Por Javier GALLEGO. Abogado
Es un hecho incuestionable que parte de la izquierda actual y de los llamados partidos que preconizan la independencia de España (catalanes sobre todo) abanderan la causa contra la Tauromaquia, si bien por causas distintas. Este es un hecho cierto e irrefutable, aunque no está demás decir que conozco a personas situadas ideológicamente en la derecha que también están en contra de la Tauromaquia. Pero lo cierto y verdad es que, a grandes rasgos, las izquierdas y los independentistas catalanes en los últimos años han hecho bandera del antitaurinismo y se han alzado como principal punta de lanza contra la Tauromaquia.
En mi opinión esta posición de las izquierdas respecto a la Tauromaquia hunde sus raíces -como tantas cosas en nuestra España actual- en la dictadura del general Franco, donde llegó a llamarse la «Fiesta Nacional». Franco utilizó los toros -como movimiento de masas que es- para beneficio de su dictadura como lo hicieron las dictaduras de Brasil y Argentina con el fútbol en los años 60 y 70 del siglo pasado, por poner un ejemplo. En modo alguno digo que la Tauromaquia (mal llamada Fiesta Nacional por el franquismo) es la esencia de España ni es patrimonio de ninguna ideología. Si alguien la defiende por considerarse más patriota o la repudia por situarse en el ámbito de la progresía o del independentismo yo ,simplemente, les digo … ¡cuán equivocados estáis unos y otros!
EJEMPLO
Atención a un ejemplo muy ilustrativo. ¿Se atrevería Doña Manuela Carmena y los dirigentes de Podemos o Izquierda Unida a promover y organizar por parte del Ayuntamiento de Madrid una corrida de toros en la plaza de Las Ventas de Madrid cuya recaudación fuera destinada a ayudar a los desempleados madrileños? Esto hoy en día es impensable, pero hubo un tiempo no muy lejano que así fue.
El que fuera alcalde de Madrid en el año 1931 -Pedro Rico- sí lo hizo. Cabe recordar que fue organizada por el Ayuntamiento de Madrid por la insistencia de su alcalde que, conocido por su amplio sobrepeso, fue muy popular en Madrid. Como alcalde, fue el encargado de recibir la Casa de Campo, hasta entonces patrimonio real, cedida al pueblo de Madrid por el gobierno provisional de la República (1 de mayo de 1931). También organizó el festejo inaugural de la Plaza de Toros de Las Ventas, presidida por el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, con el fin de recaudar fondos para obreros parados de la ciudad (17 de junio de 1931). Su mandato estuvo enfocado en resolver los problemas sociales de la ciudad, reduciendo el paro, mejorar la enseñanza y conseguir viviendas para las clases proletarias. Pedro Rico era republicano, antimonárquico y de izquierdas. Y defensor de la Tauromaquia, a la que utilizó para ayudar a los más desfavorecidos. El cartel de la corrida lo dice muy claro: «A BENEFICIO DEL FONDO PARA REMEDIAR LA CRISIS MOTIVADA POR EL PARO OBRERO»
¿Y qué podemos decir de aquellos que se proclaman independentistas antitaurinos? ¿Os imagináis al President de la Generalitat Carles Puigdemont presidiendo una corrida de toros en la Monumental de Barcelona con la alcaldesa de la ciudad Ada Colau?. ¿Y si os dijeran que antes de comenzar la corrida la Banda de Música Municipal del Ayuntamiento interpreta los compases musicales Els Segadors?. Esta escena que hoy nos pudiera parecer sacada de una novela de ciencia ficción ocurrió en Barcelona el 18 de agosto de 1936, si bien los protagonistas eran otros. Estamos hablando del que fuera Presidente de la Generalitat Lluís Companys presidiendo una corrida de toros poco después de iniciada la Guerra Civil. Se trataba de una corrida de toros organizada por la asociación de Picadores y Banderilleros con la finalidad de recaudar dinero para las milicias antifascistas.
Lluís Companys, republicano e independentista era un gran aficionado a los toros. De hecho en alguna ocasión llegó a presidir una corrida de toros en la Maestranza de Sevilla. ¿Os imagináis a Susana Sánchez y a Carles Puigdemont juntos presidiendo una corrida de toros en la Maestranza…?
Otro ejemplo muy llamativo respecto a ciertos símbolos de la izquierda y la Tauromaquia. El puño cerrado en alto es el símbolo de saludo propio del comunismo. Debemos ser muy respetuosos a la hora de emplear este y otros símbolos y, sobre todo y ante todo, no olvidar nunca y respetar a todas aquellas personas que se significaron con su uso en su actividad profesional. A algunos les llego a costar su vida e incluso sufrir prisión y tortura. He aquí el caso del torero Luis Prados Fernández, más conocido como Litri II. Este torero era republicano y comunista, combatió a Franco en el frente de Teruel y llegó a alcanzar el grado Comandante de la 96 Brigada Mixta del Ejército Popular de la República, también llamada Brigada de los Toreros . Fue detenido después de la guerra y sufrió prisión durante cuatro años en Madrid, Murcia y Teruel. El Litri II, junto con otros toreros republicanos, tenía por costumbre hacer el paseíllo con el puño cerrado y en alto como manifestación pública e inequívoca de su adhesión a la República y al Partido Comunista.
Ejemplos de toreros vinculados con el Partido Socialista los tenemos por doquier : José Gómez Ortega, conocido como “Joselito” o “Joselito El Gallo”, que luchó porque todo el mundo pudiese ir a los toros, independientemente de su condición social, de ahí su impulso para la construcción de plazas monumentales como Las Ventas de Madrid. El toledano Gregorio Sánchez que siempre dejó muy claro cuáles eran sus ideas. Su padre fue asesinado por el ejército franquista durante la Guerra Civil. Antonio Chenel “Antoñete”, identificado con el PSOE, siempre dijo que este era su partido, él provenía de una familia de izquierdas.
Indalecio Prieto fue otro gran aficionado. En el exilio mexicano iba a saludar a los toreros españoles siempre que podía, especialmente a Manolete. Le unía una gran amistad y admiración con el cordobés, tanto era así que en una ocasión llegó a decir que “desde Hernán Cortés, Manolete ha sido el único que ha hecho algo importante en México”. Juan Negrín o el general Miaja fueron otros grandes taurinos, sin olvidar a todo un sindicalista como Melchor Rodríguez, quien fue novillero en su juventud.
Y todo ello por no hablar de muchos intelectuales vinculados a la izquierda (fusilados o expatriados por el Régimen de Franco) fueron sus principales valedores; los conocidísimos casos de Picasso, Lorca, Berganmin, Alberti, Miguel Hernández, etc.
Igualmente figuras de reconocido prestigio internacional de la época franquista -no sospechosas de apoyar a Franco- del mundo del arte, la política el cine y la literatura se enamoraron de la Fiesta de Toros: Orson Wells, Charles Chaplin, James Dean, Ava Gardner y hasta el mismísimo icono de la izquierda Che Guevara.
Identificar a la Tauromaquia con una determinada ideología política es faltar a la verdad. La Tauromaquia es transversal, no es de izquierdas ni de derechas. Simplemente pertenece al pueblo. Que cada cual desde su libertad escoja aquello que estime más conveniente.
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