«El verano en Almansa se ha iniciado bajo el sello de los hechos inéditos. Hoy, al abordar este último comentario de la temporada, he rebuscado entre los archivos de la memoria para encontrarme con dos noticias muy diferentes entre sí, lúdica una y política la otra, pero que tienen el nexo común de abrirnos hacia el rencuentro con momentos inéditos de la vida almanseña. Hablo, por un lado, de las fiestas de san Juan, celebradas y disfrutadas la semana pasada; o de la toma de posesión del alcalde almanseño, Francisco Núñez, como nuevo presidente de la Diputación Provincial de Albacete, que será la semana que viene.
Juan Luis HERNANDEZ. Copyright 2011 A1R.
Comenzando por la semana pasada, vivimos en ella un momento inédito para la mayoría de los almanseños actuales: la quema de una falla en unas fiestas locales. Algo que solo podían recordar aquellas personas mayores de 75 años, que ya son años, y que vivieron la Almansa de 1936; aquella Almansa que disfrutó de las fiestas de las llamadas Fogatas en mayo de 1936 y que sufrió el estallido de la Guerra Civil apenas dos meses después.
El distrito festero de san Juan, en un alarde de imaginación y con su consiguiente esfuerzo para plasmar la idea, ha brindado en sus fiestas del barrio para este año, el rescate de una tradición que fue tan intensa como efímera en la vida almanseña. Aquellas fallas de 1936, promovidas por el ayuntamiento republicano de los años treinta y personificadas en muchos de los nombres identificados con la causa en la Almansa de la época, ardieron en un noche de mayo, pero sus rescoldos fueron barridos por las tensas y tremendas circunstancias que vendrían sobre toda la sociedad española poco despues. Durante muchos años aquellas fiestas y sus protagonistas fueron arrinconadas en el olvido colectivo de la población por lo que podían suponer y solo ahora, 75 años después, se ha vuelto a plantar y quemar una falla en las calles almanseñas. El éxito del Gachamiguero de cartón piedra fue bien patente y se vió respaldado por una masiva asistencia que entre festeros y curiosos crearon el ambiente propicio para que algo tan inédito deje de serlo.
En lo político, y ya mirando hacia la semana que viene, habrá que convenir que el nuevo alcalde de Almansa, Francisco Núñez, hará historia cuando el miércoles asuma la presidencia de la Diputación Provincial. Algo inédito, por cuanto en la larga historia de la corporación privincial han sido varios los políticos almanseños que han tenido presencia en ella, pero ninguno la presidió. Hace 75 años, en la misma época republicana de las fallas almanseñas, Hernández de la Asunción, que también sería alcalde almanseño, fue vicepresidente de la Diputación.
Años después, durante las corporaciones franquistas también hubo representaciones almanseñas, de los que por tiempo y cargos Luis de Teresa y Pascual Rodríguez serían los más significados de la época. Y ya con la reconquista de la democracia, el paso de almanseños por la Diputación ha sido casi incesante, con algunos como Silvio Arnedo ostentando también la vicepresidencia, o nombres como los de Virginio Sánchez, Maria Dolores Villaescusa, Pepe Cuenca, Fermín Cerdán o Aurora Garijo, entre los de diputados provinciales en diferentes momentos.
Pero el momento inédito es el de un presidente almanseño que será Francisco Núñez desde el próximo miércoles. Una buena noticia antes de tomar vacaciones desde esta columna de opinión en la que esperamos encontraranos cuando llegue septiembre.
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