Resulta muy curioso el análisis de la serie de críticas y descalificaciones que están mereciendo los acuerdos de PP y Vox para el gobierno de la Comunidad Valencia, Extremadura y varios ayuntamientos, por entender que es una “anormalidad democrática”, que es la descalificación más suave que se ha considerado desde las posiciones del Gobierno y sus consocios. En el plano estrictamente jurídico formal es inevitable remitirse a otros casos en que se justificaron otros pactos y acuerdos que también produjeron estridencias en la sociedad española.
REDACCIÓN. www.almansadigital.org
Resulta muy curioso el análisis de la serie de críticas y descalificaciones que están mereciendo los acuerdos de PP y Vox para el gobierno de la Comunidad Valencia, Extremadura y varios ayuntamientos, por entender que es una “anormalidad democrática”, que es la descalificación más suave que se ha considerado desde las posiciones del Gobierno y sus consocios. En el plano estrictamente jurídico formal es inevitable remitirse a otros casos en que se justificaron otros pactos y acuerdos que también produjeron estridencias en la sociedad española.
Los pactos entre VOX y PP en la Comunidad Valenciana, y próximamente el que se firmará en Extremadura, han desatado una tormenta de sobreactuación francamente insuperable. Ahora resulta que un pacto de gobierno entre VOX y PP es un bochorno, un escándalo, es repugnante, es machista, retrógado, etc, etc. Sin embargo, los pactos del PSOE con Bildu, ERC o con Podemos, ha sido, es y será, si finalmente da la suma, progresista y reformista.
El señor Carlos Flores (VOX) era un auténtico desconocido, igual que lo era la condena que tuvo hace más de 20 años por maltrato psicológico ¡faltaría más!, ni sé ni conozco los pormenores del tema, en VOX sabrán donde tienen los límites morales para sus candidatos, ya les vale, por cierto.
MUERTOS. Por el contrario, millones de españoles si conocemos todos los muertos de la banda terrorista ETA, conocemos también el golpe de Estado dado en Cataluña por Esquerra, Junts y la CUP (sí, golpe de Estado, y posterior indulto a los delincuentes por parte de Pedro Sánchez).
Conocemos los españoles, pero que muy bien el desastre de Venezuela y el del régimen de Irán, de donde salieron, además con muchísima pasta en los bolsillos, los dirigentes de Podemos.
Estoy convencido de que el Sr. Flores se cuidará, y mucho, de volver a insultar a una mujer, por aquello del pulpo, sin embargo la gente de Bildu, Batasuna o como demonios se llamen, para vergüenza de millones de españoles se permiten el seguir homenajeando etarras un fin de semana sí y otro también. Esquerra Republicana y Bildu, no tienen empacho de presentarse como la izquierda por la independencia de Cataluña con esa frase de “…, lo volveremos a hacer”, y los de Podemos…, siguen siendo los mismos perro-flautas de siempre, es más, colaborando activamente con leyes que permiten que salgan a la calle violadores y abusadores sexuales por la inmensa chapuza, suya y del Gobierno en pleno de la ley de “Solo sí, es sí”.
Hay que recordar que Otegui (BILDU) aseguró bien alto, “que hay de destruir España…, ” en orden a los objetivos de su partido, para el cual, y bien lo sabemos todos los españoles, el temporal apoyo a Pedro Sánchez forma parte de una estrategia a largo alcance, pero irrenunciable, para salirse de España y constituir la república vasca.
BOCHORNO. Resulta un bochorno el análisis de la serie de críticas y descalificaciones que están mereciendo los acuerdos de PP y VOX para el gobierno de la Comunidad Valencia, Extremadura y distintos Ayuntamientos, por entender, “la progresía” que es una “anormalidad democrática”, que es la descalificación más suave que se ha considerado desde las posiciones del Gobierno y sus socios. En el plano estrictamente jurídico formal es inevitable remitirse a otros casos en que se justificaron otros pactos y acuerdos que también produjeron estridencias en la sociedad española. Pero en este caso se consideraron que formaban parte de la “normalidad democrática”. De ese modo calificó la vicesecretaria del PSOE y ex portavoz parlamentaria Adriana Lastra para justificar las negociaciones con BILDU y el apoyo de los abertzales (“amantes de la patria”) que lidera Arnaldo Otegui a los presupuestos generales dentro de un paquete de contramedidas, especialmente relacionadas con el trato a los presos de la banda ETA en prisión. En todo caso, se resaltó que lo que para algunos es el brazo político de aquella, y que tiene los mismos objetivos, es un partido que defiende sus ideas dentro del marco democrático, amparado como partido legal por la Constitución. Y si eso es cierto, que parece que lo es, entonces resulta inevitable si ese concepto sirve para amparar al partido de Otegui el por qué no es aplicable a otro partido igualmente democrático dentro de la Constitución, con otras ideas como es el caso de VOX.
El próximo día 23 de julio, los ciudadanos estamos llamados a manifestarnos, democráticamente, sobre qué queremos para nuestro país los próximos cuatro años. Seremos jueces, y la clase política, sí o sí, tendrá que apechugar, mal que les pese a centenares si no miles de apesebrados, con el veredicto soberano de las urnas.
“Ab uno disce omnes”.
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