El Enviado especial de Naciones Unidas Cristopher Ross ha hecho una gira por la región del Magreb para plantear la urgencia de llegar a un acuerdo definitivo en la solución del conflicto del Sahara Occidental. En todas las capitales visitadas por el diplomático norteamericano, Rabat, El Aaiún, Nuackchott, Tinduf y Argel, y después Madrid y París, el mensaje ha sido idéntico: «El statu quo en la región del Sahara Occidental es muy peligroso. Si no se encuentra una solución rápida al conflicto, el terrorismo en el Sahel irrumpirá irremediablemente y toda la región se verá afectada».
Por AGENCIAS. Copyright.2012
Cristopher Ross ha querido aclarar a todos aquellos que piensan lo contrario, que el statu quo actual, de ni guerra ni paz, no sólo es frágil, sino peligroso. “Si se continúa así, irrumpirá la violencia en la región”, afirma Ross, quien ha señalado que los enemigos principales de este proceso son “los elementos criminales, terroristas y extremistas asentados en la región del Sahel”.
Es la primera vez que públicamente un negociador oficial y Enviado especial de Ban Ki Moon, vincula la situación en el Sahara Occidental con el terrorismo que actúa en la región saheliana y que ha encontrado un refugio inexpugnable en el norte de Malí. Hasta ahora las partes en conflicto, el gobierno de Marruecos y el Frente Polisario, así como los países interesados, Mauritania y Argelia en primer lugar, pero también España, Francia y los Estados Unidos, han tratado de separar ambos asuntos. Y ello a pesar de la insistencia de Marruecos en llamar la atención de la comunidad internacional sobre el peligro terrorista en la región.
En efecto, la crisis del Sahara Occidental ha sido tratado en las Naciones Unidas, en la Cuarta Comisión relativa a la descolonización (que ha aprobado en octubre una nueva Resolución reafirmando el derecho del pueblo del Sahara a un Referéndum de autodeterminación), y en el Consejo de Seguridad, como un conflicto que opone al Reino de Marruecos y el Frente Polisario, en tanto que representante de la población del Sahara Occidental, que se disputan la soberanía de la antigua colonia española.
Sin embargo al vincularlo con la inestabilidad generada en toda la región del Sahel, desde Nigeria hasta Argelia, desde Mauritania al Tchad, y en particular a la situación que se vive en el norte de Mali donde imperan varios movimientos yihadistas terroristas, como el MUYAO (Movimiento por la Unidad del Yihad en Africa Occidental), el AQMI (Al Qaeda del Magreb Islámico), o AnsarEddin (Los Partidarios del Islam), Cristopher Ross amplía su alcance hasta constituir un “asunto de prioridad internacional que afecta a toda la región y a los países occidentales”. “Si se mantiene esta situación en el Sáhara, dijo Ross en Madrid tras su entrevista con el ministro de Exteriores García Margallo, podría estallar de nuevo una violencia y unas hostilidades que serían trágicas para el pueblo del Sáhara Occidental y para el Norte de África en general”. En consecuencia, el Enviado especial de la ONU urge a todos los implicados para encontrar una solución en el más breve plazo posible.
Ross no sólo ha visitado las capitales del Norte de África, Madrid y París, sino que también tiene la intención de ampliar sus discusiones en Londres, Moscú y Washington. Su visita a cuatro países que son miembros del Consejo de Seguridad tiene como finalidad “movilizar el apoyo de la comunidad internacional” para forzar una solución. El diplomático norteamericano no se queda de brazos cruzados ante el estancamiento del conflicto desde hace ya 37 años, sino que está dispuesto a buscar “todos los medios posibles” para su solución, sin excluir algún tipo de Conferencia internacional. Ross considera “un grave error de cálculo” el pensar que es muy arriesgado relanzar los esfuerzos de paz, como parece que estiman las partes en conflicto. De hecho cada una de ellas se encuentra atrincherada en una posición intransigente: Marruecos no acepta una consulta popular que incluya la opción de la independencia, y el Frente Polisario pone ésta como condición insoslayable.
“Este conflicto debe resolverse y creo que puede resolverse si hay voluntad de comprometerse con un diálogo real y un compromiso para encontrar una solución que sea honrosa para todos”, ha explicado el Enviado especial de la ONU, que añadió de forma críptica que “en una región en transición, este prolongado conflicto no puede continuar”. Algo que puede ser interpretado como la necesidad de encontrar una “solución transitoria, parcial, consensuada” que garantice la estabilidad en la región, en espera de una solución definitiva. “Un acuerdo entre las partes para abrir un periodo transitorio de varios años, al término de los cuales las partes se comprometerían a reabrir las discusiones para una solución definitiva, podría garantizar la estabilidad en la zona y permitir concentrar los esfuerzos de todos en la lucha contra el terrorismo”, estiman fuentes diplomáticas. El Grupo de Amigos del Sáhara Occidental, que lo constituyen Francia, España, Estados Unidos, Reino Unido y Rusia, podría jugar un papel crucial para garantizar el cumplimiento de los acuerdos.
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