Rajoy abdica en Sánchez

El-presidente-del-Gobierno--Mariano-RajoyA Mariano Rajoy le ha quitado la iniciativa Pedro Sánchez. El presidente en funciones había declinado el ofrecimiento del Monarca hace diez días para que se sometiera a una votación de investidura y ayer volvió a reiterarle al Rey que carece de apoyos para formar Gobierno.

Frente a esa actitud casi de postración, Sánchez asumió el riesgo. El líder del PSOE, que en su encuentro matinal con Felipe VI le había mostrado su disposición a sumar una mayoría, recibió por la tarde, tras el encuentro del Monarca con Rajoy, el encargo de formar Gobierno.

Es la primera vez en la recobrada democracia española que el máximo responsable del partido que ha ganado las elecciones no es el encargado por el Rey de formar Gobierno.

Rajoy, en una apuesta muy en el estilo de Pedro Arriola, juega a que Sánchez se la pegue y que, al final, no haya más remedio que aceptar su añorado tripartido (PP, PSOE y Ciudadanos), o bien ir a nuevas elecciones, opción que, según confesó el propio presidente en su comparecencia ante los periodistas, «no interesa a los españoles».

En suma, Rajoy cree que Sánchez va de farol y que, finalmente, no logrará sumar respaldo suficiente como para gobernar. Desde luego, por su parte no va a quedar: el líder del PP dejó ayer claro que nunca apoyaría un Gobierno en el que él no fuera presidente.

Por su parte, al Rey no le quedaba otra alternativa que dar la posibilidad de formar Gobierno al jefe del partido que ha mostrado su disposición a hacerlo. No se podía prolongar la situación de bloqueo. O, al menos, no se debía. Los ciudadanos han seguido perplejos un comportamiento inaudito: mientras que los partidos hablaban de diálogo, nadie quería hablar con nadie. Constitucionalmente, la decisión de Felipe VI es inapelable.

La sensación ayer en el PP era de frustración. Un alto cargo del partido me comentó nada más conocerse la decisión del Rey: «Hemos dejado el liderazgo en manos de Sánchez; hemos abandonado sin ni siquiera jugar el partido».

Ese es el peligro que corre ahora el PP, quedar ante los ciudadanos como el partido que, por querer imponer su mayoría, ni siquiera intentó sumar apoyos. Si a Sánchez le sale su apuesta, por muy difícil que ésta sea, habrá logrado un éxito muy importante, que le consolidará no sólo al frente de su partido, sino como el líder que ayudó a desbloquear una situación política que parecía imposible de solventar.

El líder del PP insistió ayer en el argumento de que su partido ha ganado las elecciones y que formar un Gobierno no presidido por él «sería defraudar a los más de siete millones de personas que votaron al PP el 20-D». Rajoy no se ha dado cuenta todavía de que los números no le salen al PP fundamentalmente porque nadie -ni siquiera Ciudadanos si él continúa- quiere dar su apoyo a un partido que está acorralado por la corrupción. «No nos podemos arriesgar a apoyar a un Gobierno que vive pendiente de las investigaciones de la Fiscalía Anticorrupción», me comentó un alto cargo de Ciudadanos.

Mientras que Albert Rivera se mostró ayer dispuesto al diálogo, ofreciendo incluso rebajar algunas de sus exigencias programáticas en aras del pacto, un airadoPablo Iglesias arremetía contra el PSOE al mismo tiempo que le volvía a tender la mano.

El líder de Podemos no entiende cómo Sánchez se atreve a plantear un acuerdo con Ciudadanos, que, bajo su punto de vista, es el «plan renove» del PP. Iglesias llamó a Sánchez a la formación de «un Gobierno de fraternidad» frente a los que han diseñado «políticas antisistema», refiriéndose así a Rajoy y a los que, afirmó, «han recurrido a la Faes para diseñar sus programas» (Ciudadanos).

Ante los escépticos, Sánchez apeló ayer a Cervantes: «A cualquier mal, buen ánimo repara». Rajoy no ha tenido la actitud que se requiere de un líder en un momento como este.

Enlace permanente a este artículo: https://www.almansadigital.org/?p=2353

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Highslide for Wordpress Plugin