La IAAF abre un expediente a la atleta española por irregularidades en sus valores sanguíneos entre 2009 y 2013.
Por Agencias. 2013
La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) notificó el pasado mes de enero a Marta Domínguez que ha detectado anomalías en su pasaporte biológico presuntamente debidas al uso de dopaje sanguíneo. La atleta palentina, campeona del mundo de 3.000 obstáculos, que ha presentado las correspondientes alegaciones, se expone a una sanción en principio de dos años. En las próximas fechas, la IAAF enviará el expediente a la Federación Española, sobre quien recae la responsabilidad última de sancionar a la fondista española.
Según la información que publica este miércoles ‘El País’, el pasaporte de Marta Domínguez es uno de los 20 que actualmente presenta anomalías en los registros de la IAAF, y no se trataría del único caso español.
El pasaporte biológico, donde quedan registrados durante años diferentes valores sanguíneos de un deportista, lo que permite deducir si éste se ha dopado en caso de que se produzcan alteraciones bruscas en su perfil, se incluyó en el IAAF en el verano de 2009. Un año antes, Marta Domínguez había decidido enfocar su trabajo en la prueba de 3.000 obstáculos, un mundo nuevo para ella, como vía de acceso a los JJOO de Pekín. Obtuvo la mínima al primer intento, con un tiempo de 9 min. 39 s. Tras el segundo, en una reunión en Barcelona celebrada en julio, era plusmarquista nacional con 9:21.76. No volvió a competir hasta los JJOO.
Antes de viajar a la capital china, Domínguez pronosticó que para luchar por las medallas debía correr aproximadamente en 9:07, es decir, 14 segundos por debajo de la marca que había establecido un mes antes. Se declaró capaz de hacerlo. Inteligente, pronto dio por imposible el ritmo asfixiante impuesto por la rusa Galkina, inalcanzable, oro con una marca imposible de 8:58.81, la primera mujer capaz de bajar de nueve minutos. Domínguez corrió en positivo, de menos a más, y cuando sonó la campana, con reservas suficientes para imponer su poderoso final, comenzó a recortar distancias con la keniana Jepkorir y la rusa Volkova, desfondadas tras fracasar en su intento por perseguir a Galkina.
Nunca se sabrá si el ‘sprint’ de la atleta palentina le hubiera proporcionado el podio porque a 200 m. de la meta tropezó con un obstáculo y acabó desorientada, la rodilla ensangrentada y la cinta rosa perdida. Sus dos rivales, a las que perseguía, sí cruzaron la meta. Se repartieron la plata y el bronce tras parar el reloj en 9:07 e hicieron bueno el pronóstico de la española.
Un año después, la excelente progresión de Domínguez se confirmó en Berlín, donde se proclamó campeona del mundo de la distancia con 9:07.32. Este salto cualitativo en tan poco tiempo y con tan poca competición en las piernas no fue lo que hizo saltar las alarmas en la IAAF. Con el pasaporte biológico vigente a partir de aquel 2009, los valores sanguíneos de Domínguez quedaron grabados desde aquella temporada, en la que presentó una hemoglobina más elevada de lo habitual, niveles que decrecieron sospechosamente en los años posteriores hasta enero de 2013, momento en que se elaboró el informe.
En diciembre de 2010, la Guardia Civil registró su domicilio por su supuesta implicación en la ‘operación Galgo’. A raíz de esta investigación, la Guardia Civil concluyó también que el nombre de la atleta se relacionaba con la ‘operación Puerto’ a través de ‘Urco’, uno de los nombres en clave que Eufemiano Fuentes había asignado a uno de sus clientes. Urco era el nombre de un rottweiler registrado a nombre del marido de Marta Domínguez.
Cuando la IAAF reúna todo el material científico se lo enviará a la Real Federación Española de Atletismo (RFEA), que es, según el procedimiento legal, la responsable de sancionar a la atleta. La federación no actuó contra Marta en 2010 tras la ‘operación Galgo’. La suspendió de sus funciones de vicepresidenta del organismo pero no la sancionó deportivamente a pesar de los múltiples indicios de su implicación en la trama. La atleta se retiró temporalmente para ser madre y regresó en 2012 para participar en los JJOO de 2012, a los que acudió con problemas físicos.
De progresar finalmente el expediente de la IAAF, la RFEA, presidida por José María Odriozola, a quien Marta Domínguez ha apoyado públicamente en su última reelección, deberá tomar de nuevo una decisión. De momento, el organismo se limita a decir que «respeta escrupulosamente la ley de protección de datos y el derecho a la confidencialidad, y en consecuencia declina hacer comentarios» al respecto. La RFEA ha explicado a Efe que el expediente aún no ha sido notificado a la federación española. «En caso de que se reciba, se comunicaría inmediatamente a la atleta y se pondría en manos del Comité de Competición», añadieron fuentes federativas.
El abogado de la atleta, José Rodríguez, no tiene intención, por ahora, de tomar postura al respecto. «De momento no vamos a hacer nada. Aunque la última palabra la tiene Marta, dudo que vayamos a hacer ningún comunicado porque si la información es fiable o no, se va a saber en cualquier caso, y hay cuestiones que desconocemos. Es difícil salir al paso de algo que desconocemos», declaró a Efe el letrado.
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