Pedro Sánchez dice que derogará la reforma laboral pero no lo refleja en el pacto con Ciudadanos. El Gobierno se despliega para tachar de «ficticio» el pacto PSOE-Ciudadanos
ÁLVARO CARVAJALMadrid
@alvaro7carvajal
El PSOE y Ciudadanos miran a izquierda y derecha en busca de socios que suscriban su acuerdo de legislatura, pero el documento pactado [léalo en PDF] colisiona con importantes puntos programáticos de Podemos- Sobre todo, en cuestiones económicas y territoriales. Todo ello, más el anunciado voto en contra a un pacto que les excluya, anticipa que la próxima semana será muy difícil, por no decir imposible, que Pablo Iglesias apoye a Pedro Sánchez en la investidura.
No se derogan las reformas laborales del PP y del PSOE La marcha atrás del PSOE con la reforma laboral del PP choca de plano con las exigencias de Podemos, que siempre ha querido ir más allá que Sánchez. Su planteamiento es claro: derogar tanto la legislación aprobada por el PP y como la anterior reforma, que impulsó el PSOE en la última legislatura de Zapatero. Se apuesta por meter mano a la regulación del despido (reforzando la protección de los trabajadores) y la contratación (convertir en contratos indefinidos los contratos por obra cuando lleguen a un año).
Se opone a cualquier referéndum en Cataluña Por conocido, es el capítulo más obvio del desencuentro entre Podemos y el acuerdo PSOE-Ciudadanos. El documento firmado por ambos se opone «a todo intento de convocar un referéndum con el objetivo de impulsar la autodeterminación de cualquier territorio de España». El partido de Iglesias no sólo está comprometido con poner en marcha una consulta sobre la independencia en Cataluña, sino que además acepta el «derecho a decidir en aquellas naciones [del Estado] que lo hayan planteado con especial intensidad». Esto abriría la puerta a hacer referendos en el País Vasco o Galicia.
No se reconoce la «plurinacionalidad» El referéndum de autodeterminación es la punta del iceberg de un nuevo modelo territorial de Podemos, que pasa por distinguir entre las «naciones» y las «comunidades» de España, en dos estatus diferentes que tendrían su impacto en las competencias y en su forma de relación con el Estado. Todo ello tendría un reflejo en la financiación, la educación, en el uso de las lenguas cooficiales en toda la administración, en la intervención de las regiones en Europa o hasta en el DNI, donde se recogería, por ejemplo, la nacionalidad catalana dentro del Estado.
No se sube el IRPF Podemos tiene entre sus prioridades abordar una «reforma fiscal progresiva» para hacer que los que más tienen paguen más. El umbral lo sitúa a partir de los 60.000 euros, aumentando los tramos desde el 45% actual hasta un 55% para rentas superiores a los 300.000 euros anuales. Todo para financiar el enorme paquete de gasto público.
No se deroga el artículo 135 de la Constitución Iglesias comenzó el combate contra esta reforma en los platós de televisión, cuando aún no existía Podemos, y ahora lo hace desde el Congreso. La formación morada plantea derogar el artículo 135 de la Constitución, que tras su reforma en 2011 con apoyos del PSOE y del PP, prioriza el pago de la deuda para poder concentrar parte de ese esfuerzo en revertir los recortes sociales de los últimos años.
No se prohíben las puertas giratorias Podemos suele definir como «corrupción legal» esta práctica que consiste en la llegada de ex altos cargos a los consejos de administración de las empresas estratégicas, como las eléctricas. Como solución, Iglesias propone prohibir esta práctica directamente en la Constitución como un blindaje contra la corrupción. El acuerdo PSOE-C’s es mucho más laxo y sólo plantea aumentar a cinco años el periodo de incompatibilidad. Podemos quiere que esa incompatibilidad sea permanente.
Déficit y estabilidad presupuestaria Aunque se comparte el diagnóstico de que España no puede hacer frente al actual ritmo de reducción del déficit, la manera de conseguirlo es muy diferente. Podemos plantea retrasar unilateralmente la reducción por debajo del 3% que exige el Pacto de Estabilidad, mientras que el documento asegura que se cumplirá con dicho acuerdo y con los objetivos que pudiera resultar de una nueva negociación con la Unión Europea. Podemos cuadra sus cuentas fijando su propio ritmo de reducción de déficit.
Poca inversión pública Podemos pone gran parte del peso de la mejora de la economía y de la creación de empleo en un importante paquete de inversión pública, que se destinaría sobre todo a servicios sociales, y que alcanzaría los 96.000 euros en cuatro años. Ni por asomo hay una intención parecida en el acuerdo.
No se rebaja el IVA El programa de Podemos propone una bajada del IVA para la mayoría de alimentos y bebidas no alcohólicas con un tipo superreducido del 4%. Así, hay una importante reducción en todos los suministros básicos (electricidad, calefacción y gas) para dejar el IVA en el 10%. Tampoco se contempla subir a un tipo del 25% a los artículos de lujo.
No se deroga la Ley Mordaza El acuerdo PSOE-C’s señala que de la polémica Ley Mordaza se modificarán los puntos recurridos al Tribunal Constitucional, sin embargo, Podemos quiere la derogación completa de la Ley de Seguridad Ciudadana.
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