Erigido en deporte nacional entre los más jóvenes, su práctica se ha extendido como la pólvora por todos los rincones del país. Ya no es inusual ver cómo cada vez los practicantes son más niños (y niñas; no existen diferencias en cuanto al sexo). De hecho, en los últimos años, se ha podido constatar que la edad de inicio en esta práctica ha ido disminuyendo con el paso de los años. Así, los que ahora tienen 18 años, comenzaron el “ejercicio” a los 15 años; mientras que los que ahora tienen 14, comenzaron a los 13. Y eso preocupa. Da que pensar.
Por Francisco MARIN JIMENEZ. Médico. Copyright.2012
¿Todavía no sabes de qué se trata?. He aquí dos definiciones de Binge drinking:
Binge drinking es la definición moderna de consumo de bebidas alcohólicas con la intención primordial de intoxicarse mediante un consumo importante de alcohol en un corto período de tiempo. O bien, un importante consumo regular durante un largo período de tiempo.
Binge drinking, más comúnmente se refiere a un acontecimiento vespertino, o un período de tiempo similar, en que todos los participantes beben en exceso, con la intención explícita de intoxicarse.
Probablemente, si te decimos cómo se denomina popularmente, la cosa cambie. Porque, evidentemente, estamos hablando del Botellón, de ese beber por beber, de ese ratito en que únicamente nos importa consumir el máximo posible de alcohol sin caernos al suelo desmayados. Si quieren datos desgarradores de los niveles de alcohol que pueden los practicantes habituales del botellón llegar a consumir, y de las diferencias existentes entre hombres y mujeres, y entre adolescentes y universitarios, no dejen de mirar el siguiente enlace.
¿En qué lugar se practica el Binge Drinking?
Pues lo cierto es que se pueden encontrar en el lugar más insospechado: En la puerta de la iglesia, en medio de una plaza, apoyados en una fuente, bajo un árbol, en cualquier trozo de tierra cubierto de césped…
¿Pero es algo tan frecuente como parece?
Pues la verdad es que se trata de una práctica (mal llamada así) mantenida, permanente, de consumo de bebidas alcohólicas. Estos atracones se llevan a cabo entre 9 y 10 meses al año, y 1 ó 2 veces a la semana. Por días, destaca, sobre los demás, el sábado (61%); dejando por detrás al jueves (27%) y el viernes (19’9%).
¿Las consecuencias del Binge Drinking?
La Dra Maite Cortés Tomás, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia nos recuerda algunas de ellas: En estudios realizados en adolescentes entre 13 y 17 años que consumían excesiva cantidad de alcohol se vio que tenían:
Menor capacidad para recordar la información aprendida previamente.
Mayor lentitud para procesar la información.
Problemas de atención.
Dificultades para realizar las tareas de planificación y organización.
Problemas a la hora de controlar sus sentimientos.
Dificultades para tomar decisiones con criterio.
Eso entre otros muchos… No se pierdan el cuadro que compara los gramos de alcohol en nuestro cuerpo con los efectos que sobre él producen.
El problema, en el caso de los jóvenes (y también de muchos adultos, no se dejen engañar), es que parecen crecer a espaldas de estos datos: Desconocen todas estas consecuencias sobre su salud física y psíquica. Pero, y es lo más sorprendente, son conscientes de los problemas que originan a los vecinos del lugar de práctica, y que van desde los ruidos, a las peleas o la suciedad.
Y es aquí donde toman relevancia los medios de comunicación, los profesores y la familia a la hora de concienciar a los más jóvenes sobre tan perniciosa práctica.
De todas formas, ¿serían ustedes capaces de saber cuántos gramos de alcohol tiene una determinada bebida? ¿Quieren saber si beben demasiado? ¿Tienen una calculadora a mano? Creo que más de uno se va a sorprender…
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