Las razones de la «desaparición» temporal de la Reina Doña Sofía

En Zarzuela, «no saben nada de ella». Desde noviembre no acude a ningún acto oficial como Reina emérita

En su fundación, tampoco ha ‘trabajado’ desde enero. Volverá a la actividad cuando la Infanta Cristina regrese a Suiza.

  • CONSUELO FONT

14559071656988«Nos encontramos todos en los bautizos, bodas y funerales…». Fue la únicareferencia a su esposa que hizo el Rey Juan Carlos el pasado lunes, en eldocumental que protagonizó en la televisión francesa. Sonó a justificación de lo que era inapelable para recuperar el trono: casarse con una miembro del clan deroyals europeos. Doña Sofía no participó en el programa, como hubiera sido lo lógico tras casi 54 años de matrimonio, de no mediar un abismo emocional entre ellos. En su lugar, apareció Doña Pilar, la hermana mayor de Don Juan Carlos, y también Felipe VI haciendo una emotiva semblanza de su antecesor en el trono.

Nadie sabe cómo le cayeron a la Soberana emérita estas frías palabras porque está totalmente desaparecida desde hace meses. La única pista que ha trascendido de su paradero es que el jueves 18, la asociación de discapacitados Aspaym, de Castilla-León, le entregó el premio solidario «Honorífico 2015» y su presidente, Julio Herrero, se acercó a Zarzuela para entregárselo.

Hasta ayer viernes desde Zarzuela aseguraban que «no sabemos nada de Doña Sofía». ¿Dónde se ha podido esconder Doña Sofía? Circulan rumores de todo tipo: el más extendido es que pudo estar en Ginebra cuidando de sus nietos, su obsesión, mientras la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se sientan en el banquillo en Mallorca por el juicio de Nóos. No falta quien la ubicaba en la localidad griega de Porto Coeli, donde reside el ex Rey Constantino, refugiándose de ese amargo trago al calor familiar. Incluso hay quienes la hacían en Estados Unidos vigilando de cerca las evoluciones en el internado de su nieto Froilán…

La realidad es que desde el 27 de noviembre pasado, día que entregó el premio de la Fundación Crefat contra la droga, la Reina Sofía no ha vuelto a protagonizar ningún acto oficial. Y eso que llevaba un buen ritmo tras sus vacaciones estivales en Marivent, se estrenó el 21 de septiembre en Málaga inaugurando un congreso de enfermedades degenerativas, donde se desveló el bombazo de su candidaturaal nobel de la paz. Tuvo otros cuatro actos en septiembre, sumó otros cuatro en octubre y seis en noviembre, en total 14 en tres meses hasta su frenazo en seco.

Lo extraño es que tampoco haya llenado este vacío oficial con actividades de su ONG, la Fundación Reina Sofía, como hizo el año pasado tras la abdicación de su marido, con una agenda «paralela» a la oficial que incluso le llevó a viajar a Marruecos y Portugal. El último acto con su ONG este 2016 fue el 4 de enero, cuando acudió al concierto que la orquesta de reciclaje de Cateura ofreció en el Auditorio Nacional con la Infanta Elena y sus nietas, Victoria Federica e Irene, la benjamina de la Infanta Cristina.

La niña, ante el veto férreo del Rey Felipe a sus padres en puertas del juicio de Nóos, vino sola a pasar unos días con su abuela estas navidades, de hecho, la víspera, día 3, Doña Sofia la llevó también al teatro de la Zarzuela para ver el ballet Don Quijote junto a sus tíos Don Felipe y Doña Letizia y sus primas, Leonor y Sofía, aunque no hubo «posado» de esta salida navideña por la tensa situación.

Visita a Luxemburgo

Un detalle que sorprendió en aquellos días fue que, con el apoyo incondicional que como madre ha mostrado, la Reina emérita se marchase de fiesta fuera de Españael fin de semana que casi coincidía con la fecha en que la Infanta Cristina se estrenó en el banquillo, el 11 de enero. Fue el sábado 9 de enero, por cierto también su última aparición pública, cuando acudió con sus hermanos Constantino e Irene al ágape que se celebró en Luxemburgo por el 95 cumpleaños del gran duque Juan.

Una «escapada» que no parece casual, según explica un miembro del entorno de Doña Sofía. «La Reina está viviendo un calvario viendo a su hija en el banquillocomo una delincuente, algo que no concibe, pues la cree absolutamente inocente. Pero está entre dos fuegos, porque tampoco puede perjudicar a su hijo, Felipe VI, con ningún gesto que denote apoyo a su hija. Y Doña Cristina por su parte quizá no hubiera entendido que, en puertas de un golpe tan tremendo, su madre no la hubiera acogido, cosa que sí hizo días después en una fugaz visita a Madrid. Así que lo más sensato era poner tierra por medio».

El peso del Caso Nóos

Es sobre todo el juicio por el caso Nóos, unido a la complicada situación políticaque atraviesa el país, lo que está marcando en gran medida la «desaparición» de la Reina Sofía de la agenda de Zarzuela y también la de Don Juan Carlos. Según corrobora este personaje, «no se puede ignorar que los chanchullos de Urdangarin fueron uno de los desencadenantes de su abdicación. Además, el socio, Diego Torres, quiere a toda costa involucrar a la Corona y hasta pidió que comparecieran como testigos Don Juan Carlos, Felipe VI, la Reina Sofía e incluso Corinna, algo que fue denegado. Eso hace que se esté extremando la prudencia, y se prefiera no correr el riesgo de una posible salpicadura que contagie la institución». Sobre todo en un momento tan complejo como está siendo el proceso de investir presidente, de hecho el propio monarca, Felipe VI, y también Doña Letizia, ya redujeron al mínimo sus agendas en diciembre para no interferir en la campaña, además de que han tenido que posponer sus viajes oficiales a Arabia Saudí y Reino Unido.

Don Juan Carlos, exceptuando sus viajes pasa asistir a las tomas de posesión de Mauricio Macri en Argentina el 10 de diciembre y de Jimmy Morales en Guatemala el 14 de enero pasado, lleva también missing de la agenda de Zarzuela desde el 23 de noviembre. Ese día presidió la presentación de la nueva fundacion COTET con su hijo, Felipe VI, que le dedicó unas palabras de homenaje por sus desvelos a favor de la concordia nacional, justo al día siguiente de cumplirse 40 años de su proclamación.

Don Juan Carlos sí se deja ver a menudo públicamente en su vida de alegre jubilado, en la que Doña Sofía está totalmente al margen. El rey emérito lo mismo asoma en Los Ángeles, donde pasó la Nochevieja, o en Florida, donde asistió en enero a una glamurosa fiesta junto al multimillonario Pepe Fanjul, o recientemente en Toledo visitando los desguaces de Luismi Rodriguez, ex de Carmen Martínez Bordiú, o incluso este domingo, día de San Valentín, comiendo con su hija, la Infanta Elena, en el restaurante Aspen de La Moraleja.

Por eso pese a que su agenda es mucho menos intensa que la de Doña Sofía, ya que desde verano sólo ha protagonizado siete actos (además de los citados dos viajes oficiales) frente a los 14 de su mujer, su presencia mediática es mucho mayor. La fuente antes citada lo atribuye a sus personalidades opuestas: «A Don Juan Carlos, que ahora disfruta como un adolescente de su libertad, le encanta viajar, frecuentar restaurantes y hoteles lujosos, la vida social y rodearse de amigos opulentos en vez de relamidos royals». Nada que ver con Doña Sofía, que es muy familiar, y apenas tiene amigos, salvo su prima Tatiana Ratziwill, que vive en París, y su hermana Irene.

«Ella sale muy poco en Madrid, si acaso a algún concierto o espectáculo cultural. Lo que más le motiva ahora es escaparse en secreto a Ginebra para estar con la Infanta Cristina y sus nietos, o a Grecia con sus hermanos, o incluso en otoño viajó con su nieta Victoria Federica a Miami para reunirse con Froilán. Y desde luego no falta a las celebraciones de los royals europeos, la mayoría parientes suyos». Quizá por eso, pendiente de confirmación oficial, se da por segura su presencia en Londres el 20 de abril, víspera del 90 cumpleaños de la Reina Isabel, para asistir a la gala del centenario de la British Spanish Society, a la que acudirá el príncipe Andrés.

Por el momento, Doña Sofía cerrará febrero sin ningún acto institucional, pues esta semana próxima tampoco estará presente en la agenda de Zarzuela. Sin embargo, según indican en su entorno, es probable que a partir de marzo reaparezca de su letargo. En ese mes termina la ronda de declaraciones de los encausados, por lo que, aunque el juicio continúe hasta junio, la Infanta Cristina y su marido serán también relevados de la «pena de banquillo», y podrán reunirse en Ginebra con sus hijos.

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