¿Constitución y cierra España? o ¿disgregación independentista? (parte I)

Se van ciñendo,¡por fin!,¡mire que han tardado años!, en llegar al núcleo de la cuestión. Pasados 34 años (después de tanta pachorra, sin manifestarse con contundencia y limitándose a poner escudos e ir retrocediendo ante el empuje nacionalista, sin poner delante los derechos de su parte, y permanecer callados o tibiamente dejadizos). Y todo para llegar a esta situación latente, desencajada, alborotada, a una España inconclusa, que no cicatriza sino que supura más que en 1978.

Por ANTEFAZ. Copyright.2013
¡Que inocencia la de los padres de la patria constitucional creyendo que dándoles la mano la iban a estrechar cerrando el trato, cuando agarrándose a ella fueron tomándose el brazo (mucho “volem l’estatut”, ¿y qué?, pues que ha sido superado, que ya no vale, es insuficiente; claro, es que no se daban cuenta que eso pasaría) y poco a poco el cuerpo político aspirando hasta la totalidad; y es que el nacionalismo por definición quiere Nación y de ahí Estado, y lo demás son estrategias y escaramuzas, todas dirigidas hacia el objetivo final, como se ha desenmascarado (en algunas formaciones que eludieron incluso llamarse nacionalista) y demostrado saliendo ya sin antifaz, dando rienda suelta sin tapujos a esas ansias contenidas. ¿De quienes fundamentalmente?
Y es que hay políticos que para justificar su sueldo “algo tienen que hacer”, tienen que espantar moscas y marear perdices, rebuscar debajo de las piedras o revolver lo sedimentado. Si no hay un problema lo inventan y si no lo acrecientan; cuando hay calma agitan las conciencias del pueblo, y este, en gran parte inocente, les hace el coro y la resonancia al punteo de los agitadores de conciencias. De no ser así, ¿hubieran surgido desde la base de los pueblos, inquietudes, desazones, movilizaciones por romper el estatus de la convivencia entre ellos y de movimientos independentistas?
Y ya puestos en esa tesitura el nudo gordiano, hoy por hoy, es la Constitución. Aprobada en toda España (sí, en toda mayoría; pues los que aducen tal abstención grande es una excusa volátil, pues lo que cuenta es el voto en sí y el voto en no, el nulo, el blanco podrían tener consideración pero en caso mayoritario ¡oigan hagan las cosas de otra manera!, pero la abstención no es para nadie, pues como su nombre indica muchas causas o motivos de ella que no han de estar alineados a un lado, pues para los disconformes ya tienen la opción del no; la abstención obedece a motivos muy diversos: no está de acuerdo con la democracia, no le importa nada y le da igual salga lo que salga, admite lo que determinen los demás, tiene dificultades físicas o psíquicas para no desear molestarse en votar o  la mente no se lo pide,
etc., en definitiva que no se lo puede arrogar ni el sí ni el no, que la resolución está entre ellos dos mismos).
Pero como los tiempos corren y llegan nuevas generaciones y cambian las mentalidades, es cierto que pesen esos argumentos para ser susceptible de ser cambiada o reformada. Mas para eso, de la misma manera que se constituyó (nunca mejor dicho) con la base mayoritaria democrática de todes (todos y todas),como algo en su conjunto que concierne en mayor o menor medida a todes, pues del mismo modo todo lo que sea reformarla incluso dejarla irreconocible es potestad también de todes.
Otra cosa es hacia que dirección y sentido vayan encaminados los cambios, porque de la misma manera que los que democráticamente quieren conseguir separarse para ser un Estado independiente y pretenden dejar una vía abierta en la nueva Constitución, en tal caso lo habrían de aprobar el conjunto de todes les españoles.
Pero es que se podrían dar muchas variantes: desde la más cerrada dejando meridianamente claro que de ninguna manera una parte del territorio tenga potestad propia para separarse del conjunto, hasta dejar la posibilidad de que cualquier territorio, zona, ciudad, aldea, barrio, etc. (en aras a la más extrema democracia del pueblo) si así lo manifiesta pueda irse por su cuenta o hacer alianzas entre sí… e incluso en el extremo un modelo de Constitución que permita que una mayoría de les ciudadanes de la totalidad estatal expulse del propio Estado español a una parte que no para de incomodar y no se siente española. Podría haber muchas variantes, ¿pero por qué se presupone que la nueva Constitución ha de ir en la dirección y sentido de los que quieren independencia? para que se pueda salir ¿por territorios? ¿por comunidades autónomas actuales? ¿por provincias? ¿por comarcas naturales? ¿por núcleos de población: ciudades, villas y aldeas?, etc. ¿si así lo quieren mayoritariamente en cada entidad?; y ¿también para que puedan entrar territorios nuevos, y para el que salió y se arrepintió de haber salido y desee volver?. Francamente complicado.
En su momento.
Si el argumento basal de la descentralización fue la creación de autonomías, ¡cuidado!, al ser autonomías políticas; ahí estuvo el germen del crecimiento nacionalista removido por los grupos encelados en su patria y por los interesados (todos quieren más, los consejeros ser ministros, etc.). La tan ansiada administración cercana al ciudadano, podría haber sido con una descentralización ADMINISTRATIVA y por otra parte una total libertad, respeto, apoyo incluso, a todos los hechos culturales distintos (que no fueran precisamente armas arrojadizas para lograr mayores diferencias ni distanciamientos), un reconocimiento total de   la diversidad cultural enriquecedora (no separadora) y una total libertad en sus manifestaciones, usos, y costumbres; para que sin guías ni encarrilamientos evolucionasen y se hicieran presentes en la vida cotidiana por su propia naturaleza, sin forzamientos en ninguna dirección ni sentido. Claro está que los movimientos separatistas hubieran seguido existiendo democráticamente admitidos en libertad, tanta que hubieran tenido el poder que podría tener una región, una provincia, una zona, un pueblo, un barrio, para segregarse de un conjunto, si este en mayoría global decide también que así pueda ser.
No hubieran faltado iniciativas totalmente naturales y válidas para quienes así pensaran, pero muy probablemente pequeñas al no ser mediatizadas por grupos y personajes políticos aspirantes a conseguir sus fines y poco significativas al no tener cobertura representativa solo de un territorio o lugar, aunque sí lo tendrían a nivel del Estado si de cualquier manera se organizan en grupo político dentro de un mismo parlamento único nacional.
(continua en parte II)

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