Los amantes del arte estamos de duelo. Hace unos días nos sobrecogimos con la noticia de la muerte de Miguel Barnés, uno de los grandes pintores radicados en Almansa, que tanto ha contribuido al conocimiento y la difusión del arte contemporáneo, no sólo entre el público, sino también entre los propios artistas almanseños. Manolo Colmenero, Carlos Rodríguez y Herminio Villaescusa compartían con él experiencias y estudio artístico en una nave del Polígono industrial donde lo conocí cuando preparábamos la edición del libro “Arte contemporáneo en Almansa” (publicado en 2010). Recuerdo que lo que más llamó mi atención fue su carácter cosmopolita, su afán por aprehender el mundo desde muy distintas ópticas y estilos.
Por Jesús GOMEZ CORTES. COPYRIGHT.2012 (a1r)
Cuando Oscar Martínez cerró con el estudio de su obra, su trabajo de investigación titulado “La pintura actual en Almansa”, donde reseñaba la trayectoria artística de nueve pintores nacidos o radicados en nuestra ciudad, cuyos estilos van desde la figuración hasta la abstracción y la independencia pictórica. Miguel Barnés completaba la selección adscrito a esta última tendencia. ero cuando el libro se publicó, Miguel ya se movía por otros derroteros: había conocido el ritmo vital y artístico que envolvía la ciudad de Berlín, convertida en la nueva “meca” del arte contemporáneo. Recuerdo como casualmente coincidí con Miguel y Silvia en un área de servicio de la autopista cuando, precisamente, viajaban hacia esa ciudad dispuestos a emprender otra experiencia que se tradujo en una nueva línea de trabajo creativo. Unos años después, en febrero de 2010 exponía en el Teatro Regio el fruto artístico de sus vivencias en Berlín. El título de la exposición se refería a una vieja estación de metro de Berlín, un cruce de caminos y un lugar de encuentro donde se puede contemplar personas de todos los lugares, idiomas, religiones, tendencias, colores, olores y sabores. Según aseguraba Miguel Barnés, era “una metáfora de cómo me planteo el trabajo, o cómo quiero plantearlo, abierto y cosmopolita, comprometido y contemporáneo, variado y global”. Esta era la cuarta exposición que Barnés realizaba en Almansa de manera individual (la primera fue en 1986).
“El viaje y mi pintura están muy relacionados, el trabajo es un constante viaje”, decía Barnés… La muerte le ha sorprendido en pleno viaje creativo, en su mejor momento, y su ausencia ha generado dolor y un gran vacío, pero pervive su recuerdo humano y artístico.
Comentarios recientes