luis bonete | almansa La Tribuna de Albacete
Más de tres años después de su fallecimiento, Miguel Barnés, pintor indispensable a la hora del referirnos al arte contemporáneo de Castilla-La Mancha, y de la mano de la que fue su gran compañera sentimental, Silvia Ramón, regresa a la ciudad que lo acogió como un almanseño más, en la que tenía su estudio y donde era querido y admirado, para colgar de las paredes de la Casa de la Cultura una exposición sorprendente con la que el incansable pintor da a conocer un estilo «Barnesiano» en pequeño formato, no por ello menos interesante, sino todo lo contrario, unas «miniaturas» que obligan al espectador a fijar la atención en una serie de obras que bien pudieron ser bocetos, pero que a juicio de Sivia Ramón, «son dibujos con una gran identidad propia, que irradian la misma potencia y frescura que las obras de gran formato» del genial pintor nacido en Casas Ibáñez y afincado en Almansa.
evolucion. Quien visite la ya calificada «histórica exposición» Barnés en miniatura, sea o no admirador del artista, podrá disfrutar de un buen puñado de obras seleccionadas de forma muy cuidadosa por Silvia Ramón, que acercan al visitante a la visible evolución de la pintura de Barnés durante las últimas tres décadas.
En las salas de Casa de Cultura de Almansa (hasta el 11 de marzo) se puede disfrutar de la abstracción de Barnés al estilo más ochentero, mezclada con los guiños étnicos de los noventa, pasando por unas «volumetrías» que llevarán a los collages del arte urbano de la última etapa del artista vivida en Berlín. Un fragmento del gran legado del pintor manchego.
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