La motivación de los hermanos Tsarnaev no es nueva. Vuelve el terrorismo checheno. Y al primer plano de la actualidad. Según los datos de las fuerzas de seguridad norteamericanas, uno de los sospechosos del atentado con bombas en Boston se llama Dzhojar A. Tsarnaev, tiene 19 años y es oriundo de esa república rusa del norte del Cáucaso.
Por Francisco Herranz |Copyright.2013
Lo primero que no escapa a la observación es que el terrorista tiene el mismo nombre que el primer presidente checheno independentista, Dzhojar Dudaev, que plantó cara a Moscú desde 1992 hasta 1996. Dudaev murió abatido por un misil ruso cuando hablaba por su teléfono móvil en abril de 1996.
Es muy probable que los padres de Tsarnaev le pusieran Dzhojar en honor de su líder, un personaje que llegó a ser general de la Fuerza Aérea del Ejército soviético.
Según su perfil en internet, Tsarnaev estudió desde 1999 hasta 2001 en la escuela número 1 de Majachkalá, la capital de la república de Daguestán, república vecina de Chechenia.
Aunque todavía es pronto para saber si los hermanos Dzhojar y Tamerlan Tsarnaev son integristas islámicos que actuaron como lobos solitarios al estilo yihadista de Mohamed Merah, el asesino de Toulouse, su motivación no es nueva. El terrorismo checheno se desató en Rusia a mediados de los 90, a raíz de las dos guerras de secesión que desataron los rebeldes tras la desintegración de la URSS en 1991. Dudaev ya era el líder de los amotinados. En diciembre de 1994, después de un periodo de tres años de independencia de facto, las tropas rusas sufrieron una dantesca derrota al quedar atrapadas con sus blindados en las callejuelas de Grozni. La primera guerra culminó en 1996 con los llamados Acuerdos de Jasaviurt, que implicó un armisticio y la retirada de los soldados federales a cambio de congelar hasta 2001 la decisión sobre el estatus político de la república.
Un año antes, en junio de 1995, se había producido el primer gran acto terrorista checheno. Un grupo de guerrilleros, dirigido por el extremista Shamil Basayev, secuestró a 2.000 personas en Budionnovsk, una ciudad meridional rusa. La inesperada operación, que terminó con 100 civiles muertos, dio la vuelta al mundo. Contra todo pronóstico, el propio Basayev, más radical que Dudaev, consiguió escapar al cerco de la policía y el ejército. Los insurgentes volvieron a poner en práctica en enero de 1996 la táctica del secuestro masivo para forzar una negociación.
‘Operación antiterrorista’
La segunda guerra chechena, oficialmente llamada «operación antiterrorista», arrancó en septiembre de 1999 y se prolongó durante diez años. El desencadenante fue una serie de explosiones en viviendas de Moscú y otras dos ciudades que provocaron 307 muertos y más de 1.700 heridos.
El ejército ruso aprendió la lección y lanzó una operación a gran escala con el objetivo de «acabar con las ratas en sus madrigueras», como dijo en su momento el actual presidente ruso, Vladimir Putin. Lenta pero inexorablemente fueron ganando posiciones.
El Kremlin ha instaurado la paz de los cementerios, aliándose además muy inteligentemente con Ramzan Kadirov, presidente checheno desde 2007. Kadirov, de 36 años, combatiente de la primera guerra, ha erradicado sin contemplaciones a los grupos enemigos propios y ajenos sobre todo en el norte montañoso de Chechenia. En la actualidad, Kadirov presume de tener en Grozni una de las mezquitas más grandes de Europa. Levantada sobre las cenizas de la guerra. Que, como estamos viendo, no se han apagado.
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