Finalizando el año 2015 de nuestro Señor, y tras un obligado y necesario periodo de silencio, una vez reseteado el satélite y completado mi reajuste emocional, parece que todo conspira para que de nuevo, El Cuartico, regrese a la escena pública: “…, no sé si estoy en lo cierto, pero lo cierto es que estoy aquí…., Maneras de vivir” (Rosendo, dixit).
“…, es usted una persona indigna de ser alcalde por haber engañado a los almanseños, jugando con algo tan importante como la necesidad de trabajo. Yo le pido la dimisión de su puesto como alcalde de Almansa en nombre de mi grupo. Hemos acudido a este Pleno sabiendo que no era el que habíamos pedido.., que importaba a mucha gente…, que fuera por la tarde.., que muchos almanseños tenían interés de verlo en directo, pero a usted eso no le interesaba, y por eso lo convoca a las nueve de la mañana, con premeditación, alevosía y falta de respeto democrático…, por todo ello, el grupo municipal socialista va a ausentarse de este Pleno”.
Estas son palabras textuales pronunciadas por la portavoz socialista Valmorisco antes de abandonar en bloque el salón de Plenos donde se celebraba la sesión extraordinaria sobre GIBA solicitada por su grupo en una moción. Vaya por delante, que considero una solemne estupidez que cualquier grupo político serio (el PSOE lo es, sin duda), se levante en señal de protesta de los lugares institucionales donde los han situados los ciudadanos debido a que??…, a que no les gustaba la franja horaria de celebración del Pleno, y que –según afirmó- “el regidor se negó a autorizar la participación del público en la sesión”.
Mienten en el PSOE, y lo hacen a sabiendas, no tengo la menor duda de ello. Miren ustedes si estoy seguro que faltan a la verdad que es esa, la principal razón en la que me apoyo para escribir estas líneas.
“Al pan…, pan y al vino…..,” lo que el PSOE pretendía con el Pleno sobre GIBA era espectáculo; quería circo de calidad; deseaba con todas sus fuerzas un escenario repleto de público con pancartas y mensajes adversos; el PSOE se había encaprichado (como si un nene fuera) por convertir el salón de Plenos en una olla a presión donde cocer a fuego lento a Paco Núñez.., me inclino a pensar también que, añorando otros momentos y tiempos, el PSOE de Valmorisco, anhelaba duplicar una grada enfervorecida, entregada y hostil, tal cual tuvo que tolerar Antonio Callado (y que casi le cuesta una enfermedad) con el asunto del AVE. Y todo ello sabiendo Valmorisco como sabe, perfectamente, que el Reglamento Orgánico Municipal no permite, en ningún caso, la intervención en la sesión de nadie que no forme parte de la Corporación Municipal. Al ver tumbadas sus posibilidades de crear este escenario, el abandono del salón de Plenos fue tomando cuerpo en la mente de Valmorisco como única posibilidad de salvar su ego, de trasponer su inmodestia por no aceptar de forma democrática que es la Junta de Portavoces donde se decide el formato de la sesión y, por supuesto, el alcalde de la Corporación, según estipula la Ley, quien decide la hora cuando se convocan los Plenos, sean del carácter que sean, bien ordinarios, bien extraordinarios. (1)
Pero es que, en un error de cálculo político a mi juicio injustificable, el PSOE, equivocó la forma y el formato a la hora de solicitar el Pleno extraordinario sobre GIBA. Lo hizo (desacierto garrafal) presentando una moción, debiendo de saber que la aprobación de la misma dejaba en manos del alcalde, no solamente su cumplimiento, sino el día y la hora del señalamiento. Si el PSOE quería un Pleno en las fechas y formas que ellos estimaban oportunas, debían de haber solicitado el Pleno como Grupo Municipal, ejerciendo los derechos que les otorga el Reglamento Orgánico Municipal. Solo un grupo sin los horizontes claros, comete un error de principiante, de enorme bisoñez.
La decisión del PSOE de abandonar el Pleno de GIBA estuvo motivada, en mi opinión, en varias razones y causas:
1) La gran debilidad política actual de los socialistas a nivel municipal; un partido fraccionado, sin rumbo, que hoy dice una cosa y mañana otra, sin mensaje, carente de consistencia, que ha olvidado de donde viene y adonde va, absolutamente incapaz de encontrar la senda que en otros tiempos transitó con fuerza y decisión y que tiene a la mayoría de la cada vez más escasa militancia, absolutamente desconcertada.
2) El temor de la respuesta contundente, que podría ser no cierta, pero sí indudablemente aplastante del Partido Popular a todo lo realizado hasta ahora, y tener que reconocer, Valmorisco, que ella misma apoyó sin cortapisas y públicamente el proyecto GIBA tras sus viajes a Tarragona (incluso antes), le casi convenció que lo mejor era poner “pies en polvorosa” no fuera a ser que el tiro le saliese por la culata.
3) Enterarse Valmorisco que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, estaba hablando con GIBA a través de la consejería de Economía y por ende, que a la misma hora del Pleno, estaba negociando en Albacete con los directivos de GIBA, acabó por ponerla de los nervios y descolocarla. La verdad es que la portavoz socialista quedaba en muy mal lugar tratando de liderar algo que ni por soñación podía hacer ya en ese momento. Quien tiene potestad, quien puede o no decidir si hay apoyo institucional o no a GIBA únicamente es el Gobierno Regional, y Valmorisco, el pasado día 22 estaba desacreditada ante el Pleno por sus propios compañeros de partido que, sin previo aviso, sin pasar “por taquilla”, estaban negociando en una reunión privada y técnica con quien ella, en Almansa y tozuda, afirmaba que “no existían”. Toma del frasco Carrasco!!!!.
Ante semejante cúmulo de circunstancias adversas a Valmorisco y a “su” PSOE dejó de gustarle como “cazaba la perrica” y, decidieron, claro que lo decidieron!!!, darle la patada al tornajo. Lo que siguió, en mi opinión, fue un esperpento, la puesta en escena del abandono del salón con caras de enfurruñados niños, fue de risa. El efecto buscado se volvió en contra; no había razón para semejante gesto, no la había…, lo que sí había era ya un terreno ya andado y que era imposible de desandar. Una huída hacia delante, hacia ningún lugar. No me gusta la cena, y en vez de llamar a “consultas” al encargado del restaurante para que cambie el menú…, me enfado, no pruebo nada y me voy.
Valmorisco no ha admitido que el pueblo de Almansa le dio la espalda en el mes de mayo. El palo a su candidatura fue tan orondo, fue tan grande, que siete meses después aún lo ha asumido, no lo ha asimilado. Y se le nota a la legua. Se le aprecia en la crispación de sus comparecencias, en el mensaje intrínseco e inconexo de sus intervenciones, en los “tropezones” verbales que exhibe (impropios en una mujer de su experiencia política). No es de extrañar pues que el pasado día 22 de diciembre, capitaneara una “patada al tornajo” totalmente incomprendida por miles de almanseños de izquierdas que esperaban ver como su “líder” se fajaba “body to body” con Paco Núñez y se lo merendaba fácilmente como bocadillo de mortadela con aceitunas.
El tiempo político de la Sra. Valmorisco parece que ha pasado; y no lo digo yo, lo dijeron los almanseños el pasado mes de mayo, y lo hace patente ella misma, día a día, liderando y poniendo en escena, en práctica, una política opositora de bajo perfil, con muy pocas prestaciones, y que de seguir así, es más que posible que logre que el PSOE continúe mucho tiempo en la oposición. Si quiere, de verdad, revertir la situación, la Sra. Valmorisco debe de abstenerse de más patadas al tornajo.
(1). Según el reportaje gráfico existente del momento de abandono del salón de Plenos, hay dos instantáneas en las que se observa con perfecta nitidez como la Sra. Valmorisco, estando ya casi a la altura del público, sonríe enigmáticamente y…., lo más curioso de todo, tras la sonrisa, procede a guiñar su ojo derecho en una especie de gesto de complicidad.., ¿hacia quién y cuál fue el motivo de guiñar ojos en un momento que se presume de seriedad y compostura?.
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