Diez motivos para seguir la F1

El Mundial arranca de nuevo en Australia (D/6.00): ¿Alguien hará sombra a Hamilton? ¿Despertará Alonso? ¿Enganchará la nueva cali?

largaddaA Joaquín Sabina le sobraban los motivos por los que la Fórmula 1 de hoy suspira. Hasta Bernie Ecclestone, el octogenario dueño del juguete, ha admitido haber perdido parte de la pasión por su juguete. Y si uno es inglés o incluso alemán, todavía. Pero al resto de aventureros españoles les aguardan unos cuantos madrugones (el primero este domingo, a las 6.00 horas) y más de un aperitivo al mediodía con pocos misterios que desvelar. Porque es vox populi en el paddock que los Mercedes volverán a dominar, que al McLaren de Fernando Alonso, pese al lifting respecto al año pasado, sólo faltaría, aún le separan varias leguas respecto a los chicos de moda de la parrilla y que al enérgico Toro Rosso de Carlos Sainz, pese a sus buenas vibraciones, será difícil verlo por el podio. Con este panorama, ¿mejor pasarse a las motos? Desde EL MUNDO les ofrecemos 10 motivos para seguir viajando esta temporada sobre las cuatro ruedas. ¿Serán suficientes?

1. Los chispazos de Mercedes

Las preguntas son obligadas. ¿Qué habría pasado si hubiera sido Hamilton el derrocado en estos dos años de batalla? ¿Se habría mordido la lengua como lo ha hecho el caballeroso Nico? ¿Seguiría intacto el ‘matrimonio’ de la escudería alemana? Las hipotéticas respuestas no dejarían en muy buen lugar a Lewis. Aquella lejana amistad hace tiempo que es historia entre los dos pilotos que se han repartido el botín de la Fórmula 1 en este bienio de purpurina y fuegos artificiales. 32 victorias sobre 38 posibles para Mercedes. 21 para el británico y 11 para el alemán. Entre medias, lanzamientos de gorras como el día de la segunda coronación de Hamilton, en la trastienda de Austin. A Rosberg no le hizo ninguna gracia la agresiva maniobra de su compañero para engullir el título. Como tampoco sus artimañas durante el GP China de 2015, en la que el alemán restregó a su socio el haber puesto en riesgo su segundo puesto frente a Vettel. Rescoldos de aquella herida sin cicatrizar de Spa 2014 cuando una dentellada de Nico dejó fuera de combate a Lewis y lo hizo entrar en erupción. Tal vez aquel mediodía en Bélgica cambio el rumbo de su relación y lanzó al británico, fichaje estrella de la escudería alemana y piloto mejor pagado de la parrilla, hacia el infinito. ¿Habrá nuevos chispazos?

2. El ritmo de Margherita

No hablamos de una pizza, aunque pueda parecerlo. De hecho así se pensó durante unos días. Hasta que Sebastian Vettel explicó que la ocurrencia de bautizar alSF16-Hcon el nombre de Margherita era un homenaje a una de las últimas reinas italianas -Margherita Teresa de Saboya (1851-1926)-. En su honor se ideó la archifamosa pizza. «Creo que este año podemos ser un problema para Lewis [Hamilton] y Mercedes», avisa el piloto alemán, la principal amenaza al dominio de Mercedes. Ya dio un primer aviso el año pasado, cuando les sonrojó hasta en tres ocasiones, una de ellas,en Singapur, birlándoles incluso la ‘pole’. Eva, el nombre de su primer Ferrari, estuvo en la batalla por el título hasta el final del verano gracias a sus 13 podios.

Ahora es el turno de Margherita. Tanto Seb como Kimi Raikkonen son conscientes de la superioridad de los bólidos alemanes, pero también de que ellos tienen potencial para penalizar cualquier pequeño error en algún inapreciable detalle de la carrera. Son dos temporadas en blanco las que lleva Vettel, acostumbrado en Red Bull a dominar como hoy lo hace desde otra acera Hamilton. Seguro que el alemán tratará por todos los medios de cerrar este extraño paréntesis personal.

3. La penúltima moneda de Alonso

«No estamos al nivel de los mejores, pero el paso adelante respecto al año pasado es enorme», desvelaba Fernando Alonso hace un par de semanas en los micrófonos de ‘Onda Cero’. La confirmación de que aún habrá que esperar para ver al McLarenluchando, no ya por la victoria, sino por un podio. Es la realidad de la penúltima temporada en la Fórmula 1 que figura en su contrato, en la que se cumplirá una década de aquel segundo y último Mundial con Renault. No será un año para ver al asturiano sacando pecho con los de arriba, pero sí para confirmar o descartar si el próximo año, en su última tentativa antes de que expire su vínculo con la escudería británica, tiene alguna opción de pensar en el tricampeonato. Eso y el orgullo de no ser superado por segundo año consecutivo por su amenazante amigo Carlos Sainz. Porque cuando Fernando salta a la pista, no hay amistades que valgan. En cualquier caso, mejorar la actuación del año pasado, quinto por la cola con sólo 11 puntos, diez de ellos de su carrera de supervivencia en Hungría, parece una tarea sencilla.

4. #Hamiltonadas sin casco

Lewis ya no es sólo un piloto de carreras. La moda, la música, las fiestas y algún que otro escandalillo acompañan al recatado niño que McLaren conservó en una urna de cristal durante seis temporadas. De los planes de boda con la ex Pussycat DollNicole Scherzinger, a los carnavales de Barbados con Rihanna. Y del pop se pasó al esquí de la mano de la ex de Tiger, Lindsay Vonn. Por el camino ha tenido tiempo de gastarse 23 millones en un jet privado rojo con su nombre o acumular un harén de bólidos de lujo. Esa vida sin tapujos ha provocado sarpullidos en más de una ocasión en Mercedes e incluso a sus patrocinadores. Si el año pasado llegó sobre la bocina a Brasil, ya coronado campeón, por un accidente de coche en Mónaco, esta temporada arranca con un lío del británico en un casino de Nueva Zelanda y una investigación de la policía del país austral porgrabarse mientras conducía una Harley-Davidson. Buenas dosis de chile fuera de las pistas para hacer un poco más picante el Mundial.

5. Disfrutar del triatleta Sainz

Carlos ya sabe cómo se las gastan sus compis de la parrilla. El año pasado le faltó algo de suerte con las ‘lesiones’ del monoplaza para haber pisado escalones más altos durante su estreno. En sus primeras 19 carreras, casi 5.000 kilómetros, coleccionó 18 puntos y terminó 15º del campeonato. Este año llega más preparado mental y, sobre todo, físicamente. El triatleta Mario Mola, actual líder de las Series Mundiales, compartió horas de sufrimiento con el joven piloto madrileño. El agresivo corazón Ferrari -aunque sea el de 2015- de su Toro Rosso puede dar un empujón a sus aspiraciones. Primero, superar a su afilado compañero Max Verstappen. Después, si hay bajas entre los grandes, coronar alguna cota elevada. ¿Un podio? A priori es sólo un dulce, muy dulce, sueño, pero… Y Australia, en la Fórmula 1 igual que ocurre en el tenis, suele ser siempre tierra de oportunidades. «Sé que me la juego esta temporada», explicaba a EL MUNDO esta semana. «Tiene muy buena pinta el coche de este año», añadía Carlos. Motivos más que suficientes para no bajar la vista.

6. El nuevo juego de las sillas

Los sábados ya no parecerán lo que parecían, pero seguirán siendo lo que eran. Complicado trabalenguas para hablar del nuevo formato del sistema de clasificación, que no supondrá demasiado obstáculo al dominio de Mercedes. Pero bueno, no está de más buscar inventos nuevos y abrir un poco las ventanas para refrescar algo el ambiente de un Mundial tan cargado. Serán tres sesiones, como hasta ahora, sólo que se irán eliminando pilotos a medida que corra el reloj. En la Q3, a partir del quinto minuto, eliminaciones cada 90 segundos hasta que sólo queden dos en pista. Los elegidos para luchar por la pole. Una versión de aquel juego de las sillas en el que cuando se apagaba la música había que encontrar asiento pese a haber una banqueta menos. Qué menos que madrugar el sábado para darle una oportunidad y tal vez si los nervios juegan una mala pasada, o las nuevas reglas provocan el desconcierto, presenciar alguna que otra sorpresa no sólo en Australia, sino en alguna otra carrera del Mundial.

7. Despedir a dos viejos campeones

El final de algunos clásicos se acerca. Es ley de vida y la Fórmula 1 no es excepción. AJenson Button, el compañero de Fernando Alonso, se le vio fuera del circo durante algunas semanas del pasado año. Soltero y sin compromiso tras la separación de Jessica Michibata, el seductor Jenson, con una jugosa nómina como piloto de McLaren, podría vivir su última temporada entre los grandes. Desde su debut en 2000, 15 victorias, 50 podios y un título mundial por sorpresa, el de 2009, a los mandos del BrawnGP. Un futuro similar podría aguardar a otro campeón como Kimi Raikkonen, papá desde hace unos meses y que poco tiene que ver con el impetuoso chaval que se marchó de la Fórmula 1 para saborear emociones fuertes en los rallys, al cierre del campeonato 2009. Y es que son ya 37 años los que Kimi cumplirá en octubre, uno más que Jenson. El finlandés guardará para siempre aquel final extremo de 2007 donde se coló en la fiesta de McLaren. Los dos pilotos más veteranos de la parrilla. Dos símbolos de un ciclo que se agota. Con lo que ellos han hecho por la Fórmula 1, no merecen ser abandonados en su última temporada.

8. Una visita por Azerbaiyán

Es la única carta nueva de un maratoniano campeonato con 21 citas. Un circuito dentro de la ciudad de Bakú, capital del país, diseñado, como no, por el ingeniero amigo de Bernie Ecclestone, Hermann Tilke. Un escaparate al mundo para la principal ciudad azerbaiyana que lucirá sus edificios y avenidas más emblemáticas durante el fin de semana del 17-19 de junio. Buena razón, la del turismo, para no perderse la carrera. Será el regreso al Mundial del Gran Premio de Europa que tuvo su última presencia en 2012, junto al puerto de Valencia. Una carrera que ganó, precisamente, Fernando Alonso. Un triunfo que le abrió las puertas de un título que se diluyó durante el otoño y del que no ha vuelto a tener noticias. Un Gran Premio de Europa en uno de los lugares más recónditos del continente, a orillas del Mar Caspio. Nada que ver con Nürburgring, Jerez, Valencia o Inglaterra, donde se han celebrado las 22 carreras disputadas hasta la fecha bajo esa denominación. Por cierto, que este año no se podrá ‘disfrutar’ de los diluvios de Sepang, clásicos en el arranque de cada curso, hasta el 2 de octubre. Y Alemania, ausente a última hora el año, vuelve a aterrizar, esta vez en Hockenheim. Pequeños retoques en esta extensa hoja de ruta.

9. Un niño anda suelto

Quienes no habían visto cómo se las gastaba Max Verstappen al volante quedaron asombrados en su primera cita. Un chaval holandés de 17 años se codeó desde su primera curva en Australia, nada de complejos, con guantes más privilegiados del mundo. Descargó sus geniales latigazos sobre el asfalto como si llevase haciéndolo toda la vida, sostuvo duelos con rivales que le doblaban la edad y cumplió su primer campeonato en duodécima posición, con 49 puntos y dos cuartos puestos (Hungría y Austin), fulminando las dudas de los escépticos. A Max, mayor de edad desde el pasado 30 de septiembre, no le costó sacarse el carnet de conducir y tampoco parece que lo vaya a hacer el asentarse en la Fórmula 1. Sus quiebros, pasadas y desparpajo sobre el monoplaza recuerda a los de algunos mitos. Gigantes como Ayrton Senna, con quien se le ha comparado pese a su juventud. La mayor dosis de espectáculo, con permiso de Lewis Hamilton, que se puede hoy sobre la pista. Un relámpago en Toro Rosso por el que se frotan las manos en Red Bull en un futuro no muy lejano. Sin duda, una buena razón para no perder detalle del Mundial.

10. Una décima para el Mundial

Hay una norma no escrita que incita al redondeo en esto de justificar un ‘lobby’. En la defensa de la Fórmula 1, la décima razón no queda demasiado clara. Tal vez descubrir si el mago Adrian Newey, el ingeniero más revolucionario de la F1, será capaz de sacar de su chistera algún conejo para Red Bull. Ver de lo que es capaz el primer piloto indonesio de la historia de la F1, Rio Haryanto. Acaso disfrutar de la nueva melodía de los monoplazas, con un 25 por ciento más de sonido, recuperando los decibelios perdidos en los últimos años. O desvelar cuántos kilómetros son capaces de aguantar las recién llegadas gomas ultrablandas, que no debutarán hasta Canadá. Pequeños detalles para mantener la fe en el campeonato, a pesar de que por primera vez, un canal de pago, Movistar +, será su escaparate exclusivo en España, salvo que Sainz o Alonso decidan lo contrario sobre la pista y se embarquen en la lucha por el Mundial. Una situación que, por ley, obligaría a abrir el peaje del final de curso.

Si aún así no tiene claro si seguir o no la Fórmula 1, espere al domingo y decida…

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