Tras dos años sin Fiestas debido a la pandemia de Covid-19, asistí recientemente a los actos protocolarios de recepción en el Ayuntamiento de Almansa y de presentación oficial, en el teatro Regio, de la Abanderada Mayor 2022 de la Agrupación de Comparsas de Moros y Cristianos, y de las Abanderadas Mayores de las comparsas que integran la Agrupación, todas ellas acompañadas por sus respectivos alféreces.
Luis BONETE. Periodista. Copyright-2022
Debo reconocer que comprobé la existencia de un enorme y expectante ambiente festero, tanto en los componentes del staff, como en familiares y amigos. Que hay ganas de Fiestas es algo patente, demostrado de forma inconsciente imagino, por un hecho comprobado y que me llamó mucho la atención: ninguna de las personas que hizo uso de la palabra en el teatro Regio lanzara al aire el conocido alegato almanseño de “¡¡¡¡Viva la Virgen de Belén !!!!…,” y sí, en cambio, todos los intervinientes finalizaron su alegato con el manido “día 30 que fuera”. Es muy evidente que los festeros se lo hacen encima. Razones tienen.
El capítulo de constataciones no termina con lo expuesto anteriormente, no. Las de Almansa, las Fiestas, consiguieron ser declaradas en 2019 de Interés Turístico Internacional en un claro reconocimiento a la labor que llevan a cabo el Consistorio, la Agrupación de Comparsas de Moros y Cristianos, y la Junta Festera de Calles; pero ese reconocimiento, el mayor honor al que se puede aspirar, desgraciadamente no ha servido, en mi opinión, y por lo menos a día de hoy, para que se proceda al pulido de algunos detalles comprobables, públicos, que parecen versos libres, que colaboran a mantenernos en fiestas de pueblo, y que dan la impresión de no haberse enterado que internacional significa excelencia.
BESOS. Me refiero en primer lugar a la costumbre adquirida del intenso besuqueo facial de que son objeto las mujeres representantes, tanto por los políticos de turno como por los directivos festeros, recientemente en el caso de las Comparsas, también en la de Calles y, por último, la Reina de Fiestas y Corte de Honor, en el acto oficial que sucede en el Ayuntamiento así como en sus respectivas presentaciones en el teatro Regio.
Mucho cuidado con dar la mano y ‘tirar’ de la mujer para acercarla y darla un beso; que es lo que venimos observamos en el Ayuntamiento. El protocolo es tozudo y asegura que: el beso “es una forma de saludo reservada a la gente que ya se conoce anteriormente y con la que se tiene cierta familiaridad. Nunca se debe de saludar con un beso a alguien que nos acaban de presentar, ni tampoco a aquellas personas con las que mantenemos una relación más formal”. Justo lo contrario que se observa en el acto del Consistorio, cuando una mujer es, como mínimo, besada en sus mejillas dos veces en muy poco espacio de tiempo, y por distintas personas.
El protocolo de unas Fiestas Internacionales como las de Almansa, reclama urgentemente sustituir los besos, incluso las caricias en el cuello a las mujeres (que se ven de forma natural) por el darse la mano para igualar el saludo entre hombres y mujeres, porque en general, ante la misma situación todos observamos que se da la mano o un buen y prolongado beso según el sexo; no es extraño que alguien pueda plantearse si el beso es condescendientemente sexista, o presuntamente intruso, o meramente cálido y sofisticadamente latino.
Llegados a este punto, guste o no, y en el contexto de las Fiestas Internaciones de Almansa, el protocolo aboga por el beso en la mano. Esta es la modalidad más correcta y adoptada de forma global de saludo propio de un caballero a una dama; indica lealtad, cortesía o galantería. Se usa para saludar a una mujer con la que se tiene ningún tipo de vinculo y a la que queremos ofrecer respeto, pero será la mujer quien según la colocación de su mano, nos indicará que tipo de saludo quiere recibir, puede ser tan sólo un apretón de manos si la colocación de la misma se asemeja a la que solemos usar los hombres al saludarnos, y o de un beso si nos ofrece el dorso de la mano. En este segundo caso, el gesto debe ser el de acercar esa parte de la mano hacia los labios sin llegar jamás a haber contacto. Hay que tener en cuenta que el beso en la mejilla es un beso reservado exclusivamente al ambiente íntimo o familiar. El beso en la mejilla expresa, para muchos, un grado de confianza e intimidad que no desean tener con cualquier persona que les salude.
Atención a las circunstancias: una mujer cuidadosamente maquillada, como es el caso de las Abanderadas, Damas y Reinas de las Fiestas de Almansa, es más probable que no deseen ser saludadas con un beso en la mejilla, y lo acepten, como sucede en el caso de Almansa, porque nadie les deja otra opción, porque no tienen otro remedio. Sin olvidar, que la pandemia está ayudando a naturalizar otros tipos de saludo sin contacto. El abandono del beso social, es una forma de reivindicar una igualdad real en la vida laboral, social y festera. No olvidemos que no a todo el mundo le gusta que le besen. Seamos respetuosos.
BERRIDOS. La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define en su segunda acepción el sustantivo masculino Berrido como: “grito desaforado de persona”. En el mismo contexto que al que me refería anteriormente en este escrito, queda probada la incompatibilidad de las Fiestas de Almansa, declaradas de Interés Turístico Internacional, con la actitud incivilizada, bochornosa y salvaje que exhiben algunos ciudadanos que, llevados de una falsa y fingida pasión por alguna de las damas festeras, y amparados en el anonimato que otorga el gallinero, se dedican a gritar en un vano y estúpido intento de alabanza hacia una determinada mujer cuando esta desfila del brazo de su acompañante camino del escenario para ser reconocida con una alta distinción honorífica festera.
Olvida la persona que emite los rugidos que, lejos de obrar como debe, se pone en ridículo, abochorna al público en general y en particular, a la dama, a la cual como ciervo en celo, dirige semejantes aullidos. Ya es hora, y a tiempo están aún las autoridades festeras de poner coto a semejante desvergüenza y procacidad. Todos los años lo mismo. Y nadie hace nada. Igual que en la presentación de la Abanderada Mayor 2022, se advirtió por megafonía que los protagonistas no usarían mascarillas debido a que se habían realizado una prueba de antígenos, se puede advertir al público, de forma educada, con pedagogía y calma, que se abstengan de gritar, de comportarse como paletos maleducados, y que en caso contrario, de incidir en el alboroto, sin dudar un instante el personal técnico del teatro les invitará a marcharse. Insisto, seamos respetuosos, con las Fiestas y con las personas que se parten el alma para organizar el mejor de los espectáculos, y críticos con los energúmenos vociferantes desdibujan un maravilloso trabajo en busca de un protagonismo absurdo y estúpido.
TINTES. El denominado por los medios de comunicación Libro Gordo de Petete, y me refiero ahora a una publicación festera conocida como Manual de Protocolo que lleva años y años en elaboración y que, por motivos que desconozco, la concejalía de Fiestas no se atreve a publicar, espero y deseo que dedique alguna línea a la forma y modo en que los acompañantes de las mujeres festeras (en su conjunto) deben de cumplir con su responsabilidad. Espero que quien lea estas líneas no me malinterprete y crea que intento definir como debe de ser el aspecto de los acompañantes. Lo que si pretendo reseñar es como no debe de salir a la calle esta importante figura festera.
En el ámbito privado, cada cual es muy libre y soberano de vestir como le de la real gana, llevar melena, coleta, ir rapado…, pero ser acompañante de una dama festera conlleva una responsabilidad, y quien no esté dispuesto a asumirla que se quede en su casa. Fiestas de Interés Turístico Internacional que acogen en su protocolo a chicos con melenas tintadas de rojo, de azul, arco iris, patillas tipo Curro Jiménez, o con coletas vikingas…, y que llevan del brazo a una hermosa dama manchega, mora o cristiana, ataviada a la perfección hasta las trancas…, como debe ser, son fiestas de segunda. Por ejemplo. ¿Qué diríamos si en la presentación de blanco, subiera al escenario una Reina con un moño tintado de rojo y otro amarillo?. Esto es algo inimaginable, ¿a que sí?, entonces, ¿por qué somos permisivos con algunos acompañantes que durante el ejercicio de sus funciones rozan más el esperpento y ridiculizan a la figura festera que representan?. Con libro de Petete o sin él, se exige ya a las autoridades que pongan orden, y que nadie se ampare en un mal entendido sentido de la libertad. Llevar del brazo a una representante festera es algo relevante y conlleva mucha seriedad.
No solamente el resplandor de las Fiestas almanseñas viene dado por la calidad de los desfiles o por lo singular de sus actos, sino por el respeto que los propios almanseños debemos de tener por ellas, y respeto significa integrarse en ellas de la manera que cada uno considere conveniente, pero con dignidad y arrimando el hombro, nunca dando un falso espectáculo que a quien nos visite le confunda, y nos considere no merecedores de una dignidad festera internacional que nos envidian muchas poblaciones.
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