UNA JAULA DE ORO…, SIN PÁJARO

«…, corría el mes de febrero de 2007 cuando los anhelos de los almanseños, por años perseguidos, se hacían realidad: el Hospital General de Almansa se inauguraba apoyado en un Plan Funcional que determinaba que, según la cronología diseñada, en el mes de marzo ofrecería: Paritorio, Bloque Quirúrgico, Hospitalización Quirúrgica, Hospitalización Obstétrica, Hospitalización Pediátrica, Consultas Externas, Rehabilitación, Laboratorio, Radiología, Esterilización, Farmacia, y  Atención al paciente. A partir del mes de abril: Urgencias, Observación de Urgencias, Hospital de Día y Cirugía Menor. En los meses de mayo y junio: Hospitalización del Área Médica, Unidad de Cuidados Especiales y Cirugía Mayor Ambulatoria. Y llegado el mes de octubre, completaría su cartera con: Paritorio, Bloque Quirúrgico, Hospitalización Quirúrgica, Hospitalización Obstétrica y Hospitalización Pediátrica…»

Luis BONETE. Periodista-Copyright-2025

Corría el mes de febrero de 2007 cuando los anhelos de los almanseños, por años perseguidos, se hacían realidad: el Hospital General de Almansa se inauguraba apoyado en un Plan Funcional que determinaba que, según la cronología diseñada, en el mes de marzo ofrecería: Paritorio, Bloque Quirúrgico, Hospitalización Quirúrgica, Hospitalización Obstétrica, Hospitalización Pediátrica, Consultas Externas, Rehabilitación, Laboratorio, Radiología, Esterilización, Farmacia, y  Atención al paciente. A partir del mes de abril: Urgencias, Observación de Urgencias, Hospital de Día y Cirugía Menor. En los meses de mayo y junio: Hospitalización del Área Médica, Unidad de Cuidados Especiales y Cirugía Mayor Ambulatoria. Y llegado el mes de octubre, completaría su cartera con: Paritorio, Bloque Quirúrgico, Hospitalización Quirúrgica, Hospitalización Obstétrica y Hospitalización Pediátrica.

Hablo de un Hospital General que se diseñó amparado bajo la premisa de ser un modelo hospitalario de carácter flexible, con capacidad de adaptación y expansión en el futuro para prestar atención sanitaria a unas 55.000 personas distribuidas  en tres zonas básicas de salud, referida a siete municipios (Almansa, Bonete, Alpera, Corral Rubio, Higueruela, Montealegre del Castillo y Caudete. Sin olvidar que las localidades: Ayora, Teresa de Cofrentes, Zarra, Jarafuel, Jalance y Cofrentes) situadas todas ellas en el Valle de Cofrentes-Ayora, y pertenecientes a la provincia de Valencia, al presentar una distancia a este centro hospitalario muy inferior a la existente al hospital de referencia de su comunidad, se añadieron para que sus vecinos se beneficiasen de la existencia de la nueva infraestructura sanitaria almanseña.

Quienes asistimos al acto de inauguración, boquiabiertos nos quedamos ante la cartera de servicios sanitarios (muchos de ellos conocidos solo de oído) que íbamos a poder disfrutar, y que fueron anunciados a bombo y platillo por: el presidente de Castilla-la Mancha, José María Barreda y el director gerente del centro hospitalario, Juan Ríos, sin dejar pasar la euforia que mostraba el entonces alcalde, Antonio Callado, “hoy es un día histórico para los almanseños”, manifestó.

La panoplia de los mencionados servicios fue desglosada por el consejero de Sanidad, Roberto Sabrido, y el equipo directivo del Servicio de Salud de Castilla-la Mancha, (Sescam). Tomen nota y lean con atención, luego comparen el 2007 con el 2025 debido a que en esa equiparación es donde se hace realidad el conocido dicho popular que reza: “ofrecer hasta meter y…, una vez metido, se jodió lo prometido”.

El Hospital de Almansa (muy mal llamado GENERAL) se contempló como un hospital que a pesar de que iba a atender un número no muy elevado de población (Hospital Comarcal) se consideró aislado en cuanto a sus derivaciones, es decir, se creó un centro hospitalario diseñado y organizado para alcanzar, como objetivo primordial, la resolución del 90 por ciento de los casos que se presentasen. El nuevo hospital de Almansa debía actuar de forma conjunta con los recursos sociosanitarios existentes en la comarca y con los que en un futuro se instaurasen. Por todo lo expuesto, los criterios que se siguieron para la elaboración de la cartera de servicios fueron los siguientes: Especialidades consideradas en aquellos años básicas en la asistencia sanitaria. Especialidades que en un plazo inferior a 10 años se considerarían necesarias y debían estar consolidadas como especialidades básicas de un centro asistencial. Pruebas diagnósticas y/o terapéuticas que se consideraban fundamentales en la práctica clínica del momento y de futuro, y que además necesitaban un espacio consolidado a nivel de Plan Funcional arquitectónico por su especificidad, equipamiento y alto nivel de resolución, y distintas formas de resolver los problemas sanitarios que, entonces y a medio plazo, precisaban de espacios físicos amplios y definidos para poder realizarse, como por ejemplo: cirugía sin ingreso, área de diagnóstico y tratamiento, o área de críticos.

CARTERA DE SERVICIOS DEL HOSPITAL DE ALMANSA 2007. ESPECIALIDADES Y SERVICIOS EN EL AÑO 2007

Considerando lo anteriormente expuesto, la cartera de servicios del nuevo centro hospitalario de Almansa, que se anunció y paulatinamente se puso en marcha fue la siguiente:

Especialidades médicas: Alergología: consultas externas. Cardiología: consultas externas, gabinete de técnicas complementarias. Dermatología: consultas externas y gabinete de técnicas complementarias. Digestivo: consultas externas, gabinete de técnicas complementarias. Endocrinología y nutrición: consultas externas. Hematología y hemoterapia: consultas externas y tratamientos ambulatorios. Medicina interna: consultas externas y hospitalización. Neumología: consultas externas, gabinete de técnicas complementarias. Neurología: consultas externas y exploraciones complementarias. Psiquiatría: consultas externas. Reumatología: consultas externas.

Especialidades quirúrgicas Cirugía general: consultas externas, hospitalización y cirugía sin ingreso. Oftalmología: consultas externas, gabinete de técnicas complementarias, cirugía sin ingreso. Otorrinolaringología: consultas externas, gabinete de técnicas complementarias, cirugía sin ingreso. Traumatología y cirugía ortopédica: consultas externas, cirugía sin ingreso y hospitalización. Urología: consultas externas, gabinete de técnicas complementarias, cirugía sin ingreso.

Área quirúrgica  Anestesiología y reanimación: consulta ambulatoria, tratamientos ambulatorios y anestesia quirúrgica. Área materno-infantil, Obstetricia: consultas externas, gabinete de técnicas complementarias y hospitalización. Ginecología: consultas externas, gabinete de técnicas complementarias, cirugía sin ingreso y hospitalización. Pediatría: consultas externas, gabinete de técnicas complementarias y hospitalización.

Servicios centrales Laboratorio: Hematología: depósito de sangre. Bioquímica. Microbiología. Diagnóstico por imagen: Radiología general. Ecografía. Mamografía.  TAC. Radiología intervencionista no vascular. Anatomía patológica. Medicina preventiva. Rehabilitación: consultas externas, fisioterapia, gabinete de técnicas complementarias. Farmacia hospitalaria.

Área de diagnóstico y tratamiento  Dadas las características del tipo de hospital que se construyó, las zonas de técnicas diagnósticas complementarias y de tratamiento se programó ubicarlas de forma anexa a las consultas, y debían garantizar la comunicación entre ellas.

Siguiendo el anterior esquema presentado en la cartera de servicios, a día de hoy, es decir en febrero de 2025, se debía de disponer: Alergología: una sala para pruebas específicas. Cardiología: dos salas que contengan ECG, Holter, prueba de esfuerzo y ecocardiógrafo. Dermatología: una sala de diagnóstico y tratamiento. Digestivo: dos salas de endoscopia. Neumología: una sala destinada a pruebas funcionales. Neurología: dos salas para electroencefalografía (EEG) y electromiografía (EMG). Otorrinolaringología: tres salas para audiometría, exploraciones y pruebas funcionales y para tratamientos. Oftalmología: tres salas para exploración y tratamiento de lesiones de polo anterior, polo posterior, etc. Obstetricia: una sala para ecografía obstétrica y una sala con monitor anteparto y detector de latidos fetales.  Ginecología: una sala para ecografía ginecológica y una sala de colposcopias y otros procedimientos diagnósticos y terapéuticos. Cirugía: una sala para escopia. Traumatología: una sala de yesos. Urología: una sala para ecógrafo y una sala de cistoscopias. Esto supone que el Hospital de Almansa debe de disponer sí o sí de un total de 23 salas de diagnóstico y tratamiento. (¿las tiene?).

URGENCIAS

El Área de Urgencias, la madre del cordero, se diseñó con una premisa bandera vociferada a los cuatro vientos por los políticos: la rápida recepción del paciente, su identificación, su clasificación y su inmediato paso a box de exploración y tratamiento (en la actualidad las esperas para la atención sanitaria alcanzan horas y horas). Urgencias se proyectó con la instalación de cuatro box para adultos, un box para obstetricia y ginecología y un box pediátrico, siempre teniendo en cuenta que el box pediátrico y el de obstetricia y ginecología debían de tener acceso independiente. También aquí se bosquejó una zona de atención inmediata. Además se tenían que ubicar tres salas de espera independientes para los acompañantes: una en el acceso de obstetricia y ginecología, una en pediatría y una para el resto de las urgencias de adultos. Hoy, según de anunció, debería de estar en servicio una zona de observación de pacientes en el Área de Hospitalización Especial y una zona de cuidados especiales, situada también esa misma zona.

Otros servicios Urgencias: box vital, box de exploración general, box de exploración pediátrica, salas específicas para otras exploraciones (obstetricia, ginecología, etc.). Unidad de Cuidados Especiales. Nefrología: diálisis. Servicios generales.

Pocos, muy pocos vecinos, a día de hoy, hablan bien del actual estado del Hospital, al frente del cual hay un médico Gerente cobarde, oscurantista, ejemplo de una escalofriante mala praxis organizativa y meapilas de sus jefes del Sescam. El Gerente hace gala de una meridiana falta de planificación: su gestión hospitalaria lleva siendo criticada mucho tiempo, fundamentalmente, por no anticipar y resolver problemas como la falta de personal o la saturación de los servicios.

Hablo de un Hospital con una oficina de Atención al Paciente reventada de reclamaciones, con listas de espera insoportables, que practica sin pudor alguno derivaciones de pacientes a localidades como Tomelloso, Albacete o Hellín para tratamientos que jamás debieron de dejar de prestarse en Almansa. Es de sobra conocido en Almansa que la derivación de pacientes a hospitales de referencia, como el Hospital General de Albacete, no siempre es eficiente, y genera retrasos y descoordinación en la atención sanitaria. Es palmaria la escasez de especialistas en Almansa: el hospital sufre y lamenta la falta de médicos especialistas en áreas médicas clave. Y por esta razón se producen la derivaciones antes citadas, que aumentan los tiempos de espera y la saturación en hospitales de referencia.

Qué decir del personal sanitario y facultativos. Les duele la boca de denunciar la gran sobrecarga de trabajo: el personal existente, tanto médicos como enfermeros, dignos y preparados profesionales, evidencian una carga laboral excesiva, lo que afecta a su bienestar y la calidad de la atención que pueden brindar. No nos extraña nada que reporten, carencias en equipos esenciales, como aparatos de diagnóstico por imagen o herramientas quirúrgicas, lo que limita la capacidad del hospital para atender a los pacientes de manera eficiente.

Uno de los talones de Aquiles del Hospital de Almansa (el que nos duele a nosotros), son los insoportables y largos tiempos de espera para recibir atención médica. La falta de recursos y personal generan listas de espera prolongadas para intervenciones quirúrgicas, y el acceso a consultas especializadas y pruebas diagnósticas, como resonancias magnéticas o ecografías, es una situación que agrava las condiciones de salud de los pacientes, muchos de los cuales se ven obligados a encontrar soluciones en la sanidad privada.

Como consecuencia del estado alarmante en la prestación de servicios sanitarios el pasado día 13 de enero de 2025, la denominada Plataforma en Defensa del Hospital General de Almansa, (hostilizada hasta la náusea por el actual equipo de Gobierno social-comunista que lidera Pilar Callado), entregó  a la Delegación de Sanidad de Albacete hasta 6.271 firmas recogidas en apoyo al restablecimiento de los servicios cerrados en el Hospital General de Almansa. La plataforma ciudadana, que lleva casi un año denunciando lo que consideran como «recortes, desmantelamiento y pérdida de servicios» en el Hospital de Almansa en particular, subraya la urgencia de reabrir servicios esenciales como la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y la Unidad del Dolor, cuya ausencia, afirman, «afecta directamente la atención y recuperación de los pacientes». Solicitan a la administración regional la contratación del personal sanitario necesario que asegure una cobertura óptima en todas las áreas de un Hospital que se ha convertido en una jaula de oro…, pero sin pájaro que la habite.

Las consecuencias para la población adscrita al Hospital de Almansa del lamentable estado del Hospital, se traducen en largos e interminables tiempos de espera para consultas, pruebas y cirugías. En la saturación del servicio de Urgencias y colapso generalizado del Hospital. En el deterioro de la calidad de la atención médica, sin olvidar el determinante impacto en la salud mental de los profesionales sanitarios.

Las soluciones se antojan complejas, alejadas muy mucho de las siglas políticas y aunque los más pesimistas están convencidos que esto ya no tiene arreglo se podría ver luz al final del túnel con un decidido aumento de la inversión pública en Sanidad pública. También en la mejora de la gestión y distribución de recursos. La creación de incentivos para retener y atraer profesionales sanitarios. El fomento de la telemedicina y nuevas tecnologías y, sobre todo, la auténtica concienciación ciudadana y participación en la defensa del sistema público de Sanidad, algo que nos atañe a todos, y por lo que se debería de estar sacando los colores sin descanso a la clase política apoltronada, que no se preocupa más que por su cuenta corriente.

Como conclusión señalaré, que las deficiencias en el Hospital de Almansa son un reflejo de los desafíos que enfrenta el sistema sanitario público en España, impensable con un Gobierno que se autodenomina “progresista”, como la falta de inversión, la escasez de personal y la saturación de servicios. Para mejorar la situación, desde mi punto de vista, es necesario un enfoque integral que incluya mayor financiación, mejor gestión y políticas que prioricen la atención primaria y la prevención. La población de Almansa merece un sistema sanitario que garantice una atención oportuna, eficiente y de calidad.

 

MENS SANA IN CORPORE SANO

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