Por Luis BONETE. Periodista
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Un grupo de trabajadores del Ayuntamiento acaban de comparecer ante la opinión pública, ejerciendo su derecho a ello, para manifestar su disconformidad con la RPT que próximamente será llevada a debate al Pleno de la Corporación (la primera Relación de Puestos de Trabajo de la era democrática en la ciudad). Sin entrar en honduras, y para los profanos, baste señalar que “una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) es uno de los instrumentos técnicos utilizados en las Administraciones Públicas para la organización de sus recursos humanos, de acuerdo con las necesidades de los servicios”.
El cuerpo fundamental en el que se apoya el descontento de estos funcionarios hace referencia a varias argumentaciones: “…, la confección de la RPT no ha sido transparente”. “…, la empresa contratada para su elaboración, no ha contactado con todos nosotros”. “…, no hemos recibido contestación a las alegaciones previas presentadas”. “…, existen agravios comparativos”. “…, es una RPT insolidaria”.
Todos estos razonamientos que esgrimen este grupo de trabajadores (que no digo yo que no sean ciertos), como mínimo resultan, eso sí, inauditos una vez que es conocido perfectamente que la Mesa General de Negociación, cerró más de dos meses de negociaciones con la firma de todas las actas POR UNANIMIDAD. Es decir, que el PP, PSOE, IU-LV, Secretaria General del Ayuntamiento, Intervención Municipal, Empresa Consultora, y lo que es más extraordinario, los sindicatos UGT, CC.OO. y CSIF, todos, sin excepción mostraron su conformidad con la negociación realizada que, entre otros aspectos, concluyó con el relevante acuerdo alcanzado en el indicativo económico ’precio punto’, consensuado entre TODOS en los 1,75 euros con carácter progresivo.
Que estas personas presenten sus quejas “a estas horas” ante la opinión pública, cuando la RPT ha sido “hipernegociada” (incluso en jornadas maratonianas) para decir lo que dicen, me parece inverosímil. Y todavía es más increíble que en el escrito que hacen público carguen las tintas contra la empresa consultora acusándola de “falta de transparencia” y de “no haber contactado con nosotros”, subrayan.
Ante esta situación, y dejando claro que la empresa consultora redacta la RPT con “consignas políticas evidentes” (como se hace en todos los lugares), pero afecta e impregnada toda ella de la legalidad vigente, se plantea una cuestión fundamental, o mejor algunas preguntas: ¿porqué los sindicatos, máximos representantes de los trabajadores, todos ellos, han mostrado su conformidad con las negociaciones realizadas?. Otro sí pregunto: ¿cómo es posible que la RPT haya salido de la Mesa General de Negociación camino de la correspondiente Comisión Informativa de Recursos Humanos y posteriormente del Pleno informada de forma FAVORABLE y por UNIMIDAD, y ahora estas personas salgan por peteneras?.
Aquí señores hay algo que no cuadra. No aparece, en el escrito de denuncia de los funcionarios, ni una sola palabra de crítica a la labor de los sindicatos en la Mesa (sus máximos representantes), que son quienes deberían de haberles defendido en las negociaciones, pero es que, y esto es lo auténticamente sorprendente, ni siquiera aparece en el escrito la palabra sindicato.
¿Qué ha sucedido aquí?. Estamos a las puertas de la aprobación de la RPT en Pleno y los sindicatos otorgan, se muestran conformes con la negociación, firman las actas…, los grupos políticos hacen lo propio. Todo el mundo se hizo la foto de la UNANIMIDAD, y ahora resulta que unos 50 trabajadores municipales dicen que la RPT es “insolidaria”, “que no se ha contado con ellos” y acusan directamente de ello a la empresa consultora, y por añadidura, al equipo de Gobierno que, previsiblemente, con su mayoría absoluta y con las actas de la Mesa General de Negociación bendiciéndola, aprobará la primera RPT de la era democrática en Almansa.
Estamos, una vez más, con ojos como platos y ubicados en primera fila asistiendo a una nueva edición de la ceremonia de la confusión. Tengo clarísimo que aquí alguien nos quiere meter una filfa. Una de dos: o los sindicatos han dejado a los pies de los caballos a estos trabajadores en connivencia con los integrantes de la Mesa, o los 50 funcionarios que ahora se acuerdan de Santa Bárbara temen una reducción en sus complementos de destino y tratan, evidentemente y con el encuentro finalizado, que sus reivindicaciones, que deberían de haber sido defendidas (¿lo fueron y no lo dicen de forma artera?) por los sindicatos en su momento salgan a la luz, achacando su frustración en, quien?, pero, eso sí, personalizando claramente en la empresa consultora.
Afirmaba el filósofo Voltaire que: “…, la política es el arte de mentir, a propósito”.
Asombroso y fascinante.
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