean por tan emblemático lugar.

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Diez años sin Jesús del Calvario en Almansa (VIII)

«…, el año 2003 será un ejercicio clave en la Semana Santa almanseña, ya que es el momento en el que desde gran parte de las entidades religiosas que la organizan, se fomenta la creación del organismo regulador de las mismas. Se trata de la Agrupación Interparroquial para la Semana Santa de Almansa. Pero, ¿Cómo se entiende esta necesidad de regular?…»

Javier MACIÁ

El año 2003 será un ejercicio clave en la Semana Santa almanseña, ya que es el momento en el que desde gran parte de las entidades religiosas que la organizan, se fomenta la creación del organismo regulador de las mismas. Se trata de la Agrupación Interparroquial para la Semana Santa de Almansa. Pero, ¿Cómo se entiende esta necesidad de regular?.

En capítulos anteriores, quedaba descrita la nueva sociedad almanseña tras la transición política, y ponía como ejemplo el fenómeno festero, en el que se hizo vital la creación de la Agrupación de Comparsas, entorno al ideal de la Patrona, que debió también conjugarse con la tradicional fiesta manchega y grupos festeros alternativos.

Se estableció así, un órgano regulador entre las comparsas desde el que defender este modelo festero (importado), frente al Ayuntamiento y como alternativa, engrandeciendo el escenario cultural y la oferta turística. Podría escribir también sobre este tema, ya que, en los años 90, fui protagonista también, al participar directamente en la Comparsa Corsarios, la Agrupación de Comparsas y el Consejo Municipal de Fiestas, pero esto ahora es anecdótico.

Lo realmente importante aquí, es explicar como y que motiva la fundación de la Interparroquial almanseña. Y si, también en este ámbito, cuando surgen alternativas, hacen acto de presencia las discusiones y las opiniones varias, e indiscutiblemente la disparidad de criterios, ha de ser armonizada. Veamos un poco el escenario.

Hasta el resurgimiento de la Archicofradía de Medinaceli, únicamente desde la Hermandad del Calvario se venía promocionando la Semana Santa almanseña, y se hacía o se consiguió principalmente, con la instauración del Pregón de Semana Santa. Este es un primer punto a tener en cuenta. Recordemos aquí, que, hasta la llegada del Calvario a las calles de Almansa, tan solo tres procesiones, y hay que mencionar ahora su carácter popular en cuanto a la participación y eclesial (desde las parroquias) en cuanto a su organización, conformaban el cartel procesional de la localidad, en la Semana Santa.

Lógicamente el protagonismo del Calvario crece, y al crear el evento del pregón, se establece un evento que hoy ya es tradicional y forma parte de la programación por derecho propio. Pero con la llegada de Medinaceli, aparece la alternativa clara de que no sea siempre la Hermandad del Calvario la que organice tal discurso de anunciación y apertura.

Otro aspecto importante fue como determinar, lo que en el argot cofrade, especialmente en la Semana Santa andaluza se conoce como “carrera oficial “, y que para entenderlo basta citar como ejemplo las fiestas de mayo, en las que todos los desfiles principales se ejecutan en un mismo itinerario.

Quizás, por último, sin ser determinante, pudiera esgrimirse el argumentario que establece la necesidad de la Interparroquial, en las propias ambiciones de los fundadores o postulantes de la iniciativa. No obstante, personalmente me consta que fueron un abanico de buenas intenciones para favorecer la organización debido a la importancia adquirida, lo que motivo a los cofrades Luis Bonete Piqueras y Pedro García Cano, a darle forma a este proyecto administrativo, que, únicamente con el propósito de saciar curiosidades, debo indicar que nació de resultas de una conversación entre estas dos personas mantenida en la barra del restaurante Los Rosales.

Así pues, tras lo trámites legales supervisados por la Diocesis -recordad que se trata de una entidad religiosa- la Agrupación Interparroquial quedaría constituida con las atribuciones y estatutos reglamentarios para entrar en funcionamiento.

Una mesa de diálogo para organizar la Semana Santa almanseña en las calles y con representación de las dos Hermandades, las tres Parroquias, la Sociedad de Pastores y la Asociación de la Virgen de Belén, y en la que se sentaba el Consejo Pastoral representado por el párroco de turno, para actuar como consejero espiritual.

A partir de ese instante, la organización de los actos principales, es decir el Pregón, en primera instancia y la coordinación de las procesiones que sobrevivieron durante la transición política, en segunda, eran obligaciones de la Agrupación. No así las dos estaciones penitenciales de miércoles y jueves, pero si tenían estas entidades, es decir Medinaceli y el Calvario, la obligación de comunicar cualquier cambio o modificación en la organización y realización de las mismas, cuando pudieran afectar a los criterios establecidos desde la Interparroquial.

A partir de ese instante cualquier iniciativa en este sentido se debía someter al escrutinio de la Junta de la Agrupación Interparroquial, y quizás es aquí donde los rumores que, a mí, como costalero, me llegaban entonces, referidos a que el Calvario no apoyaba la creación de este organismo, tengan el fundamento.

Como contare más adelante, lo logros de la Interparroquial serían importantes. La creación de la Revista Oficial de Semana Santa, el Concurso de pintura Infantil, o la supervisión de una nueva cofradía, son los más significativos.

 

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