Wert baja a un 5,5 la nota necesaria para tener la matrícula gratuita. Mantiene el 6,5 previsto para acceder a otras ayudas universitarias en primer curso.

El ministro de Educación se ha prestado a reducir las exigencias académicas para tener beca, tras la presión ejercida por todas las CCAA, incluidas las del PP, y por la comunidad educativa. José Ignacio Wert empezó accediendo a bajar del 6 al 5,5 la nota mínima para optar a ayudas en el primer curso de Bachillerato y ayer terminó dejando la calificación de acceso al primer año de Universidad en un 5,5 en vez del 6,5 inicialmente previsto, aunque había dicho que no lo iba a tocar.
Por: Agencias. Copyright.2013
También ha accedido a «suavizar» los requisitos para conservar las ayudas en el resto de los cursos. Eso sí, estas rebajas no afectan a todas las becas, sino sólo a las exenciones del pago de las tasas universitarias, que suponen el 20% del presupuesto público de ayudas. Para el resto de las becas, como la de residencia, se mantienen las condiciones ya previstas en el proyecto de real decreto: un 6,5 para el primer curso y, para los demás años, haber aprobado la práctica totalidad de los créditos en los que se haya matriculado el alumno.
Se establece, así, un sistema con dos tipos de becas: las destinadas a «pagar los estudios» y las que suponen «pagar por estudiar». La primera, la matrícula gratuita, se concede si el alumno saca un 5,5 en la nota de acceso a la carrera o si, en el resto de los cursos, aprueba el 65% de los créditos matriculados en Ingeniería y Arquitectura, el 80% en Ciencias y Ciencias de la Salud o el 90% en Ciencias Sociales y Humanidades.
En su proyecto inicial, estos porcentajes eran mayores: el 100% para todas las carreras, salvo para las técnicas, que era el 85%. Ahora serán los que se exigirán a los alumnos que quieran acceder al segundo tipo de becas: aquéllas por las que el estudiante recibe dinero. Estas ayudas, a su vez, tendrán una parte fija (de hasta 3.000 euros) y una cuantía variable que se obtiene de lo que sobra la fija y que permitirá obtener más dinero cuanto más altas sean las notas del alumno y menos renta tenga.
Con este cambio, según Wert, se atiende a las reclamaciones de las CCAA, los rectores y los estudiantes, que no entendían por qué, si la universidad está subvencionada para todos los alumnos (las tasas cubren sólo el 20% del coste real de la carrera), los que no necesitan beca pueden entrar en la carrera con un 5 y los que sí la necesitan tienen que sacar un 6,5 para poder seguir estudiando. Wert ha aplicado parcialmente este razonamiento, porque la realidad es que sigue habiendo una diferencia de medio punto entre unos y otros.
El ministro ha considerado, asimismo, el segundo gran argumento de los opositores a su proyecto de becas, que veían contraproducente endurecer los requisitos académicos de las becas en Bachillerato si lo que se pretende precisamente es intentar que los alumnos no cuelguen los libros antes de los 16 años.
Wert asumió estas tesis e incluso aseguró que no tiene intención de endurecer los umbrales para el año que viene, pero siguió defendiendo su 6,5 hasta el final: «El 6,5 no es una barrera caprichosa; es una frontera muy potente en lo que se refiere a la efectividad de estas ayudas», dijo, citando algunos datos destinados a probar que abandonan más la carrera los que tienen menos notas. Pero de poco le han servido estas cifras, aunque también negara ayer hasta el final que en el PP tuvieran «opiniones divergentes» sobre su nuevo sistema de becas.
«Seguimos insatisfechos»
RECTORES
Antes de anunciar sus cambios en las becas, el ministro se reunió con los rectores, que defendieron que «un 5 es un requerimiento académico razonable» y pidieron que fuera ésta la nota exigida. «Seguimos insatisfechos», dijo José María Sanz, rector de la Universidad Autónoma de Madrid, a la salida del encuentro, en el que el ministro se comprometió también a pedir más presupuesto para becas y a que las familias sepan «cuanto antes» del dinero que van a disponer, porque, con el nuevo sistema, la cuantía variable sólo se conoce a final de curso. La Conferencia de Rectores de Universidades de España (Crue) maneja un informe en el que se estima que exigir a los estudiantes que aprueben casi todos los créditos matriculados para seguir disfrutando de la beca habría afectado a más 10% de los becados, lo que significaría una reducción de 22.000 estudiantes y representaría un recorte superior a los 70 millones de euros.

«Que suba la cuantía»
ESTUDIANTES
Wert también se entrevistó con una representación del Consejo de Estudiantes Universitario del Estado (Ceune). Su vicepresidente, Gabriel Sánchez, afirmó que el 5,5 «es una mejora respecto a la situación inicial, pero no es suficiente, sobre todo por la cuantía de las becas». Ezequiel Valentín, vicesecretario del Ceune, dijo que «hay que seguir apostando por un sistema que garantice la igualdad de oportunidades». «Pedimos las condiciones establecidas en el curso 2010/2011 y que se aumente la cuantía de las ayudas», añadió. Eso sí, ambos coincidieron en que «ha habido un cambio radical» en el ministro en cuanto a «su disposición al diálogo». «La actitud que tuvo ayer con nosotros supone un punto de inflexión», explicó Sánchez. ¿Qué pasó? Que el ministro y la secretaria de Estado Montserrat Gomendio les invitaron a comer salmorejo en el Ministerio y, a diferencia de otras veces, estuvieron «muy receptivos».

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