SAHARAUIS: REFUGIADOS DE SEGUNDA CATEGORIA
Luis BONETE. Periodista. Copyright.2016
Incluso hay grupos políticos como IU-LV que solicitan que se apruebe el retirar la bandera oficial europea del salón de Plenos del Ayuntamiento. Hasta ese punto llevan muchos de los políticamente correctos los “golpes de pecho” y su “indignación” por la postura de perfil adoptada por Europa ante la tragedia de los refugiados que llegan y llegan hasta nosotros provenientes de Siria, Iraq, Jordania, Irán, Pakistán, India…, etc, etc.
No puedo evitar, ante lo que presencio en los últimos meses, reflexionar sobre la situación de un pueblo digno, altivo, nómada, independiente…, cuyos ancestros se sitúan a menos de cien kilómetros de distancia de las costas de canarias y que viene sufriendo desde hace cuarenta años una situación de conflicto muy semejante a la del pueblo sirio; pero que por parte de la comunidad internacional recibe un bien distinto tratamiento; me refiero claramente al pueblo saharaui.
Vergonzoso es, y llamativo más, el doble rasero que se exhibe, la gran cantidad de licencias de la federación de sepulcros blanqueados que solicitan la troupe de los hoy adalides de la solidaridad, que, cual plañideras, despliegan su indignación en pro de los refugiados sirios con reivindicaciones justas, incluso pintorescas, y que siendo todo ello muy loable, hurga sin compasión, en la herida causada por la doble vara de medir que a lo largo de 40 años se está utilizando respecto al pueblo saharaui.
Referirse, hablar, apuntar a la clase política española en particular, es gritar en la hammada, pues llama poderosamente la atención el hecho que no hayan mostrado, nunca, el mismo nivel de preocupación respecto de los refugiados saharauis que ahora hacen por los desamparados que llegan a miles por las costuras europeas. Olvida la clase política, y creo que lo hace adrede, que los hombres y mujeres de las tribus: Erguibat, Ulad Delim, Ulad Tidrarin o Larosien (por citar algunas) son, a día de hoy, tan españoles como cualquier almanseño; y ello debido a que mientras que los saharauis no ejerzan el derecho de autodeterminación establecido en la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 14 de diciembre de 1960, el Sahara Occidental Español, se encuentra de “iure” bajo la administración de España, digan lo que digan en Marruecos o la Conchinchina.
Desgraciadamente el pueblo saharaui se hallan en la diáspora desde que España les abandonó a su suerte tras la firma del espurio, torticero y traicionero acuerdo Tripartito (España, Marruecos y Mauritania), rubricado en Madrid el 14 de noviembre de 1975, acuerdo, por cierto, totalmente nulo de pleno Derecho “ab initio”, al no haber sido publicado jamás en el BOE, y siendo en todo caso, nulo desde el instante en que uno de los firmantes (Mauritania) en 1979, abandonó la parte del Sáhara Occidental Español, que le correspondió en el ilegítimo reparto, pasando a manos de Marruecos que se anexionó unilateralmente y “manu militari”, dicha parte del territorio.
Me refiero asimismo y como refuerzo de mi tesis, al derecho de opción emitido por el Gobierno español de la época, el cual resultaría, en la praxis, absolutamente inoperante, pues los saharauis estaban tratando de salvar sus vidas, huyendo, de las fuerzas ocupantes marroquíes, en busca del refugio que les ofreció Argelia. Hay que apostatar además, que los saharauis desconocían el derecho que les asistía de optar por la nacionalidad española ofrecido en el RD 2258/1976 de 10 de agosto, sobre opción de la nacionalidad española por parte de los naturales del Sahara.
Asimismo, con independencia del conocimiento, no podrían ejercer tal derecho al no existir representaciones españolas oficiales a las que poder acudir, pues, no se puede olvidar, se encontraban huyendo a través del desierto en busca de la salvación en dirección a Argelia.
Y el tiempo pasa, y pasa…, y el conflicto (para beneficio de Marruecos) se enquista. Hablar del Sáhara Occidental no da dividendos. La crisis humanitaria que se vive en los campos de refugiados parece que no mueve a compasión a la comunidad internacional, no agita la conciencia de ninguno de los partidos políticos españoles, tampoco lo hace con ninguno de los gobiernos españoles; sé que apenas se me va a oír, lo sé, pero exijo una vez más la inmediata actuación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; en entredicho tras no hacer nada ante la expulsión por Marruecos de 80 miembros de la Minurso, o actúa y pronto, o va a haber guerra…, y muchos muertos.
No debemos olvidar a los miles de saharauis, de seres humanos que, atrapados en sus jaimas en el desierto argelino, no pueden salir, huir, y se encuentran atrapados en un infierno, en un territorio que, aunque les ha dado cobijo, no es el suyo ni lo será nunca, porque ellos son los dueños legítimos de la Sahía el Hamra y Río de Oro.
In salah!!!.
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