«…, las Fiestas Patronales de 2024 están resultando unos días muy changados. Desde siempre he vivido estas jornadas con alegría y con muchas, muchas ganas de patear las calles, practicar el fotoperiodismo, originar buenas fotografías, cristalizar momentos divertidos, también denunciables, y dar lo mejor de mí mismo en compadreo con mis vecinos y mis equipos Nikon…».
Luis BONETE. Periodista. Copyright 2024
Las Fiestas Patronales de 2024 están resultando unos días muy changados. Desde siempre he vivido estas jornadas con alegría y con muchas, muchas ganas de patear las calles, practicar el fotoperiodismo, originar buenas fotografías, cristalizar momentos divertidos, también denunciables, y dar lo mejor de mí mismo en compadreo con mis vecinos y mis equipos Nikon.
Pero de forma sorprendente y sin aviso alguno, en estos primeros días de mayo de 2024, han aparecido personas que se presumen de “calidad” con la meridiana intención de intentar joderme todo lo que puedan y, de paso, poner todo su empeño en hacerme, lo que coloquialmente se conoce como la “vida imposible”. Algo harto difícil y muy complicado lo tienen, aviso, porque me precio de ser duro de pelar, y conmigo, no van a poder; otro sí digo, no lograrán por mucho que se esfuercen, que me pliegue ante sus actitudes fascistas (ejemplo palmario de ello lo tuve el día de la gala de presentación de las Reinas de Fiestas) y advierto a esta pléyade de rompebutacas que seguiré el rumbo que Dios me dé a entender, con respeto, siempre lo mejor que pueda y con la cabeza muy alta.
Y digo todo esto porque hoy, en el acto de la Embajada Cristiana, cuando este profesional de la información trataba de plasmar la imagen de los cargos festeros en su tribuna, tuvo que soportar, una vez más, un desplante vergonzoso e impropio jamás visto ni vivido en casi 40 años de profesión cuando la Reina de Distrito de San Roque, concretamente la srta, Nerea Martí Cámara, que observó que iba a ser fotografiada, sin pudor alguno, tapó su rostro con el abanico que portaba para impedir la imagen, y todo ello con el beneplácito y las sonrisitas de aprobación de la concejal delegada de Fiestas Dolores Sáez, sentada a su lado y junto a la alcaldesa Pilar Callado.
No recrimino a Nerea de este suceso, para nada, ya que soy de la opinión que esta chica anda muy mal aconsejada por un suceso ocurrido hace ya unos días y al que hoy no me voy a referir aunque no descarto hacerlo después de Fiestas para poner a cada uno en su lugar, pero si pondré el acento en la enorme decepción que me causa que una mujer como María Dolores Sáez, responsable municipal de Fiestas participe en estos hechos, los permita, y no se le caiga la cara de vergüenza (acaso no la tiene) y la Lola que antes de arribar a la política que yo creía conocer, admirar y saludar con cariño, en realidad no es tal.
Hasta aquí llego hoy. Me había propuesto no “abrir la boca” hasta después de Fiestas (tengo cosas pendientes con un tal Borja), pero es que las actitudes que esgrimen algunos ediles que se autodenominan progresistas se pasan de castaño oscuro, y mi dignidad vale más que lo que ellos se creen; por mucho que intenten putearme no me van a cerrar la boca, y seguiré opinando e informando, y ello a pesar de que otro concejal socialista me espetó con toda su pachorra que yo ya estaba amortizado. Eso será lo que ellos creen, pero no la realidad. Y lo demostraré.
Y para muestra, un botón; aquí va la foto de la Reina de San Roque con su abanico chino precioso de diseño, y las sonrisitas de cachondeo de la concejal Dolores Sáez. Luego que no digan que invento.
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