por Javier MACIA
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¡ joder, joder, joder! ¿que coño me pasa?. ¡pues no me he levantado hoy con unas ganas locas de hacerme Catalán!.
Debe ser la conversación de ayer. Todo empezó en una tertulia cervecera sobre la conmemoración de la Toma de Granada.
En la historia de España( y de Europa) este debería ser un día de autentica celebración, una de esas fechas enmarcadas a “ rojo español” en todos los calendarios del mundo Mundial. Y es que el significado de tal evento, es sin duda, la culminación de una reconquista no solo de terrenos, ciudades y pueblos, sino que supone el reencuentro con valores, principios y caracteres. Argumentos suficientes para la construcción de una comunidad, de una Nación. Nadie duda, por razones historiadas, investigadas y escritas, que a partir de aquella etapa, el pueblo unido quedo forjado como Nación, bajo el manto protector de sus reyes que pasaron a ser Católicos. Y cristianos católicos somos hoy( la mayoría) tras el devenir de la historia.
Pero la realidad, al margen de lo que los libros y profesores nos han contado, sobre todo a mis mas contemporáneos, es distinta. La modernidad, la evolución socio-política, las globalizaciones y la emancipación de los sexos, derivada en políticas de genero, establecen a todas luces una coyuntura atípica desde la lejanía que prestan los parámetros catolicistas, tendiendo a la aconfesionalidad, el laicismo y el pluralismo religioso. Y es por ahí, y exactamente con esas armas parlamentarias, por y como nos están volviendo a desprender de la idea de Nación unida, que no Estado. Y mi interpelador en el debate, precisamente argumentaba tal talante multicultural en su discurso: – que si savia nueva, que si mestizaje, que si mano de obra barata para salvaguardar los intereses industriales y comerciales de los autóctonos catalanes, que si solidaridad con los refugiados, que si libertad de culto, que si Estado propio sin la injerencia española, multiculturalismo, delimitacion lingüística, acercamiento a Europa como nuevo País ejemplo de la reconfiguracion Europea en su diversidad, banca propia, ministerios propios, presidente de República, etc… ! Vamos una España pequeñita, pero Catalana!, – apuntaló como fin de su cita.
A fin de cuentas, es verdad lo que desean, quieren gobernarse ellos, representarse a si mismos ante el mundo, decidir que religiones profesar, que idioma hablar, cuantos impuestos pagar, quien puede, robar y no, malversar el poder y no, tantas y otras cosas, que encontró en mi una receptiva curiosidad por plantearme en serio, hacerme Catalán.
Pero aquí se nos olvidan cosas importantes. No puedo, ni quiero imaginar a mi hija(que no la tengo) llevando Burka, desprotegida de derechos fundamentales y obligada a permanecer en el ostracismo del machismo radical. Tampoco puedo pensar en mi hermana y mi madre, ni en mi abuela y su madre, y así sucesivamente, sufriendo de por vida las mismas circunstancias. Me resulta inútil despreciar otras creencias religiosas, otras condiciones étnicas, morales, sexuales. Difícil también, ajusticiar simétricamente. Imposible racionalizar el odio desde la creencia y la fe.
Y resulta que la puerta al Islam se ha abierto desde Cataluña, desde la ideología multicultureta, desde el pluralismo religioso, desde la solidaridad enfermiza, razones usadas todas en pos de la separación y desmembración de España. Esta de moda ser políticamente correcto. Y abierta la puerta entra Dios, sus hijos y quien menos te esperas. Y quien menos te esperas, que suele ser quien dice que mas te quiere, te hará llorar. Y en este caso como lo que quieren es hacernos llorar, pues aparte de conseguirlo, lo harán infligiendo sufrimiento. Y entonces nos daremos cuenta de que el lobo se vistió de cordero, pero que el pastor le abrió la puerta. Y todos querremos hacernos Catalanes, por que ya todos seremos Islamistas, y entonces, regresaremos a la Edad Media, ¡por que petroleo no tenemos! Pero tierras donde fecundar mujeres a costa de violentarlas si, y eso es lo que le importa al Islamista, tener una prole de infinitas damiselas que estén a su corte bienhechora, repudiando al reinvasor que fue paladín del cristianismo, aniquilando con justicia sarracena mas de 2000 años de historia, tal cual hicieran en el pasado. Y a mi que me importa la mezcla de mi sangre ancestral. ¡que no quiero ser moro! Prefiero hacerme Catalán. ¡ ARRIBA ESPAÑA, joder, joder, joder!
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