El 7 de octubre de 1571 una coalición liderada por España (primera potencia mundial entonces) derrotó al poder turco en Lepanto. En 2011, Turquía, dominada por el partido islamista de Rayip Erdogan, cuenta con el apoyo de USA (primera potencia mundial ahora). Lo que va de ayer a hoy.
Carlos RUIZ MIGUEL. Copyright-2011
I. LEPANTO, ESPAÑA FRENA LA EXPANSIÓN TURCA
El 7 de octubre de 1571, festividad de la Virgen del Rosario, una coalición internacional liderada por España, entonces primera potencia mundial, derrotó a los turcos en las aguas de Lepanto, en lo que hoy es Grecia. Miguel de Cervantes, que participó en dicha batalla, la calificó como «la más alta ocasión que vieron los siglos». Uno de los pendones capturados a la flota turca se exhibe en la catedral de Santiago de Compostela en las grandes ocasiones. Aquella victoria cristina significó el comienzo del fin del califato turco, el comienzo de la liberación de los pueblos europeos que se hallaban bajo la opresión del invasor turco.
II. SEGUNDA POSTGUERRA MUNDIAL: USA APOYA A TURQUÍA
Desde finales de la Segunda Guerra Mundial, los USA, potencia occidental que adquirió el liderazgo mundial, han considerado a Turquía como un aliado privilegiado. A su juicio, Turquía era el freno a la expansión de la URSS en el Mediterráneo. De ahí que los USA consiguieran, con éxito, incluir a Turquía en la OTAN, la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Luego, los USA continuaron esa misma política presionando, gracias a Dios sin éxito, para que Turquía ingresara en las Comunidades Europeas, primero, y en la Unión Europea, después.
Esa política norteamericana se «justificó» aduciendo que se trataba de una política para frenar el «comunismo». Pero era una política miope. Mientras Turquía ayudaba a «frenar» el «comunismo», mantenía una política de acoso sistemático a los cristianos. pese a que los cristianos poblaron lo que hoy es Turquía mucho antes de que el islam fuera creado por Mahoma. Mientra Turquía ayudaba a «frenar» el «comunismo» invadía la isla de Chipre para impedir un gobierno por la mayoría de la misma por la mayoría cristiana.
Y es que, por debajo de la superficie de las corrientes «ideológicas» , en las aguas profundas seguían existiendo las corrientes «culturales» o «civilizacionales».
III. USA: CUANDO EL ERROR SE CONVIERTE EN TRAICIÓN A OCCIDENTE
Ahora, en 2011, la situación es diferente. los USA, pertinaces, siguen apoyando a Turquía. Ahora cuentan con Turquía para, dicen, organizar la «transición» en Siria. Sin embargo, ahora ya no son posibles las justificaciones que existían en aquella política USA de después de la Segunda Guerra Mundial. Ahora Turquía no está regida por un supuesto gobierno «laico». Ahora Turquía está dominada por un partido confesamente islamista. Un partido cuyo modelo es la «democracia islámica». La «democracia islámica», muy diferente de la «democracia liberal», se puede sintetizar así: si la mayoría es musulmana podrá imponer a la minoría los preceptos del islam. Es, en definitiva, un modelo de democracia sin respeto a las minorías.
Ese «modelo», que Turquía no quiere para Chipre, es el que, sin embargo, aspira a liderar en el Mediterráneo Sur y en el Oriente Medio.
Nominalmente, los USA son una potencia «occidental»; «Al Qaida» los califica como «cruzados». Aunque conviene no olvidar que «Al Qaida» tuvo apoyo de USA para «frenar» el «comunismo» en Afganistán.
Ahora bien, si de la superficie se va a las profundidades, que los USA apoyen el «modelo» turco no puede sino suscitar perplejidad. Y debe también mover a reflexión:
¿defienden, verdaderamente, los USA los intereses de Occidente?
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