SANIDAD / SOCIEDAD
Sor Lidia Martínez, superiora de la Casa, dirige a 30 trabajadores, 65 ancianos residentes y siete religiosas
luis bonete / almansa La Tribuna de Albacete
Sor Lidia Martínez, superiora en Almansa de la congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, regidoras de la Residencia Asilo de ’San José’, manifestó a La Tribuna de Albacete, su «absoluta confianza», y la de la congregación bajo su responsabilidad, «que saldremos adelante y superaremos esta pandemia con la ayuda imprescindible de Dios y de nuestra Patrona, la Virgen de Belén», resaltó.
Sor Lidia recordó que «los primeros tres meses de la pandemia fueron muy difíciles para toda la familia de la residencia; sobre todo, el cortar de repente las visitas a los ancianos supuso para toda la casa un trauma muy grande. Veíamos a los ancianos muy tristes, alguno incluso daban la impresión de que habían perdido las ganas de vivir, tan importantes son para ellos las visitas de la familia y de los amigos», señaló.
INCERTIDUMBRE. Recordó Sor Lidia que en esos primeros momentos hubo mucho temor y miedo en la plantilla de trabajadores y las religiosas. «Temíamos que en cualquier momento el virus entrara en la Casa; éramos conscientes de lo que sucedía en otras residencias, y vivimos esos momentos en una gran incertidumbre», subrayó.
Fue llegado el mes de junio cuando se pudo levantar algo las restricciones «y aunque las visitas eran a través de las verjas y en los jardines, supuso un gran alivio para los ancianos, y se recuperó un poco el ambiente de alegría de nuestra Casa», aseguró.
Posteriormente, dijo Sor Lidia, «tuvimos algún caso sospechoso, incluso alguno confirmado y tuvimos que volver a cerrar a últimos de septiembre; hoy ninguno».
Para Sor Lidia, la llegada de las vacunas ha cambiado, y mucho la esperanza de que todo se soluciones a medio plazo. «Nos han vacunado a todos; a los residentes, a la plantilla de trabajadores al completo y a todas las hermanas de la congregación, una situación que nos hace encarar el futuro con alegría y sobre todo, con muchísima esperanza en que se pueda salir de esta triste situación».
Sor Lidia aseguró que «sabemos que con la vacunación no ha llegado toda la garantía a la Casa, por esa razón no nos confiamos, no levantamos la guardia en absoluto; se trabaja a diario con enorme responsabilidad y toda la plantilla se vuelca a diario en el cuidado de los ancianos residentes», manifestó.
«Hemos rezado mucho por todos; sabemos desde nuestra humildad que es la única aportación que podemos hacer en este momento».
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