Por Javier MACIA
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No puedo evitar sentirme consternado y triste ante las afirmaciones de parte de esta sociedad, que tan libre pretende ser o dice ser.
La muerte forma parte de la vida, el transito por esos dos estados biológicos hacen real la existencia del ser humano, y el final del advenimiento da comienzo al principio de la fenectud. La libertad, es una de las condiciones intrínsecas al ser humano, y el gobierno de la misma decidirá hoy mas que nunca, si ese transito real es mas corto o mas largo. Una vida azarosa, irresponsable, arriesgada, amoral y poco ética vivida para si mismo y sin contemplar al próximo puede traducirse inexorablemente en una vida corta. Por el contrario las vidas responsables virtuosas justas y equilibradas dentro de una comunidad resultan visiblemente mas acordes con la esperanza de vida que nos sirven los mas científicos.
No obstante siempre han habido, y habrá vidas ejemplares que resulten cortas y a la par otras tantas mas irracionales en conducta que se perpetúen mas longevas.
Nos duele el alma cuando una vida inmadura, pero prometedora se ve truncada por alguna enfermedad, sin aviso y mas cuando este truncamiento tiene su origen en causas de incivismo que nos son ajenas. Muchos se alegran cuando igualmente vidas inmaduras que no se han formado en los valores mas integradores y cívicos, se ven acabadas por propio merito o intervención de Fuerzas de seguridad.
En resumidas cuentas la muerte nos hace sufrir. La perdida de los seres queridos nos duele y en ese dolor manifestamos nuestra debilidad como seres biológicos ante el inapelable final que a todos nos aguarda.
¿tiene sentido entonces desde esta perspectiva, utilizar la muerte dolorosa de un ser humano, para reafirmar convicciones ideológicas, incluso de forna denigrante, en el ejercicio de nuestra libertad de expresión? O por el contrario ¿ es mas plausible utilizar la propia muerte del torero Victo Barrio, para pedir no mas muertes de hombres en las plazas de Toros ?
Yo en caso de ser anti-taurino – que no lo es, por ser esta una elección libre e individual – hubiera utilizado este segundo argumento, por que odiar al hombre que murió queriendo matar, no me hace amar mas al animal que seguro va a morir. ¿por que olvidamos la condición animal del ser humano? ¿por que tratamos a los perros como seres humanos?.
En muchos grandes autores y libros se espera de la humanidad que sea suficientemente capaz de autogobernarse y empatizar respetuosamente con el medio por su propio beneficio, por su mejor evolución y por un aprovechamiento real y sostenible, ya que hoy somos capaces de pensar con racionalidad sobre el futuro de nuestros hijos en este planeta prestado. Por ello concluyo que: primero la muerte de Víctor ha de servir para reafirmar la libertad del hombre, segundo para respetar esa libertad y tercero para aprender de los errores y aplicar las modificaciones que garanticen esa libertad y ese respeto. Nunca debe utilizarse la fuerza de la muerte para atacarnos, vejarnos, insultarnos y desequilibrar la condición de humanidad.
La tierra es un préstamo y un día la madre Naturaleza reclamara sus escrituras, hasta ese día vivamos en paz. Salud para todos.
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