Los partidos llegan a un acuerdo a última hora para investir a Carles Puigdemont.
Junts pel Sí y la CUP han alcanzado esta tarde un acuerdo in extremis para dar continuidad a la legislatura que pasa básicamente por investir presidente de la Generalitat a Carles Puigdemont, alcalde de Girona. El pacto, alcanzado cuando apenas quedan apenas 30 horas para que expire el plazo para investir presidente, consistiría en que Mas se apartaría del cargo y que dos diputados de la CUP pasarían a integrar el grupo de Junts pel Sí. Mas ha mantenido esta tarde en el Palau de la Generalitat con miembros de la dirección de su partido, Convergència Democràtica y a las 18.30 ha comparecido para dar cuenta del acuerdo. «El acuerdo nos permite trabajar», ha señalado Mas en alusión al proceso independentista.
Los partidos independentistas tuvieron ayer viernes una última reunión pública que acabó sin acuerdo y con el anuncio de las asociaciones civiles independentistas de que se retiraban de la negociación ante la imposibilidad de alcanzar pactos. Anoche Junts pel Sí seguía insistiendo en la necesidad de que Artur Mas ocupara la presidencia de la Generalitat, algo que la CUP seguía rechazando.
En las últimas horas la negociación ha evolucionado hacia un escenario en el que Mas se retira como le exigía la CUP. El presidente en funciones podría pasar a ser consejero jefe y, en su lugar podría estar otro dirigente de Convergència. El nombre que se ha ido consolidando durante la mañana ha sido el del alcalde de Girona y presidente de la Asociación de Municipios para la Independencia, Carles Puigdemont. También se ha barajado el de la vicepresidenta en funciones de la Generalitat, Neus Munté, que se ha autodescartado.
Según el acuerdo, la CUP también haría cesiones. Algunos diputados de la formación anticapitalista, los más críticos con el pacto, dimitirán y no serán sustituidos. El resto podrían integrarse en el grupo de Junts pel Sí, que pasaría a tener mayoría absoluta. Este gesto tendría que favorecer, en principio, la estabilidad parlamentaria del futuro gobierno, que tiene como primer objetivo aprobar unos nuevos Presupuestos sin apenas margen para nuevo gasto. El objetivo seguiría siendo preparar a Cataluña para la independencia en 18 meses.
Una retirada de Mas implicaría un giro de 180 grados en la estrategia convergente, en el discurso público del actual presidente en funciones y un escenario que hasta ahora siempre había rechazado. La noche del jueves Mas aseguró en una entrevista en TV-3 que el proceso soberanista no podía hacerse mediante «vetos a personas» y «exclusiones» y llamó a «sumar» a todos los activos.
Esta mañana, el diputado electo de ERC Joan Tardà ha vuelto a abogar por la retirada del actual presidente catalán. «Hay una mirada demasiado corta por parte de los compañeros de la CUP y también del presidente, porque si Mas hubiera dado un paso al lado, la figura del presidente habría crecido mucho más de lo que lo ha hecho hasta ahora», ha afirmado Tardà.
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