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Rosa Gil, docente de Secundaria, ha realizado un máster exploratorio sobre la situación de los AAC en la localidad, que con el 0,11 por ciento, se sitúa por encima de la media regional
- Aconseja Gil que «Castilla-La Mancha debe de cooperar con las comunidades autónomas de Murcia y Andalucía, líderes en España en la detección y la atención a la excelencia».
luis bonete / almansa La Tribuna de Albacete
Rosa Gil, natural de la vecina localidad de Ayora (Valencia), docente de Secundaria, acaba de superar su TFM (máster universitario) en el que ha hecho un extraordinario estudio exploratorio sobre la situación de los estudiantes con altas capacidades de Almansa, «una ciudad que considero de referencia», señala Gil, que ha sido dirigida por el catedrático albacetense Onofre Contreras Jordán.
Entre otras conclusiones relevantes, Rosa Gil asevera que, «las escuelas de Almansa se posicionan en la vanguardia de la provincia en su apuesta por la innovación en los proyectos educativos y están dispuestas a los cambios continuos que la sociedad que el siglo XXI demanda».
Respecto a la identificación de las altas capacidades intelectuales, «Almansa con un 0,11 por ciento de diagnosticados se posiciona levemente por encima de la media de Castilla-La Mancha (0,09 por ciento) y de Albacete (0,10 por ciento), siendo la media nacional de 0,29 por ciento». Destaca Gil que «las mejores comunidades autónomas en el diagnóstico temprano son: Murcia, Canarias, Andalucía y Asturias entre el 0,50 y el 1,23 por ciento de alumnos de altas capacidades identificados, aunque lejos todavía del dos por ciento mínimo de alumnos superdotados. Entre las peores figuran: Ceuta, Melilla y Cataluña (0,2 y 0,3 por ciento)».
COOPERACIÓN. Opina Gil que «Almansa y Castilla-La Mancha deben aprender y cooperar con las comunidades de Murcia y Andalucía, líderes en España en la detección y atención a la excelencia.
Dos centros, uno público, el CP ‘Duque de Alba’ y otro concertado, el colegio ‘Episcopal Obra Misionera Ekumene’ «están implantando desde hace unos años las metodologías activas en educación que ya están dando sus frutos -señala Gil-. Por ejemplo, han comenzado a trabajar el aprendizaje cooperativo, el trabajo por proyectos, formándose y tutelados por los mejores colegios de España, tales como el colegio Montserrat (Barcelona), considerado el número uno en innovación y referente nacional e internacional, la Universidad de Vic (Barcelona) o la fundación Trilema».
«Nos hemos asomado al colegio Episcopal -subraya Gil- que ha cambiado la arquitectura de las aulas y de la escuela para adaptarse a la realidad del momento, incorporado las TIC («un mar sin orillas») e introduciendo en las aulas nuevas prácticas docentes basadas en el aprendizaje cooperativo». Con la incorporación de proyectos como EntusiasMAT y el Ludiletras, IN/OUT, el programa AMCO (basado en las inteligencias múltiples), escalera de Braquiación (estimulación temprana) y todo lo referente a la cultura del pensamiento, dicen estar todos muy satisfechos tanto alumnado como profesorado.
Señala Gil que, «los alumnos y alumnas de altas capacidades no son empollones, marcianos ni sobresalen en todas las materias; pueden ser fracasos escolares. Y entre ellos también existen muchos perfiles, creativos, enfadados, adaptados, despistados, brillantes según su circunstancia y contexto». Añade que, «puede ocurrir que no se vea su rendimiento, porque procedan de ambientes desfavorecidos, otras culturas o tengan algún tipo de excepcionalidad (discapacidad o dificultades en otras áreas), etc».
En este contexto Rosa Gil concluye que, «los AAC, son chicos y chicas normales pero con una capacidad intelectual muy superior a la media. Hay que conocer que entre las altas capacidades, se encuentra la superdotación (potencialmente son buenos en todo, siempre y cuando estén motivados. Demuestran gran creatividad e implicación (con la tarea) y los talentos simples (destacan en un área) y complejos (despuntan en más de un área)», asegura.
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