LA VENEZUELA CHAVISTA. Día de juramentación
El control militar dificulta el acceso a la Asamblea de los diputados opositores
Agentes de policía esperan frente a la Asamblea Nacional en Caracas.
Hasta cinco anillos de seguridad han sido instalados por la Guardia Nacional en torno al Palacio LegislativoEl despliegue tiene dos objetivos: dificultar el acceso de los parlamentarios y evitar las agresiones de los radicales chavistas
AFP.
A. VASQUEZ / D. LOZANO Caracas
Venezuela vive hoy una nueva página de su tumultuosa Historia: la toma de posesión de una nueva Asamblea Nacional con mayoría opositora. Y lo hace con el centro de Caracas militarizado, hasta cinco anillos de seguridad han sido instalados por la Guardia Nacional en torno al Palacio Legislativo. Un despliegue militar que tiene dos objetivos: dificultar el acceso de los parlamentarios y evitar las agresiones de los radicales chavistas. Diputados opositores confesaron a EL MUNDO sus dudas ante el control de sus credenciales. Temen que el Gobierno quiera impedir el acceso de los tres diputados por Amazonas cuya proclamación está en suspenso tras la decisión del Tribunal Supremo. La Mesa de la Unidad Democrática ha preparado un plan B: forzar su ingreso una vez hayan asumido la presidencia de la cámara. Un hemiciclo que hoy amaneció con un aspecto muy distinto, sin el póster gigante de Hugo Chávez y los carpetas con los ojos del «comandante supremo», distribuidas por todos los escaños. Los malos modos de algunos guardias provocaron varias grescas con los diputados, incluso algunos de ellos fueron golpeados y empujados. «Comenzaron a agredir a un grupo de mujeres parlamentarias. Por supuesto salimos en su defensa y a los hombres nos dieron hasta con las culatas, a otros nos tiraron al piso. Algo insólito», denunció el diputado José Brito. «Sufrimos atropellos y vejámenes», se quejó Alfonso Marquina, diputado por Lara. Casi todo parece inédito en la Venezuela del surrealismo mágico revolucionario. El propio Nicolás Maduro, en su intervención nocturna en la que hizo un llamado a la paz, reconoció que para él era algo inaudito que se instalase una «Asamblea contrarrevolucionaria» cuando quien manda es una «revolución popular». El cierre de cuatro estaciones de Metro también dificultó el acceso de los seguidores opositores al punto de encuentro programado para su manifestación. Varios cientos seguían la jornada de forma festiva pese a la presión militar. Otros cientos de seguidores chavistas se reunieron cerca del Palacio de Miraflores, hasta donde piensan acudir para «proteger» al «hijo de Chávez». La mayoría de los diputados ha culminado a esta hora su entrada al Parlamento. Casi todos se dejaban fotografiar o se hacían ‘selfies’ en un espacio en el que durante 17 años fueron maltratados por la mayoría chavista. Tan distinto luce el hemiciclo que hasta los medios de comunicación han vuelto a un espacio que hasta ayer era exclusivo de las cadenas oficialistas.
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