ROSA BENITO EXPULSADA DE «SALVAME DE LUXE»

LOS ANTECEDENTES DE LA BRONCA: JOSÉ MARÍA FRANCO, EL CHÓFER QUE ATEMORIZA A LOS MOHEDANO

José María Franco fue el chófer de Rocío Jurado y José Ortega Cano (también lo fue de la Pantoja) y ahora sigue viviendo de ellos pero no por llevarles en coche sino por ponerles a parir en los platós de televisión. Este individuo lleva años criticando a toda la familia aunque hace un tiempo que no le veíamos por la tele (lo último fue por la conversación que le grabó a Bárbara Rey poniendo a parir a Chelo García Cortés). Pero ahora, con los problemas de Ortega Cano con su hijo mayor, José Fernando, y la próxima paternidad del diestro, el conductor está haciendo su agosto.

El viernes 13 de julio de 2012, Franco apareció en el Deluxe para decir lo mal padre que es Ortega Cano con sus dos hijos adoptivos. Entre otras cosas, el chófer aseguró que José Fernando nunca quiso llamar papá al torero y que éste, para castigar al niño le ataba. Después confirmó que hay «rumores de que Ortega no es el padre» del hijo que espera su novia.

La cuñada de Ortega Cano, Rosa Benito se puso histérica ante las confidencias del invitado y, entre gritos y amenazas, lo desmintió todo.

Pero Benito tenía otro frente abierto. Aparte de lo bien o mal que pueda caer esta mujer, es indudable que su valor mediático es el de haberse proclamado portavoz de su familia (ella es la mujer de Amador Mohedano, hermano de la difunta Rocío Jurado). Pero cuando saltó la noticia de la nueva paternidad del ex torero, la primera sorprendida fue la colaboradora de ‘Sálvame’.

Benito aseguró estar «muy dolida» con su cuñado por no haberle dado la exclusiva de la buena nueva. Fue así cómo se confirmaron los rumores de que entre  Rosa y Ortega Cano no hay la buena relación que la tertuliana nos quiere hacer creer.

BENITO AGREDE A JOSÉ MARÍA FRANCO Y ES EXPULSADA DE ‘SÁLVAME’

El martes 17 de julio de 2012, José Mª Franco se presentó en ‘Sálvame diario’ dispuesto a destapar, de una vez por todas, a Rosa Benito (o al menos esa era su intención).

El ex chófer dijo lo de siempre: que si en casa de la Jurado eran unos tacaños,  que el personal de servicio no tenía nada que llevarse a la boca, que si Ortega no era buen padre… Pero lo terrible llegó cuando dijo que Rosa Benito solía mofarse de la presunta homosexualidad del torero refiriéndose a él como «Hortensia» (¡!) -además, a modo de cotilleo, Kiko matamoros aseguró que durante los últimos días de vida de Rocío Jurado, su marido se intentó ligar a Norma Duval-.

Y de repente, Benito saltó de su silla, se lanzó a por el invitado, le agarró por el cuello de la camisa al grito de «por la gloria de mi madre». Paz Padilla intentó detenerla. A la presentadora se unieron el resto de colaboradores que no paraban de decirle a Rosa cosas como: «Se te ha ido la olla», «Estás loca».

El director del programa estaba histérico. Padilla se llevó a Franco fuera del plató mientras el público le abucheaba. Rosa, agarrada por sus compañeros sólo conseguía decir: «Mentiras, no» y, a su lado, Mila Ximénez exigía:

Tranquila Rosa, de verdad. Aquí no hay violencias en un plató.

Padilla, muy alterada, mandó callar  e intentó arreglar lo sucedido por miedo (suponemos) a las repercusiones públicas:

¡Silencio! ¡y se lo digo a todos! No vamos a consentir en ningún momento que esto suceda. Por favor, pido disculpas a todos los que estáis en casa. Que por favor, esto no vuelva a ocurrir. Rosa, por favor, controlémonos y si no podemos controlarnos nos vamos del plató, nosotros lo vamos a entender. Pero no se puede consentir esto, estamos haciendo un programa de televisión. Por favor Rosa, si quieres abandonar el plató dilo ahora, o tú (a José María Franco). A ver, por favor, que nos calmemos todos.

Y mientras, el invitado metía más el dedo en la llaga y dijo:

Es ella (Rosa), es igual que su hija (Chayo Mohedano)

Rosa se puso más nerviosa aún y le amenazó;

No me nombres a mi hija ¿eh? Ni se te ocurra

Padilla volvió a interrumpir el conflicto y, muy emocionada (pensábamos que se iba a poner a llorar), sentenció:

Pido disculpas y digo que voy a hacer todo lo posible para que esto no vuelva a suceder. Ha sido un momento muy tenso, creo que Rosa ha perdido la razón y esto no va a volver a suceder. Mil disculpas a todos los que estáis ahora mismo en el plató y a los que estáis en casa viéndolo. También entendemos con cosas que suceden en un momento, que son sentimientos y que se pierde la razón. Vamos a dejarlo así.

Padilla se despidió de José María Franco y se fue directa a Benito para recordarle que hay que saber estar y ser conscientes de que, al plató, suelen ir personas que van a atacarles. Si eso no se soporta lo mejor es abandonar. Rosa, muy afectada, se justificó diciendo:

Esto ha sido un cúmulo de situaciones cada vez que viene esta persona y solo cuenta mentiras.

Pero el programa no podía dejar las cosas así y momentos más tarde se expulsó a Rosa del plató hasta nueva orden y sin derecho a réplica.

¿QUÉ HA PASADO CON EL VÍDEO?

A mitad de la tarde, el titular más destacable de Telecinco.es era: «Estalla la tensión en ‘Sálvame'». En la nota se daban todos los detalles de lo sucedido y se adjuntaba un vídeo con la escena en cuestión.  Bien, pasadas las horas, ya de noche, el mencionado vídeo había desaparecido tanto de la web de la cadena como de la del programa. Concretamente, la nota fue sustituída por una en que recogía un tropezón de Aída Nízar mientras hacía un reportaje.

Pero en Twitter, el suceso corrió como la pólvora, al igual que el vídeo con el momento, aunque, seguramente, la cadena no tardará en borrarlo, puesto que está prohibida la difusión de sus contenidos en cualquier otra plataforma que no sea de Mediaset.

¿Qué ha pasado aquí? ¿Es un error informático? ¿Podremos ver el vídeo en Telecinco. ¿Es tal y como se nos ofreció esa misma tarde? ¿O es que la cadena quiere que el momento tenga la menor repercusión posible? ¿Por qué?

¿QUÉ CONSECUENCIAS PUEDE HABER?

Hay dos épocas en la historia reciente de Telecinco. La era pre-‘escándalo de ‘La Noria’ y la era post-‘escándalo de ‘La Noria’. Tras la fuga de anunciantes por entrevistar a la madre de ‘El Cuco’, todo cambió. A Vasile y los suyos se les bajaron los humos. Ya no eran los reyes del mambo que actuaban impúnemente y ofrecían un modelo de televisión que no conocía límites. El boicot les dio donde más les duele, el dinero, y tuvieron que frenar.

Desde entonces hay un especial cuidado en toda su programación para no pasarse de la raya y, especialmente, en su gallina de los huevos de oro; ‘Sálvame’. Hace meses que el ‘cortijo’ está encorsetado por el horario protegido: No hay demasiadas palabras malsonantes, aunque hay gritos casi nunca llega la sangre al río y de desnudos ya ni hablamos.

Hace un año, lo sucedido con Rosa Benito no hubiese pasado de un escándalo más de la cadena. Está bien que ahora llamemos la antención ante incidentes de esta índole. No todo vale.

Otro problema añadido es que la bronca ha ocurrido no sólo en una época de paranoia y autocontrol, sino que ha coincidido con un ataque brutal del cuñado de Letizia Ortiz contra Telecinco y Vasile (que Mediaset ha respondido con un comunicado de prensa) y con una fiesta que ha organizado la cadena con todos sus empleados para decirle al mundo lo bien que les va.

En el caso de que, lo de la ‘desaparición’ del vídeo de Rosa Benito en la web de Telecinco, no sea un error informático, podemos entender que el incidente se quiera ‘ocultar’ pero también es una actitud muy torpe.

Vamos a ver, en cuanto hay un contacto físico con intenciones violentas se puede hablar de agresión. No justificamos lo que ha hecho Rosa Benito pero sólo le cogió del cuello de la camisa. ¿Es un acto reprobable? Sí, pero cualquier caza de brujas que se haga será, simplemente, una exageración, tanto por parte de la audiencia como de la propia cadena.

Pero este caso ejemplifica lo que le ocurre a Telecinco desde sus comienzos, que tanto va el cántaro a la fuente, que al final, se rompe. Y es que en ‘Sálvame’ han estirado tanto, tanto, la cuerda que lo ocurrido nos parece poco. De un programa basado en las broncas no se puede esperar algo diferente. Aquí el límite es demasiado difuso.

Esperemos que Rosa Benito no se convierta en cabeza de turco moral del programa, no porque su figura ahí sea esencial -que no lo es- sino porque no deseamos que, en épocas tenebrosas como éstas, alguien se quede sin trabajo.