HISTORIA / INFRAESTRUCTURAS
El arqueólogo almanseño Enrique Gil, aseguró que «desde el punto de vista de la ciencia, el Castillo almanseño no ha muerto para futuros estudios arqueológicos; es una gran reserva»
Luis bonete / almansa La Tribuna de Albacete
«A nivel muy básico, las excavaciones y diversas intervenciones que de manera conjunta Joaquín García y yo hemos venido realizando en el Castillo de Almansa desde el año 2007, nos han permitido concretar mucho las fechas de la evolución constructiva de esta fortaleza. El Castillo que hoy conocemos y que se ve desde cualquier ángulo de la ciudad, no es de época musulmana es cristiano». Con estas palabras a La Tribuna de Albacete, el arqueólogo almanseño Enrique Gil, rompe con definitivamente con la leyenda ancestral que siempre ha considerado al Castillo de Almansa de origen árabe.
Añadió Gil que, «cuando digo que es cristiano, me refiero a que es posterior a la conquista de los cristianos de Al Andalus, a partir de 1.242. Es desde esos momentos cuando se construye el Castillo de Almansa que hoy conocemos». Explica Gil respecto al origen de la fortaleza que «fue construida en dos grandes fases: una que utiliza primordialmente la tapia, sobre todo a partir del siglo XIV, y una segunda fase que le da protagonismo al uso de la piedra, en la época de Juan Pacheco, siglo XV».
Para el arqueólogo almanseño «el haber podido determinar el origen concreto de la construcción del Castillo de Almansa es, sin duda un gran avance». Respecto a datamientos y fechas, Enrique Gil desveló a La Tribuna de Albacete que «hemos conocido que las personas han habitado y vivido en las crestas del Cerro del Águila (lugar donde se ubica el Castillo) desde, al menos, el segundo milenio antes de Cristo, es decir, desde el año 2.000 antes de Cristo hacia delante. Queda constatado que aquí habitaban seres humanos en la época del Bronce, Ibérica, Romana, época tardo-romana (existe una laguna en la época alto-medieval), pero una vez en la época de Al Andalus sabemos que aquí se sigue viviendo, y de manera continuada».
Añadió que «no hemos hallado espacios de habitaciones relacionables con ninguna de esas épocas, pero sí abundante cerámica, para nosotros la ’basura’ de aquellos primeros pobladores».
RESERVA. El arqueólogo Enrique Gil, se mostró «feliz» y «satisfecho» con el trabajo llevado a cabo en el fortaleza y destacó que «desde el punto de vista arqueológico el Castillo de Almansa no ha muerto para la ciencia de la arqueología».
Señaló que «el conjunto de intervenciones arqueológicas llevadas a cabo desde el año 2013 hasta nuestros días, han estado centradas en aquellos puntos y lugares del Castillo que hemos considerado mas interesantes, y los resultados obtenidos han corroborado que las decisiones adoptadas en su momentos fueron las correctas».
Indicó Gil que «cuando el visitante admire el vaciado realizado en el patio de armas y los restos existentes, no debe de pensar que este lugar está agotado arqueológicamente hablando». Añadió que «el Castillo de Almansa, tanto las áreas intervenidas como otras que permanecen vírgenes, constituyen una gran reserva arqueológica en donde podrán trabajar los especialistas en un futuro».
Enrique Gil subrayó el diseño de la obra arquitectónica realizada por el almanseño Joaquín García de la que aseguró que «García ha diseñado de tal modo una estructura que se cimenta en unos determinados puntos que no impiden que en el futuro, o cuando sea necesario, los arqueólogos puedan seguir excavando en el conjunto del subterráneo, y ello sin que el edificio o cualquiera de los elementos construidos impida el correcto trabajo de excavación», señaló.
A partir de esta relevante intervención arqueológica y arquitectónica, «el visitante va a poder conocer de una manera muy profunda y fidedigna la historia del Castillo de Almansa», manifestó Gil.
Hallazgos que cuentan la historia de la fortaleza
El exhaustivo trabajo de excavación arqueológica desarrollado en el Castillo durante casi dos años se ha visto recompensado con la aparición de numerosos restos y elementos que hablan por sí solos de los seres humanos que habitaron el Cerro del Águila y el Castillo en ese lugar construido.
«Han aparecido piezas de un carácter singular de las que se darán detallada cuenta cuando el trabajo este completamente finalizado», señaló Gil. Destacó entre estas piezas multitud de restos cerámicos de todas las épocas, «desde la prehistoria hasta el siglo XX».
Según el profesor Gil, «los hallazgos constituyen una cultura material a parte de los elementos constructivos que han quedado a la vista». Han aparecido también monedas de diversas épocas, así como hebillas, botones, mucha balística de los siglos XVI, XVII y XVIII y alguna arma.
En marzo salió a la luz lo que puede considerarse un ’stilum’; «una especie de lapicero de época romana o medieval», explicó Gil.
1 comentario
Entonces, lo orígenes del supuesto primer nombre de AD ARAS que se comentan por varios historiadores, tendría su fundamento en origen árabe o romano ?