Luis BONETE. Periodista
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Carmen Valmorisco me ha solicitado hoy públicamente que retire los artículos de opinión de mi blog referidos a la llamada de Adrián Megías a Paulino Ruano del día 31 de octubre. Ambiciosa como nadie, nada más y nada menos me exige que los retire de las redes, de internet, que me retracte de lo escrito y…, que pida público perdón. Menos mal que no me demanda que conduzca mi bicicleta sin sillín…, jajajaj.
Ella sabrá los motivos por los que, tras un tiempo de tregua, ha vuelto a fijar en mi persona el afán de su actividad política; creo que llega muy tarde a la cita de un ajuste de cuentas personal que creía había superado, pero que visto lo visto, me demuestra con su forma de actuar que sigue latente, y precisamente justo ahora que esta buena señora anuncia su retirada de la política activa.
Por si le cabe alguna duda, ya le notifico desde este mismo momento que no tengo ni la más remota intención de retirar mis trabajos privados de opinión. Y no lo voy a hacer por mucho que presuma y advierta que me va a echar encima a todos los burofax y “hombres de negro” que en el mundo han sido. Soy un hombre LIBRE, y escribo con libertad. Y en mi parcela particular me expreso como puedo y quiero. Y ni ella ni nadie, me va a coartar jamás de decir qué pienso, y como veo las cosas. Si Valmorisco o quien sea piensa que con esas actitudes logra amedrentarme…, no me conocen.
No me vale que en su intervención ante los medios de este mañana mezcle de forma torticera churras con merinas. Su conato de acudir a la ceremonia de la confusión, naufraga de forma dramática. La Sra. Valmorisco hace como que olvida (no relega porque lo sabe) que una cosa es mi trabajo profesional en el medio de comunicación en el que me gano la vida, y otra bien distinta, es el espacio de internet donde de forma particular y personal hago pleno uso de mi libertad de expresión.
Da la impresión que solamente algunos sectores pueden hacer uso de ella (libertad de expresión). Pues no, las personas como yo, odiosas para algunos y queridas para la mayoría, también podemos expresarnos y contar aquello que nos apetece, sin tener que pagar peaje por ello.
Una vez más, nos encontramos ante el fatuo intento de matar al mensajero. Llevo en esto, pronto cumpliré 29 años consecutivos, y el darle “arroz con popote al plumilla” no se pasa de moda. Lo siento Sra. Valmorisco, yo no fui quien llamó a Paulino Ruano el día 31 de octubre haciéndole una proposición deshonesta ofreciéndole lo que quisiera…, perdón, era una broma!!!. Yo no juego a la oca ni con usted ni con quien henchido de orgullo larga sin medida y trata con una actitud enternecida que no se ha creído nadie, conseguir del respetable una lágrima fácil de cocodrilo. Espectáculo triste, muy triste y lamentable el de esta mañana, así opino y así se lo manifiesto.
Y si este escrito no le gusta o lo cree inconveniente y atentatorio contra sus derechos, lo puede adjuntar con los otros dos, meterlos en una cartera de cuero (que impresiona más) y llevarlos a las cuatro esquinas. Allí, en ese lugar, si usted lo cree conveniente nos podremos, de nuevo saludar. No tengo inconveniente alguno en montar en la noria de la vanidad que quiere usted poner en funcionamiento y entonces, llegado el momento…, a como toquemos.
Hoy no cierro este escrito con un latinajo romano. Termino con un refrán cojonudo que me viene al pelo.
“No la hagas y no la temas”. (Popular)
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