El juez le manda a prisión sin fianza a petición del fiscal por engañar a la Justicia. El Juez Ruz, ve un alto riesgo de fuga y destaca su patrimonio en el extranjero de «difícil control».
Por: Manuel MARRACO. Copyright.2013.
El inexorable camino hacia la cárcel que Bárcenas inició el pasado mes de diciembre, con la llegada de las noticias sobre su fortuna suiza, concluyó ayer con un auto que le envía prisión incondicional sin posibilidad de eludirla con los millones de los que aún pueda disponer.
A las 19.00 horas, tras dos de declaración y seis de espera en la Audiencia Nacional, el ex tesorero popular terminaba su novena comparecencia judicial por el caso Gürtel en un furgón de la Guardia Civil que le llevaba del despacho del juez Pablo Ruz a la prisión madrileña de Soto del Real. Era la única manera, según el juez, de evitar que siga entorpeciendo la investigación o, directamente, decida fugarse, una previsión basada en la gravedad de los delitos que se le imputan, la elevada fianza civil que se le exige y su enorme patrimonio en el extranjero, «de difícil control e incautación judicial». Además, el juez Ruz recuerda que Bárcenas también está imputado en el caso que lleva su nombre y que a la trama Gürtel no le falta mucho para llegar a juicio.
Bárcenas recibió en mano el auto que le imputa delitos de blanqueo, contra la Hacienda Pública, cohecho, estafa procesal y falsedad documental. Leyéndolo, se pudo dar cuenta de que iba preso por haber cobrado de la red corrupta y por haber engordado sus cuentas suizas con dinero de origen desconocido pero, principalmente, por todo lo que hizo después, por todas sus maniobras de ocultamiento tras el estallido del caso Gürtel.
El auto resalta que desde el 6 de febrero de 2009, fecha de la detención Francisco Correa, Bárcenas puso en marcha diversas maniobras para esconderse de la Ley: por primera vez nombró un testaferro, cambió de cuentas, hizo múltiples transferencias a diversos países e incluso –en lo que se ha demostrado una decisión catastrófica para él– presentó a Hacienda y al juez unos documentos falsos con los que pretendía evitar un delito fiscal, pero que han servido para apuntalar su orden de prisión.
Sobre este último aspecto, el juez se detiene en un viaje relámpago de Bárcenas a Argentina del que tuvo conocimiento el miércoles por un informe de la Udef. El viaje, que Ruz considera
«especialmente significativo», se produjo en junio de 2011, cuando el matrimonio intentaba sacudirse una imputación de delito fiscal por un ingreso de medio millón de euros que no acababan de aclarar ante Hacienda. Bárcenas estuvo en Buenos Aires apenas 14 horas. A su vuelta, presentó finalmente los contratos de compraventa de arte que debían justificar el ingreso.
Ruz considera falsos los papeles y ayer preguntó a Bárcenas expresamente por ese viaje: «Ofrece el imputado una respuesta vaga, imprecisa e incoherente al respecto, señalando que mantuvo una reunión de negocios con tres personas pertenecientes a un importante grupo empresarial, mas sin recordar la identidad de ninguno de los intervinientes en tal reunión ni tampoco el nombre del grupo empresarial a que hace referencia», dice el juez.
En su declaración, Bárcenas reclamó un examen psiquiátrico de la supuesta marchante que reconoció al juez hace una semana que esa compraventa fue una simulación.
En lo que respecta a sus cuentas secretas, el juez repasa en su escrito la actividad bancaria de Bárcenas de los últimos 15 años. Al revisar los últimos datos recibidos del Lombard Odier, resalta que tras una década de actividad «homogénea» consistente en el goteo de ingresos en efectivo e inversiones, «en un segundo periodo temporal, cuyo inicio coincide con el desarrollo de la operación judicial», Bárcenas adquirió una entidad uruguaya a cuya nueva cuenta envió todos los fondos, cambió de cuenta todo el dinero de su mujer, hizo transferencias a cuentas en EEUU de sociedades de Ángel Sanchís –también ex tesorero del PP y también imputado–, sacó dinero en efectivo que en 2012 llegó a los 300.000 euros…
«Para su actividad bancaria», resume el juez, Bárcenas «se vale de […] estructuras societarias complejas y opacas, actuando como sociedades pantalla y apareciendo desvinculadas del beneficiario real».
La decisión de prisión incondicional del juez Ruz respondió a una petición expresa de la Fiscalía Anticorrupción, que tuvo en cuenta que Bárcenas ha seguido sacando de Suiza parte del dinero que no tenía bloqueado. También la acusación popular que ejerce la asociación de abogados Adade pidió la prisión, aunque eludible bajo fianza, mientras que los socialistas valencianos se adhirieron a las peticiones de prisión. La Abogacía del Estado y la Comunidad de Madrid, también presentes, no se pronunciaron.
Frente a las peticiones de cárcel debían pesar las aclaraciones vertidas por Bárcenas en la declaración previa. Pese a que hace tres meses, en su anterior visita a la Audiencia, había afirmado que nunca más respondería al juez, ayer lo hizo, sospechando quizá que esta vez se jugaba la prisión.
Pero las respuestas que dio, y las que no dio, no convencieron a Ruz: «En las declaraciones practicadas en el día de hoy, el imputado Luis Bárcenas ofrece explicación parcial, inconsistente y manifiestamente insuficiente sobre el conjunto de actividades y operaciones patrimoniales en las que el mismo interviene a través de sus cuentas en Suiza, que en muchos casos entran en contradicción con las anotaciones que figuran en las comunicaciones internas de los gestores bancarios suizos y con la propia documentación remitida, y asimismo, con lo manifestado por el propio Iván Yáñez [su testaferro] también en su declaración del día de hoy».
El juez añade que el ex tesorero no ha ofrecido explicación alguna sobre las transferencias desde la oficina de Lombard Odier en Bahamas a su cuenta en Suiza. Ni «mayor detalle o justificación» sobre su transferencia a una entidad uruguaya por un total de 800.000 euros.
Tras escuchar al imputado, el instructor sigue sin creer su versión sobre el verdadero origen de su dinero: «El incremento patrimonial […] aparece carente de justificación a través de negocios jurídicos o actividades comerciales lícitas», ya que «en modo alguno ha quedado acreditada hasta la fecha ni la supuesta participación» en compraventas de obras de arte o negocios inmobiliarios. Bárcenas lleva años esgrimiendo esos mismos argumentos, ayer con menos éxito que nunca.
Apuesta perdida
Por Victoria PREGO. Copyright.2013
L.B. no pensaba acabar en la cárcel. Es más, estaba convencido de que la suma de todas sus innumerables maniobras iba a provocar suficiente miedo en el partido como para que la presión sobre la Justicia, con la que él contaba, tuviera éxito. Eso habría supuesto que, por caminos que resultan insondables para cualquiera que crea en el higiénico funcionamiento del Estado de Derecho, los jueces y fiscales acabarían aceptando tender sobre él y sobre sus andanzas un tupido velo. Y ya está, cada uno seguiría guardando las vergüenzas y los billetes en sus respectivos armarios y todos tranquilos.
Pero los cálculos –iba a decir las cuentas y me he arrepentido– le han salido rematadamente mal. Ni los incesantes enjuagues y traslados del dinero que tenía escondido en sus cuentas en el extranjero; ni las amenazas, veladas y no tanto, que ha venido profiriendo desde hace meses contra los dirigentes del Partido Popular, ni siquiera el haber llegado a enseñar la patita con la publicación de las fotocopias de sus papeles, le han servido de nada.
Es verdad que ahora, en medio de su segura perplejidad, a Bárcenas podría quedarle el recurso de la venganza, la oportunidad de demostrar con documentos fehacientes que sus constantes avisos tenían base documental. Le queda, en definitiva, la opción de morir matando, dicho sea en sentido figurado. Y eso, para los posibles afectados puede que sea mucho, pero para él y para su futuro penal no será nada.
Su problema a estas alturas es que, por muchas víctimas que vaya a provocar –y eso sigue siendo una hipótesis– como pago contra reembolso por su ingreso en prisión, a él ya no le salva ni la caridad. Es lo malo que tienen las amenazas de bomba: que, una vez que estallan, se llevan por delante muchas cosas y muchas vidas, pero también acaban para siempre con las pretensiones de su dueño.
Puede que las bravuconadas de este hombre se traduzcan de aquí a poco en un terremoto capaz de devastar la estabilidad del equipo directivo del Partido Popular. Eso lo veremos pronto porque, vista la petición del fiscal, al antiguo tesorero del PP no le puede caber ninguna duda de cuál ha sido la posición del Gobierno y del partido: prisión incondicional y no eludible bajo fianza.
A partir de ahí, será el propio Bárcenas quien tendrá que airear lo que sabe y pueda demostrar. Sería, en todo caso, un petroleado de fondos que no haría más que beneficiar a la salud de nuestro sistema. Si hay algo que denunciar, juzgar y castigar, hágase porque la sociedad española será la única beneficiada. Pero a Bárcenas ya no le toca ni el reintegro.
El fiscal pide 28 millones de fianza civil
En su escrito al juez, al que tuvo acceso Efe, la Fiscalía cree que procede imponer una fianza de 10 millones de euros por fraude fiscal en su declaración de la renta y del patrimonio de los años 2002, 2003, 2006 y 2007; de 108.000 euros por el delito de cohecho y de 11 millones por el de blanqueo.
«Dado que, según el artículo 589 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la fianza habrá de fijarse en una tercera parte más de todo el importe probable», es por lo que los fiscales la han cuantificado «por el momento» en 28.144.000 euros, «sin perjuicio de los informes periciales pendientes».
De no presentar la fianza cuando el juez la imponga, se procedería al embargo de sus bienes «hasta el citado importe».
La Fiscalía tomó esta decisión al entender que en este momento procesal procede abrir la pieza de responsabilidades pecuniarias para Bárcenas, al observar que concurren «abrumadores indicios» de la comisión de «grandes delitos» como blanqueo de capitales.
«De acuerdo con lo hasta ahora actuado», hubo un reparto de dádivas de fondos procedentes de empresas como SUFI, Constructora Hispánica o Teconsa entre Bárcenas, el presunto cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, y el ex diputado del PP Jesús Merino.
Algunos de estos repartos, añade el fiscal, «se han podido vincular indiciariamente con la adjudicación de concretas obras públicas», como la construcción de residuos urbanos en Gomezello o la obra relacionada con la variante de Villanueva de Mena, Villasama y Emtranasaguas, cuya regularidad está siendo investigada».
Tomando como base el dinero que Correa pudo entregar a Bárcenas, y que luego él depositó en Suiza, la cuota inicialmente defraudada ascendería a más de 120.000 euros en el ejercicio de 2003.
A la vista también de los informes aportados por la Agencia Tributaria, la Fiscalía ha calculado que Bárcenas cometió cinco delitos contra la Hacienda Pública entre 2000 y 2005.
El presunto fraude fiscal cometido en 2000 aún no ha podido ser cuantificado, mientras que en 2001 se calcula que fue de 450.000 euros; en 2003 fue de un 1.370.000; en 2004, de 850.000; y en 2005, de 500.000 euros.
Comentarios recientes