Diez años sin Jesús del Calvario en Almansa (XIII)

«…, el éxito de la Semana Santa del año 2009, servía un escenario prometedor para el inicio de la segunda década. La completa representación litúrgica en las calles almanseñas era una realidad y los hitos consumados por parte de las Hermandades y la Interparroquial, proveían de la ilusión necesaria para pensar positivamente en la continuidad de estas manifestaciones cristianas…»

Javier MACIÁ. Copyright. 2024

El éxito de la Semana Santa del año 2009, servía un escenario prometedor para el inicio de la segunda década. La completa representación litúrgica en las calles almanseñas era una realidad y los hitos consumados por parte de las Hermandades y la Interparroquial, proveían de la ilusión necesaria para pensar positivamente en la continuidad de estas manifestaciones cristianas.

Se había instaurado una nueva forma de procesionar las imágenes en tronos más grandes, especialmente en la cofradía de Medinaceli. Una nueva procesión (Viernes Santo), una nueva cofradía (La Borriquita), una revista oficial renovada y participativa, la celebración del primer certamen infantil de pintura, eran proyectos y elementos que daban pie a la esperanza y el crecimiento.

Los niños almanseños pintan la Pasión de Cristo

Es en estos momentos cuando mi posición en el organigrama sufre los cambios oportunos para tener consciencia de los hechos, de los problemas, de las dificultades económicas que organizar estos eventos conlleva, y de la polémica y controversia, que se derivan de tales responsabilidades.

Quiero pensar, que principalmente fue mi compromiso con la Hermandad del Calvario desde el año 1993, cuando decidí formar parte de la cuadrilla de costaleros, mi habilidad y afición para escribir, así lo demuestran mis colaboraciones en la revista oficial, lo que suscito en Ángel Infantes, que era hermano Mayor desde el año 2008, la necesidad de pedir mi colaboración en la Junta de gobierno del Calvario desde el puesto de teniente Hermano Mayor. Y también porque no decirlo, mi capacidad de oratoria, de expresión y buenas relaciones con las distintas entidades, directivos y colaboradores. Recuerdo aquí, que, hasta este instante, participaba como portador de imágenes en todas las procesiones de la Semana Santa almanseña.

Mi primera intervención desde la Junta de gobierno del Calvario fue representativa, en la Interparroquial. Es en ese momento cuando lanzo a la Junta de gobierno la idea de promocionar la Semana Santa, desde el Certámen Infantil de Dibujo y Pintura. Con el beneplácito de la Junta, traslado el proyecto a la Interparroquial y se aprueba. Me hago entonces responsable de llevar a cabo la organización del certámen, con la colaboración directa de José Luis Martínez del Fresno, María Belén Macia Sánchez y resto de componentes de la directiva interparroquial.

Especial atención hay que prestar a la estrecha relación que mantenía con José Ramón Delicado, miembro de la hermandad del Calvario como costalero y profesor de religión de Educación Infantil, gracias al cual, pudimos entablar conversaciones con los Consejos Escolares y los profesores encargados de la asignatura, para la promoción y organización del certamen. Desde aquí mi eterna gratitud a todos, porque sin su abnegada colaboración hubiera sido imposible.

Así que, durante las fechas previas a la celebración religiosa, y enmarcado en el Pregón del año 2010, se celebraría el fallo del I Certámen Infantil de Dibujo y Pintura de Semana Santa.

El regreso a Almansa, de un buen sacerdote

La ciudad de Almansa ha gozado de la labor pastoral de excelentes sacerdotes, también otros menos admirados, pero sin duda, la autenticidad de todos los oficiantes que han tenido la titularidad de las tres parroquias almanseñas, desde mi experiencia y trato con ellos, ha sido real y ejemplar. Sim embargo, en el año 2010, pude reencontrarme con uno de estos predicadores, quizás, de los más influyentes en mi confesionalidad.

Dios, la vida y la suerte, pusieron de nuevo en mi camino a Francisco San José Palomar. Si, fue un momento jubilar reencontrarme con este sacerdote que, designado como pregonero para este año, y que casi diez años antes, me impartió los cursos prematrimoniales y celebró el santo sacramento del matrimonio, que me otorgó la condición de casado por la Iglesia, allá por el mes de octubre del año 1993, justamente la fecha en que adquirí también mi condición de costalero del Calvario.

Cuando solo los pies, no son suficientes

Tras muchos años de colaboración por parte de los hombres de trono, el año 2010 pasaría a la historia también, debido a que, durante la Estación Penitencial del Viernes Santo, se produjeron unos hechos que denotarían, cansancio, fortaleza y controversia al mismo tiempo.

Cierto es que, de forma voluntaria, decidí participar en esta procesión concreta, portando el estandarte de la Cofradía de Medinaceli. Así pues, no siendo testigo directo de los acontecimientos he de basar mi relato en las comunicaciones y manifestaciones posteriores al momento, y habiendo recabado información de todas las partes.

Los hechos acontecen cuando habiendo salido la imagen del Cristo de la Buena Muerte desde el Convento de los PP Franciscanos, portada por los hombres disponibles (a todas luces y escasamente una veintena), transcurridos los primeros doscientos metros y en la c/ Nueva, en los portones traseros del emblemático Teatro Regio, el Capataz Ricardo, alertó a la organización (hermano Mayor Luis Bonete) de la necesidad de regresar o acortar el recorrido.

Tras el estudio de la situación, la decisión se corrobora y se acorta el trayecto para aliviar de carga y sufrimiento a aquellos aguerridos y voluntarios hombres, que habían procesionado seguidamente, el Miércoles y Jueves Santos, y se resentían del esfuerzo en esta tercera intervención.

Ya entré a reflexionar sobre esta cuestión en su momento, publicando en el blog “semanasantadealmansa.blogspot.com” mi opinión sincera en un artículo titulado” El peso del orgullo” y que no voy a reproducir ahora. No obstante, si debo resumir el argumento para hacer constar la importancia del momento ya que supone un punto de inflexión para acontecimientos posteriores.

En resumen, nunca se debió salir por la falta de costaleros para transportar el paso o se debieron tomar preventivamente soluciones anticipadas para acortar el recorrido o cambiar las andas. Sin embargo, mirado todo con perspectiva, la organización pensaba que habría suficientes apoyos para hacerlo y sorpresivamente, en la mañana del viernes, no los había. Tras la procesión, como digo, fue mas el peso del orgullo, en las discusiones y deliberaciones que abordaron el análisis del momento, lo que derivó en el cese del Capataz y la renuncia de muchos hombres para fechas futuras.

Un primer tropiezo, que serviría para afrontar desafíos importantes dentro de la Archicofradía de Medinaceli y que prestaría el escenario para novedades significativas.

Enlace permanente a este artículo: https://www.almansadigital.org/?p=9566

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Highslide for Wordpress Plugin