- Su citación había sido rechazada en reiteradas ocasiones
- La Infanta es socia al 50%, junto a su marido de Aizoon SL
- Torres siempre ha insistido en que Cristina conocía las operaciones
- Dice que colaboró en la captación de clientes y cobro de deudas
- ‘No pienso admitir que mi mujer esté imputada y la Infanta no’, advirtió
Por Agencias. Copyright.2013
La segunda declaración de Diego Torres ante el juez José Castroha cambiado radicalmente la situación de laInfanta Cristina en el marco del ‘caso Nóos‘. Tras rechazar en reiteradas ocasiones laimputación de la hija del Rey, el juez ha decidido finalmente pedir la citación de la Infanta en vista de la documentación presentada por el ex socio de Iñaki Urdangarin.
La Infanta Cristina es socia al 50%, junto a su marido de Aizoon SL, una de las empresas implicadas en la trama. Hasta ahora siempre se había descartado de plano la citación judicial de la hija del Monarca -un elemento más para desestabilizar la ya tocada institución- por responsabilizar siempre a Iñaki Urdangarin.
Las últimas revelaciones han sumado tres delitos fiscales a los ya imputados a Urdangarin de malversación, prevaricación, fraude a la Administración y falsedad documental. Esto, unido a la imputación del secretario de las Infantas, Carlos García Revenga, y la aparición en escena de los últimos e-mails aportados a la causa por Torres, han llevado al juez a pedir que Cristina de Borbón sea llamada a declarar.
Hace un año, el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach se opuso a la imputación de la Infanta alegando que «no existían indicios de que tuviera conocimiento de la actividad ilícita de su cónyuge». El juez instructor rechazó hasta en dos ocasiones su imputación -demandada por el sindicato Manos Limpias-, y lo mismo hizo la Audiencia Provincial de Palma.
Responsable con o sin conocimiento
Sin embargo, el juez ha decidido finalmente demandar la citación de Doña Cristina en calidad de imputada tras escuchar al socio, que ha amenazado con seguir difundiendo correos electrónicos comprometedores para la Monarquía.
Y es que, a la hora de establecer la responsabilidad penal, los criterios están vinculados a la participación pecuniaria de cada uno de los miembros de Nóos y a su rol en la asociación, por lo que, además de Diego Torres y de Iñaki Urdangarin, debe responder la Infanta Cristina. «En este caso, ya no es relevante si tenía conocimiento o no de los hechos. El mero hecho de pertenecer a la directiva de Nóos la convierte en responsable», es el argumento que se ha empleado en las conversaciones mantenidas entre el Ministerio Público y el fisco.
Las palabras del abogado de Urdangarin hacían presagiar la imputación. Pascual Vives reconocía que el duque «no está en su mejor momento» y que la Infanta estaba «afectada también». Incluso se permitió un símil circense: «Estamos en una situación de más difícil todavía, pero, en fin, le haremos frente».
También Diego Torres dio pistas de por dónde discurrirían los hechos: «No pienso admitir que mi mujer esté imputada y que no lo esté la Infanta Cristina«, advirtió el ex socio de Urdangarin tras comprobar cómo el juez y la Fiscalía Anticorrupción la exoneraban en el ‘caso Nóos’.
Las advertencias de Diego Torres
El que fuera socio del duque de Palma confesó entonces a su entorno que para él se había convertido en una cuestión personal y que no toleraría que la hija del Rey quedase al margen del procedimiento judicial.»¡Pero si cenábamos los matrimonios cada quince días para hablar de cómo iba todo en Nóos!», exclamaba encolerizado. «Lo sabía todo y se llevó el dinero», subrayaba clavando su mirada en la hija del Rey y revolviéndose al comprobar que la Justicia resucitaba la teoría de la estigmatización para librarla de su imputación al igual que hizo el Supremo en su día para impedir que Felipe González declarase por el caso GAL.
Torres siempre ha insistido en que Cristina de Borbón estaba al corriente de las operaciones de Nóos y que colaboró tanto en la captación de clientes como en el cobro de las deudas pendientes. Sin embargo, prefirió esperar y convertir la instrucción del casoUrdangarin en una partida de póquer en la que él y su abogado, Manuel González Peeters, marcarían los tiempos.
«Primero, que se retraten todos, que luego ya tendré yo tiempo para hablar», avanzó con la frialdad que le caracteriza. Así, se negó a declarar ante el juez Castro y aguardó paciente su turno a la espera de escuchar los argumentos de su otrora íntimo amigo. Mientras tanto, hizo acopio de munición y puso a buen recaudo el antiguo servidor informático del Instituto Nóos.
Para sorpresa del que fue su socio y de sus decenas de subordinados, obran en su poder todos los correos de sus colaboradores con terceros durante años. Este material eludió los registros policiales de noviembre de 2011 y permanece custodiado en un lugar seguro. Pero, cuando comprobó cómo Urdangarin dejaba al margen a su esposa en su declaración ante el juez Castro y le trasladaba a él toda la responsabilidad de la gestión de Nóos,decidió abrir fuego.
Su blanco siempre fue la infanta y la Casa Real. Cada una de las tandas de correos que lanzaba hacía tambalear La Zarzuela. La aparición de Corinna y de Carlos García Revenga, secretario personal de las infantas, en los correos no ha dejado escapatoria. Revenga imputado y el Rey en el punto de mira.
Durante su última intervención, el pasado 16 de febrero, Diego Torres aseguró que en Nóos «tomaban las decisiones los cinco miembros de la Junta Directiva, incluid la Infanta Cristina, insistiendo además en que todo lo hacían con «el consentimiento de la Casa Real».
Quedan 170 correos por salir o, empleando la terminología de Diego Torres, 170 ‘bombas atómica’ por activarse. El entorno del socio del duque de Palma asegura que en la próxima partida dejaría sin salida a la Infanta.
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