MUNICIPAL | MEDIO AMBIENTE
La zona de la sierra de la localidad, que incluye 20.000 de hectáreas de arbolado y monte bajo, se encuentra en riesgo debido a la «suciedad» y los árboles tumbados en el invierno
- El colectivo de trabajadores antiincendios critican que se les exija ser «personal de élite» cuando la administración no los reconoce con la categoría de bomberos forestales.
luis bonete / Almansa La Tribuna de Albacete
Tras el desgraciado incendio ocurrida en Yeste y cuando en esa zona todavía están activos un numero importante de incendios, y a pesar de que por activa y por pasiva se hacen llamamientos a los ciudadanos de cara a que colaboren con la autoridades para rebajar los riesgos de incendios, según fuentes sindicales de Geacam consultadas por La Tribuna de Albacete «un año más y de forma incomprensible, la naturaleza por un lado y la política de la administración competente en materia de Montes en nuestra provincia, por otro, ha convertido algunas zonas del monte pinar almanseño, en un auténtico polvorín que puede arder en cualquier momento y provocar una auténtica catástrofe medioambiental de magnitud inimaginable, todo ello debido a la enorme «suciedad» y a la madera en el suelo existente», señalan.
NÓMINAS. Según ha podido saber La Tribuna de Albacete, el colectivo anti-incedios almanseño, se encuentra totalmente marginado, laboral y económicamente, en unas condiciones pésimas. «Los hombres que componen los grupos que velan por la seguridad de nuestros montes, no superan los 900 euros/mes y no tienen ni una sola compensación económica en sus nóminas por complemento de peligrosidad», aseguran las fuentes consultadas.
Los retenes antiincendios, permanecen operativos en Almansa el tiempo que dura la campaña, es decir, desde que es activada de manera oficial en el mes de junio, hasta finales del mes de septiembre. «A lo largo de los meses del invierno, ni se preocupan de nosotros; no nos preparan ningún tipo de programa de mantenimiento y ello a pesar de que en veranos, la administración nos quiere en «plena forma» convertidos en brigadas de elite», aseguran.
Por otro lado, las fuentes consultadas aseguran que «llevamos desde primeros de año negociando un convenio que no sale adelante; está empantanado porque nosotros queremos que sea para el sector y Geacam se niega, apuesta por uno exclusivamente de empresa, un modelo que atenta contra nuestra seguridad laboral de todas, todas», dicen.
Otra de la reivindicaciones del personal antiincendios es la de que les sea reconocida la categoría de bombero forestal. «No pararemos hasta conseguirlo, porque es de justicia», subrayan.
La caída de miles de pinos ‘Carrasco’ predispone a la transmisión de plagas y fisiopatías
l.b./ almansa
Las condiciones metereológicas adversas que afectaron al monte pinar de Almansa a principios del presente año, han sido la causa de que varios miles de pinos, mayoritariamente de la variedad «carrasco», se encuentren en el suelo tronchados a causa del peso de las nieves acumuladas y que no pudieron soportar.
A parte del incremento del riesgo de incendio que esta madera seca supone por sus propias características, nos encontramos con un problema añadido y del que nadie habla: las plagas y enfermedades que esa madera transmite.
La situación actual de la sierra almanseña es propensa a la transmisión de «enfermedades y fisiopatías»
«Entre los diagnósticos realizados en la provincia los que más destacan por su extensión son Roya del enebro (enfermedad causada por hongos del género Gymnosporangium que provoca la seca parcial o total de los ejemplares afectados del género Juniperus) y Soflamado (enfermedad que afecta al pino Carrasco (Pinus halepensis) atribuida al hongo defoliador Sirococcus conigenus, que aparecen en aproximadamente un 10 por ciento de las masas de la provincia.
Del resto de diagnósticos, el único que afecta a más de un cuatro por ciento de las masas es el de Daños por animales, existiendo otros muchos diagnósticos que, por la especial situación de la zona, tan solo aparecen en una masa.
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