En un encuentro con un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma, que tuvo lugar el pasado 20 de noviembre, Pablo Iglesias no pudo eludir responder a una cuestión, incómoda para él, planteada por uno de los asistentes: ¿por qué Podemos no defiende abiertamente la república? Iglesias justificó la indefinición de su partido respecto a ese asunto por un criterio de oportunidad. A muchos monárquicos, se justificó, les encantaría que su partido entrara en ese debate, que a él ahora mismo no le interesa. En un momento de su intervención afirmó: «Cuando nosotros decimos democracia, lo importante es que el Jefe del Estado sea elegido a través de unas elecciones… y Felipe de Borbón tendría posibilidades de ganar». (https://www.youtube.com/watch?v=MYgR0HGZDkU)
Si se mira con detenimiento el extenso y bien estructurado programa electoral de Podemos (más de 300 páginas), se pueden leer propuestas de todo tipo: desde la promoción del uso de la bicicleta, hasta una descripción detallada del modelo territorial; pero no hay nada, absolutamente nada, sobre algo tan básico como es el modelo de Estado que se pretende. Aspecto muy relevante para un partido que no sólo quiere gobernar, sino cambiar la Constitución de 1978.
El Rey comienza esta semana la segunda ronda de conversaciones para encontrar un candidato a la investidura como jefe de Gobierno. Lo más probable es queRajoy desista de nuevo y Sánchez opte a ser elegido por las Cortes como nuevo presidente.
Los barones del PSOE y destacados dirigentes del partido quieren que sea el Comité Federal (como así establecen los estatutos) el que refrende la política de pactos. En la última reunión del máximo órgano del Partido Socialista, que tuvo lugar el 28 de diciembre, se estableció como condición para pactar con Podemos la renuncia expresa y previa del partido de Iglesias a la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en Cataluña.
El portavoz de En Comú Podem en el Congreso de los Diputados, Xavier Domènech, ha defendido en una entrevista en ‘La Vanguardia’ la convocatoria de ese referéndum, que, por cierto, se ha convertido en el eje central del nuevo partido cuya creación anunció ayer Ada Colau.
Si el Comité Federal del PSOE marcó una línea roja en la unidad de España para negociar un pacto de gobierno, debería hacer lo mismo con el modelo de Estado.¿Defiende Podemos para España una monarquía constitucional o una república?
Creo que esa debería ser una condición previa antes de negociar un acuerdo de gobierno. No es, ni mucho menos, un tema menor. Evidentemente, a Iglesias le molesta, porque le pone entre la espada y la pared; es decir, le obliga a definirse sobre una cuestión que moviliza a sus bases (los actos de Podemos están llenos de banderas republicanas), pero que ahora no conviene decir para no asustar.
Pedro Sánchez hizo en junio un acto político en Madrid con una gran bandera española de fondo. Con ello quiso lanzar un mensaje a los ciudadanos: el PSOE defiende los valores que esa bandera representa.
¿Puede el líder del PSOE asumir el coste de gobernar en coalición con un socio que defiende justo lo contrario?
En su próxima visita a Zarzuela, Iglesias podría adelantarle a Felipe VI para cuándo tiene previstas las elecciones a las que el Rey debería presentarse para ser un legítimo Jefe del Estado.
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