En una mañana fresca, pero con el sol de fuera, miles de almanseños, una vez más y como manda la tradición, se congregaron en las calles en el Domingo de Resurrección para participar de manera absolutamente popular en la procesión del Encuentro.
La procesión del Domingo de Resurrección que se celebra en Almansa, tiene unas especiales connotaciones que la hacen anacrónica del contexto de las celebraciones que tienen lugar ese día, y es precisamente ese anacronismo el que la convierte en singular y totalmente popular. Si bien el fondo y el espíritu litúrgico es el que la Iglesia celebra en este día, la iconografía almanseña cambia por completo, así como los horarios de la celebración.
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tradición. La ciudad despierta bien temprano; a las siete de la mañana ya llegan los componentes de la Asociación de Pastores al templo de la Asunción para dar los últimos retoques a la imagen de la Patrona y organizar los turnos.
Es a las ocho de la mañana con la iglesia llena de fieles que la imagen sale a hombros de sus pastores para hacer el recorrido tradicional hasta llegar al parque de los Reyes Católicos, y allí realizar el Encuentro con la imagen del Corazón de Jesús, portada a hombros por la familia Rosique y un buen número de devotos almanseños.
Cualquier persona que venga a Almansa a presenciar esta procesión notará dos cosas bien distintas: no sale a las calles ninguna Dolorosa como sería lo habitual, sino Nuestra Señora de Belén Patrona de Almansa, y por otro lado, tampoco se puede contemplar la imagen de Jesús Resucitado, sino una bien diferente, como es la de Cristo Rey en su advocación de Corazón de Jesús. Esta imagen, donada por comunidad religiosa de las Monjas Agustinas, se venera de forma permanente en la parroquia de San Isidro.
Esto viene ocurriendo así en Almansa desde tiempos inmemoriales, ya que por la razón que fuere, curiosamente no existe una iconografía adecuada de un resucitado en ningún templo almanseño, a excepción de la pequeña imagen que se venera en los Franciscanos, pero que no da la talla para salir en procesión.
Así las cosas, ayer Domingo de Resurrección, la alegría de poder contemplar de nuevo a la Patrona en las calles y, por que no, la permisividad de la Asociación de Pastores que en este día, a base de realizar cortos y numerosos relevos, «permite» a quien quiera, mujeres mayormente, portar a hombros a la Virgen de Belén, hizo que una multitud de vecinos madrugasen para acompañar a las sagradas imágenes en una breve pero intensa procesión, que fueron conducidas a la parroquia de Santa María de la Asunción, donde tuvo lugar la Sagrada Eucaristía.
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