El vestíbulo del hotel Embassy es un hervidero de delegados que deambulan de camino a la convención. Pero en el conclave republicano también hay un espacio para el arte y su protagonista es Jon McNaughton: un mormón que dejó su empleo como asesor financiero para estudiar Bellas Artes a principios de los 90 y cuyas pinturas contra el presidente Obama le han convertido en una celebridad.
Por Eduardo SUAREZ. Copyright.2012
Al principio McNaughton pintaba paisajes e iconos religiosos y sus obras pasaban sin pena ni gloria. Pero hace cuatro años empezó a concebir obras políticas que retrataban a Obama como un peligroso socialista y un traidor a los principios de la Constitución.
«En realidad empecé a pintar justo antes de que Obama fuera elegido», explica el artista a ELMUNDO.es. «Fue Bush quien me despertó porque le voté dos veces pero al final no lo podía soportar. Ahora votaré por Romney porque no quiero que Obama siga destruyendo el país».
Al igual que muchos otros artistas conservadores, McNaughton ganó notoriedad al calor del auge de Fox News y de las multitudinarias protestas del Tea Party. Una noche lo entrevistó el sibilino presentador Sean Hannity y empezó a recibir pedidos de los lugares más remotos del imperio: «He vendido miles de cuadros. Usted es consciente de que nuestro país está muy dividido y mis obras no son una excepción. Hay muchos que las aman y muchos que las odian».
Los cuadros políticos de McNaughton giran sobre un asunto recurrente: el instinto político de Obama, al que considera un presidente muy peligroso para el país. «Nosotros creemos en un Estado pequeño», explica el artista. «Los demócratas quieren convertirnos en un país europeo y nosotros no queremos. Mire lo que está ocurriendo en países como España».
Los títulos de las obra de McNaughton lo dicen todo. ‘Una nación bajo el socialismo’ retrata a un Obama malencarado quemando un ejemplar de la Declaración de Independencia. ‘Obamanation’ es un breve compendio de las plagas que el pintor atribuye al influjo maligno del inquilino de la Casa Blanca. ‘El hombre olvidado’ retrata a un ciudadano doliente circundado por todos los presidentes de Estados Unidos.
«El personaje representa a cualquier persona», explica McNaughton. «Es alguien que no tiene las mismas oportunidades que sus antepasados por los errores de algunos presidentes. No todos son igual de culpables. Algunos hicieron más que otros. Aquí a la derecha he pintado a los presidentes más socialistas: Bill Clinton, Jimmy Carter, Woodrow Wilson y los dos Roosevelt. A la izquierda, Lincoln, Washington, Jefferson y Reagan señalan al hombre olvidado mientras Obama pisotea la constitución».
El cuadro preferido de McNaughton es ‘Una nación bajo Dios’: una obra delirante en la que decenas de ciudadanos se arrodillan delante de un Jesucristo que sostiene la constitución. «Es un texto inspirado por Dios», explica el artista.
«Los mormones somos muy patriotas porque somos los únicos que creemos que Cristo estuvo en Estados Unidos. Aquí lo he pintado con el árbol de la vida en la pechera y un fajín con una inscripción en hebreo cuya ortografía he comprobado con un amigo. La inscripción dice que «bendita la nación cuyo Dios es el Señor» y podría ser cualquier nación. También España. Aquí puse sólo once presidentes. Había puesto también a Martin Luther King. Pero sus herederos me obligaron a quitarlo y pinté encima este soldado negro».
McNaughton está casado y tiene ocho hijos. Vive en una ciudad de Utah y sus cuadros son el fruto de un proceso más o menos industrial. El artista los pinta pero luego los imprime con un escáner especial de alta definición y los vende por unos precios que llegan hasta los 200.000 euros.
«Los compran personas conservadoras», explica. «Se los he vendido a senadores, artistas y empresarios. También le vendí uno a un progre que me dijo que tenía que comprarlo porque era la obra más repugnante que había visto en su vida. Yo encantado. Le dije que me diera el dinero».
A McNaughton le gusta Romney pero no porque sea mormón: «Le votaré porque es un candidato conservador. Me gustaba Ron Paul. Pero no estaba preparado para votar por él por su política exterior. Romney es el mejor preparado para esta situación. Aunque espero que haga todo lo que dice que hará. Ha cambiado tantas veces de opinión…».
El artista sigue pintando obras religiosas. Pero ninguna ha logrado el éxito de sus cuadros políticos, que han encontrado un hueco a base de explotar los recelos de los reflejos de los republicanos más conservadores. McNaughton aborrece el modelo social de los países europeos. Pero le encantan sus ciudades y sus museos.
«Me gusta mucho Europa», sonríe, «la gente es muy simpática a no ser que uno vaya a París». Su pintor favorito es Miguel Ángel y le gustaría viajar a Madrid para visitar el Museo del Prado: «Me encantaría. Soy un gran admirador de Goya y creo que era un poco como yo. Expresaba sus ideas políticas a través de sus obras».
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